De acuerdo a investigaciones, el problema de la basura en Oaxaca se originó por la corrupción en el contrato y licitación para operar, monitorear y mantener el relleno sanitario ubicado en el municipio de Zaachila por conducto de Calvo Ziga al contratar una empresa fantasma llamada LARBIN.
El cauce del río Atoyac en el municipio de Oaxaca se ha convertido en un enorme tiradero de basura y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente que realizó una visita de verificación al sitio fue acorralado y amenazado, informó la Profepa.
La dependencia federal sancionará a las autoridades del Gobierno estatal por su omisión ante los basureros clandestinos habilitados en los márgenes del río en la capital del estado.
Luego del cierre definitivo del basurero en Zaachila, varios municipios y recolectores privados depositan los desechos en varias zonas de las riberas del Atoyac, los cuales terminan en el cauce del río, de por sí altamente contaminado.
La Profepa informó que inspectores de la dependencia fueron amenazados cuando realizaban una visita de verificación en la zona.
