Rubén Cortés.-
Claro que deben ser
revisados los altísimos gastos con cargo al erario y los salarios de nuestros
ministros (no sólo los activos, también los retirados). El problema es el
talante del nuevo gobierno para lograr lo que quiere. Tiene que ser “metiéndola
doblada”, a “huevo”, “liquidando”…
Tiene que ser a la fuerza,
si no, la conquista no le sabe:
—Taibo tenía que ser
director del FCE desde el 1 de diciembre. Imposible esperar 72 horas a que se
aprobase la Ley Taibo. Y, encima de que lo impusieron con un edicto
presidencial, el ungido no se aguantó: “Se la metimos doblada”.
—El NAIM fue abajo aunque
nuestros bisnietos sigan pagando la deuda de mil 800 millones de dólares que
costó tirarlo. Imposible aceptar que era un excelente proyecto de medio siglo
de utilidad, sólo porque se le ocurrió a otro.
ilidad, sólo porque se le
ocurrió a otro. —Los Pinos tenían que ser abiertos al público el 1 de
diciembre. Está bien, Los Pinos son una linda arboleda como el bosque de
Chapultepec. Que lo disfrute la gente. Pero, por qué abrirlos sin hacer un
estudio museográfico, botánico… No y no. A huevo.

Por ejemplo, por gracia de
qué ángel del cielo tenemos que pagarle la tintorería a los ministros con
nuestros impuestos. Sí, los señores y señoras gastan 27.8 millones de pesos en
“tintorería, lavandería e higiene”, así como 17 millones en “productos
alimenticios”, 11.9 en “pasajes aéreos nacionales” y 6.7 millones en
“alimentación”.
Si ya tienen un salario de
269 mil pesos mensuales (que va según su capacidad según su trabajo, como manda
el capitalismo), no tienen que recibir prestaciones exageradas como las que
reciben, incluidas las que obtienen tras el retiro.
Un retiro tan bien
remunerado que la actual secretaria de Gobernación (la exministra Olga Sánchez
Cordero) prefirió, en aras de la austeridad republicana, prescindir de su
sueldo de 107 mil pesos como jefa de la política interna del país, y vivir de
lo que recibe como jubilación.
Como ministra en retiro,
Sánchez Cordero recibe:
—25 mil pesos cada 30 días
por concepto de jubilación por parte del ISSSTE, y gastos ilimitados de
alimentación.
—Aguinaldo de 344 mil pesos,
dos coches, pago de celular, seguro de gastos médicos mayores y múltiples
ayudantes.
Una desmesura de dinero.
Pero, no juguemos con las palabras, el fondo aquí no es el dinero: es
demostrarle al Poder Judicial quién manda. Y que lo sepa…
Por la fuerza.
0 Comentarios