Carlos Ramírez.-
Al cumplir el viernes 5 de mayo 28 años de existencia, el
Partido de la Revolución Democrática enfrenta sus cinco problemas básicos que
estallarán en el escenario del proceso presidencial del 2018:
1.- Nació del seno del PRI y no de la izquierda socialista y
por lo tanto su priísmo le impide autonomía para definirse como izquierda.
2.- Tuvo el registro del Partido Comunista Mexicano pero
para revalidar el proyecto político del viejo PRI y no el proyecto socialista.
3.- Su propuesta política como partido, por tanto, se ahogó
en el neo-retro populismo priísta que de todos modos el PRI sigue controlando.
4.- Su oposición como partido se agotó en el priísmo
poscardenista que extinguió del neoliberalismo salinista y terminó aliado a las
reformas neoliberales de Peña Nieto.
5.- Y sus fundadores cardenistas abandonaron el partido
cuando dejó de servirles como franquicia y el partido no puede encontrar nuevos
franquiciatarios.
Ante el desafío de reconstruirse como partido de izquierda
socialista --la única izquierda que se define como tal-- o pasar a formar parte
de la chiquillería de partidos menores al 10% de votos, el PRD enfrenta su peor
escenario político electoral:
1.- Carece de una figura o una idea cohesionadoras.
2.- No tiene proyecto ideológico basado en el espectro de la
izquierda socialista.
3.- Se ofrece sólo como franquicia para obtener cargos
públicos.
4.- La izquierda socialista-comunista que viene desde el PCM
se volvió populista-lopezobradorista.
5.- Y carece de candidato presidencial propio porque el
único que tiene competitividad --Miguel Angel Mancera-- no es perredista.
El PRD nació como proyecto en 1987 cuando Cuauhtémoc
Cárdenas y priístas poscardenistas se salieron del PRI porque no les dejaron
competir por la candidatura presidencial de 1988. En 1989 emergió de las
cenizas del viejo PRI y del PCM pero sin definir un proyecto ideológico de
izquierda socialista, ni siquiera del socialismo democrático de mercado. Desde
Cárdenas en el PRD hasta López Obrador en Morena, esa corriente pragmática ha
querido desplazar al PRI del liderazgo histórico de los supervivientes de la
Revolución Mexicana hecha gobierno.
Lo que viene para el PRD en los próximos veinte meses es un
escenario apretado y definido por un solo tema: disputar el espacio ideológico
del tercer tercio político electoral del país con Morena. Lo ocurrido con las
recientes sangrías políticas en el PRD es parte del conflicto: sin liderazgo
real dentro del partido, el pragmatismo está encontrando en Morena la nueva
franquicia ganadora.
Lo que queda es el saldo negativo del PRD en el sistema de
partidos y en el espectro ideológico de la república. En los hechos, el PRD
significó el fracaso histórico de las izquierdas socialista y comunista, a
partir del criterio de que la izquierda tiene su espacio natural en el
socialismo. El viejo Partido Comunista, con todo y sus contradicciones, jugó un
papel ideológico compensador en el periodo de 1959-1989 y fue el motor de la
rebelión estudiantil de 1968. Hoy, para desgracia de esa corriente, el último
líder histórico del PCM, Pablo Gómez Alvarez, ya se sumó al populismo pragmático
de López Obrador.
Dividido en tribus oportunistas, sin liderazgo ideológico,
con un candidato presidencial que no es del partido y con figuras
desprestigiadas por la corrupción, el PRD encara la posibilidad de su
existencia en el 2018. Y parece que nada ni nadie frenará su disolución
política, ideológica e histórica.
Política para dummies: La política es la sensibilidad de saber qué se quiere, aunque se hagan las cosas para no alcanzar esos objetivos.
Sólo para sus ojos:
Recuerde todos los días el programa “La Agenda” de Carlos
Ramírez y Roberto Vizcaíno en Éxtasis Digital en el 1530 de AM en la CDMX. El
archivo de programas pasados en http://indicadorpolitico.mx y puede escucharlo
en vivo por dispositivos móviles en cualquier parte del mundo a través de
www.extasisdigital.mx y de www.laagendade.com. Y por Periscope en vivo y con
imagen puede vernos en @carlosramirezh
Por la abolladura en su candidatura en los últimos días,
López Obrador adelantó su agenda y le propuso al PRD, al PT y a MC que lo
erijan en Caudillo único por la gracia… de sí mismo. El tabasqueño sabe que por
sí mismo no podría ganar la presidencia porque el voto populista estaría
fragmentado.
Por cierto, todos dicen que sabían que la diputada
panista-morenista Eva Cadena era una fichita en eso de sacar dinero de las
piedras. Lo que no dicen es si por eso la aceptaron o ella los chamaqueó.