Raymundo Riva Palacio
ESTRICTAMENTE PERSONAL
Hace mucho tiempo no se había leído en la prensa
extranjera un editorial tan crítico contra un presidente mexicano, como el que
publicó este jueves el Financial Times, uno de los medios más influyentes del
mundo, y que muestra la forma como el prestigio internacional de Andrés Manuel
López Obrador está con fuertes rendimientos decrecientes. La fascinación que
tenían muchos corresponsales extranjeros con López Obrador como líder de la
izquierda y como candidato presidencial, se ha evaporado. Lo que se esperaba de
él, como de forma optimista reflejaban sus despachos en esos tiempos, no se
concretó, sino pasó lo contrario.
Educadas y crecidas la mayoría de ellas y ellos en países
con viejas culturas democráticas donde el Estado de Derecho es parte de la vida
cotidiana, el choque con la realidad de quien se formó en Macuspana y por
decisión propia decidió encerrarse en su mundo y construir su propia verdad
absoluta, ha sido muy contrastante. De la admiración caminaron a la decepción,
y del desencanto al análisis crítico de su gobierno. Como presidente electo
causaba mucho escepticismo entre un grupo de corresponsales cuando alguien
describía a López Obrador como un político con tendencias al autoritarismo y
poco respeto por las leyes. Encontraban confusas e insuficientes las
descripciones sobre su personalidad y carácter, que no se alcanzaban a
comprender.
López Obrador, lleno de prejuicios contra los medios, ha
incorporado en su visión rudimentaria de las cosas a la prensa extranjera,
descalificándola con acusaciones de complicidad con los gobiernos a los que
llama genéricamente “neoliberales”, porque no le gusta que lo critiquen o que
no apoyen su proyecto. Sus asesores le llenan la cabeza de humo diciéndoles que
se debe a que “no lo comprenden”. Sus denuncias son alimento para sus
clientelas políticas y combustible para su maquinaria de propaganda, que le
alcanza muy bien para la autocomplacencia en las mañanas y su ensimismamiento
ideológico. Pero para la construcción continua de las condiciones que le
permitan consolidar su proyecto de gobierno, no le sirve para nada sino al
contrario, le afecta el no ver críticamente lo que piensan de él.
La fotografía del editorial en el Financial Times, en ese
sentido, es muy negativa. A la consulta del domingo pasado para enjuiciar a
cinco expresidentes, una “particular” forma de democracia, como la calificó, la
comparó con “el terror de Robespierre”, trazando una analogía con el
incorruptible Maximilien Robespierre, líder de la izquierda radical que emergió
de la Revolución Francesa, que formó y encabezó el infame Comité de Salud, que
se encargó de perseguir políticamente a sus adversarios, primero, y luego a
aniquilar a sus propios camaradas y enviarlos a la guillotina, en donde
finalmente también él terminó. “Los inversionistas ya han experimentado el daño
que puede hacer esa peculiar forma de democracia de López Obrador”, subraya el
editorial.
Citó los grandes casos donde consultas sin representación
real definieron políticas públicas costosas para los inversionistas, como la
cancelación del aeropuerto en Texcoco y la de una planta cervecera en Mexicali.
En la del domingo pasado, “López Obrador utilizó el referéndum para movilizar a
sus simpatizantes y recordarles que está persiguiendo a los enemigos de su auto
denominada ‘cuarta transformación’,” agregó el Financial Times. “En realidad,
la búsqueda de la justicia de López Obrador, parece curiosamente selectiva”.
El diario presenta los contrastes: ningún avance real en
el caso del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, acusado de corrupción, pero
acoge a los más notables narcotraficantes como su estrategia de “abrazos, no
balazos”. Le ofreció disculpas a Joaquín Guzmán Loera por llamarlo El Chapo, y
hay reportes alarmantes sobre cómo los cárteles de la droga favorecieron a
candidatos de Morena en las elecciones intermedias, agregó el Financial Times.
Al presidente le puede parecer que es una difamación y una acción de mala fe lo
que el consejo editorial del periódico publicó, pero eso que leyó -uno supone
que así lo hizo-, también lo registraron en la City londinense, en Wall Street,
y en las sedes de gobierno, cancillerías
y ministerios del Tesoro de las principales capitales del mundo.
La imagen que proyecta el diario de López Obrador es
negativa. “El presidente tiene gusto por espectáculos para enmascarar su desdén
por las instituciones y el Estado de Derecho”, afirma el diario en su
editorial, “pero el cariño que tiene el presidente por el espectáculo sobre la
sustancia, esconde la indiferencia por las instituciones y las leyes. Los
inversionistas deben tener cuidado de ello”. No para ahí. Como cada vez se
empieza a leer con creciente regularidad, en el editorial critica al presidente
Joe Biden, quien porque López Obrador lo apoya para frenar la inmigración a Estados
Unidos, “ha dicho poco sobre (estos) temas, una reticencia de la que se
arrepentirá”.
El doble mensaje que lanza el editorial, podría tener
fuertes repercusiones para el presidente y su proyecto de nación. López Obrador
dice a sus cercanos que Biden no se atreverá a actuar contra él por los altos
índices de aprobación que tiene, y que los inversionistas tendrán que seguir
sus reglas para operar en México. Una vez más, aplicando el simplismo de su
inexplicable racional.
Pero los inversionistas han ido reduciendo sus proyectos,
como importantes empresarios mexicanos, desde 2019 han ido reubicando su
capital en otras partes del mundo, protegiéndose para cualquier eventualidad en
este país. Y aunque Biden no vaya a actuar públicamente contra López Obrador ni
declarar en su contra, no tiene carta de impunidad. Para él, actualmente es muy
importante que López Obrador frene la migración, pero la paciencia en
Washington se está agotando. Lo sabe el presidente porque el canciller Marcelo
Ebrard es el mensajero de las malas noticias que vienen del norte, y las
crecientes molestias del gobierno de Estados Unidos contra sus acciones y
declaraciones. Ya no son síntomas de que algo malo está pasando con la imagen
López Obrador en el mundo. Es una gangrena que le empieza a subir por el
cuerpo.
0 Comentarios