La vicecoordinadora parlamentaria, Kenia López Rabadán, envió al representante de la UNESCO en México, Frédiric Vacheron, un oficio para plantearle formalmente la petición.
Alertó que en la zona donde se tiene programado construir el Tramo 5 sur del Tren Maya, existe una alta presencia de elementos arqueológicos, paleontológicos y subacuáticos.
"Se tiene cuenta de alrededor de 2 mil 300 hallazgos, muchos de los cuales, se encuentran dentro del trazo de la vía, sin embargo, a pesar de las demandas ciudadanas sobre la protección de esta importante zona histórica, el Gobierno federal insiste en continuar con sus obras y, en consecuencia, poner en riesgo estos monumentos", refiere en el oficio.
"Toda vez que esta obra se encuentra entre las Reservas de la Biósfera de Sian Ka´an y de Calakmul, como senadora, solicito su intervención, para que se realice un peritaje y protejan los monumentos y vestigios encontrados en el trazo del Tren.
"México es un País con una importante red de zonas arqueológicas, resultado de la conformación cultural y hoy se encuentra en un inminente riesgo. Los mexicanos tienen derecho a preservar su historia, sus raíces y su identidad. Por ello, confiamos en este organismo internacional para proteger el patrimonio de México y el mundo", agregó.
REFORMA informó que, según espeleólogos, es necesario modificar el trazo del proyecto del Tren Maya. De hecho, el Instituto Nacional de Antropología e Historia anunció que revisaría si los vestigios arqueológicos ameritaban un cambio de ruta.
En rueda de prensa, la parlamentaria había sostenido que la UNESCO debía certificar cada uno de los hallazgos arqueológicos.
"¿Qué debería hacer el Gobierno federal? Replantear la construcción del Tren Maya. No se puede permitir que, por capricho presidencial, se destruya nuestra historia, nuestra riqueza natural y nuestra identidad", consideró la parlamentaria.
El Gobierno, abundó, ha ocultado los hallazgos.
"Es una vergüenza que toda esta información que hoy se tiene, estos trascendentes hallazgos, hayan surgido a base de presión, a base de buscar información, porque el INAH estaba callado y subordinado ideológicamente al Gobierno. El INAH está de rodillas a las necedades del Presidente en turno", cuestionó.
