Carlos Ramírez
Si bien la estridencia le está abriendo expectativas al PAN,
al PRD y a Morena en las elecciones de gobernador del Estado de México, al
final de cuentas la victoria estará sustentada en tres variables: el saldo
negativo del gobernador saliente, el aparato electoral articulado al sistema y
la fragmentación del voto opositor.
En este sentido, los primeros análisis sobre la elección
mexiquense favorecen al PRI; y no por ser el mejor partido o tener al mejor
candidato, sino porque tiene a su favor las tres variables: Eruviel Avila no es
Javier Duarte o Roberto Borge, el PRI estatal es una subsecretaría invisible de
la Secretaría de Desarrollo Social y ésta está dirigida por un mexiquense y el
voto contra el PRI se va a dividir entre tres opositores y la abstención.
En una encuesta realizada para Indicador Político y el
programa “Hablemos de Política” de Efekto TV, la empresa consultora Prospecta
Consulting --presidida por el doctor Rafael Abascal y Macías-- aportó las
tendencias del voto al arrancar el proceso y sus primeras conclusiones deben
ser tomadas en cuenta: los partidos más competitivos son el PRI y el PAN, porque el PRD se está deshaciendo y
Morena depende de López Obrador, el punto de partida toma en cuenta la distribución
actual del poder y ahí el PAN ha perdido todo su espacio, el voto anti PRI es
de 47.8% pero fragmentado y los indecisos no van todos contra el PRI.
Las cifras de la encuesta al comenzar el proceso son las
siguientes:
--PRI: 24.7%.
--PAN: 19.8%.
--Morena: 15.9%.
--PRD: 6.7%.
--Independientes: 5.6%.
--Indecisos: 24.4%.
De estos datos, uno es significativo: el bloque neopopulista
PRD-Morena suma 22.6%, tres puntos arriba del PAN. Esta cifra estaría indicando
el desmoronamiento del PAN en el Estado de México por fracturas, traiciones,
corruptelas y sobre todo las dificultades para imponer a la candidata Josefina
Vázquez Mota como candidata y su figura poco competitiva.
Como factor a favor del PRI corre también el hecho de que el
candidato Alfredo del Mazo Maza viene de una familia de gobernadores --su
abuelo y su padre-- y al mismo tiempo represente los intereses locales del
Grupo Atlacomulco. Y en contra se localiza el hecho de que el expriísta Isidro
pastor correría como independiente pero impulsado por el exgobernador Arturo Montiel,
ya distanciado de su sobrino y sucesor estatal Enrique Peña Nieto. La única
preocupación priísta radica en que Montiel y Pastor no se arreglen con López
Obrador, quien pactará hasta con el diablo para ganar espacios.
El dato sobresaliente de la encuesta se percibe en la
seguridad de votación de apenas el 40% de los entrevistados y el 80% opinando
que los partidos políticos están desprestigiados y no dan certidumbre ni
gobernabilidad a la entidad. Los datos de la encuesta contrastan con los
resultados de la elección de gobernador del 2011: PRI: 62%, PRD: 21% y PAN:
12%. Las tendencias de los tres partidos para este año revelan estancamiento en
la oposición pero de manera sobresaliente el desplome de la votación para el
PRI: de 62% con el gobernador saliente Avila a apenas 24.7% con Del Mazo Maza,
una pérdida escandalosa de 37 puntos porcentuales. Pero esos votos aún no se
han ido a la oposición.
La victoria electoral mexiquense estará en las urnas --votos
y representantes de partidos-- y no en los medios.
Política para dummies: La política es el camino directo al
poder para dominar, no para servir.
Sólo para sus ojos:
Como parte del desmoronamiento del imperio Televisa en
deportes, la huelga de árbitros por violencia en contra de ellos es otro
indicador. Lo grave es que todos los partidos comienzan con la exhortación de
un niño a juego limpio y en la cacha los jugadores violan todas las reglas.
Otra oportunidad para que las autoridades regulen ese deporte que es un
negociazo de Televisa.
Por cierto, muy criticado el oportunismo de Margarita Zavala
de Calderón no tanto en apoyar a los árbitros sino para usar su papel para
criticar a funcionarios electorales. Además de oportunismo, mediocridad
política.
La versión que corre en el medio político es que Javier
Duarte no está vivo o no lo quieren encontrar. En cambio, la sociedad está a la
espera del pliego de acusaciones contra el exgobernador quintanarroense Roberto
Borge, pero es otro protegido por el sistema priista.
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