Rubén Cortés.
Un aviso de que el PAN debe agrupar a la oposición seria,
informada (y que lo suyo no es el arguende “estilo Morena”) es el dictamen de
que el PAN del sexenio pasado no le avisó al PAN del sexenio actual… que tenían
micrófonos en sus oficinas del Senado.
El cinco de marzo, la bancada panista anuncio que
“encontramos micrófonos en nuestra sala de reuniones en el @senadomexicano,
repudiamos esta práctica retrógrada y llevaremos medidas legales hasta dar con
los responsables”.
Armó una batahola similar a la de Morena con el supuesto
artefacto explosivo casero en forma de libro que habría llegado a la oficina de
una senadora suya, quien apareció pintada teatralmente de un polvo blanco.
Pero los micrófonos fueron colocados en 2012 en las
oficinas de todos los partidos. Eran del Sistema Oficial Parlamentario de Audio
y Video, aunque nunca quedaron conectados. Los partidos lo sabían,
especialmente el PAN, que era fuerza mayoritaria.
Como la candidatura presidencial de Anaya en 2018
pulverizó al PAN hasta hoy, la bancada saliente no avisó a la entrante de los
micrófonos, y ésta armó la barahúnda del espionaje, que no existió, según la
pesquisa policial FED/DGCAP/UNAI-CDMX/08/2020.
Unir sus pedazos de 2018 es la gran tarea histórica del
PAN en este momento de México: no sólo como principal y más grande partido de
oposición, también como el de mayor tradición democrática y libertaria desde
1939.
Y que, con su primera gestión como gobierno federal
(2000-2006) comenzó a construir la clase media extendida mexicana que encontró
niveles aceptables 18 años después, con 44 millones instalados en ese estrato
social.
Según Coneval, al llegar el PAN a la presidencia en el
2000, el 53.6 de los mexicanos eran pobres. Seis años después la cifra bajó a
42.9 por ciento, gracias a sus políticas industrialización en torno a la
producción de manufacturas en las zonas rurales.
Así que la tarea del PAN debe centrarse en recordar que
es el partido de la clase media, a la cual, además, sí sabe como hacerla
crecer, sobre todo en estos tiempos, en que cada día hay 32 mil 786 nuevas
mexicanos en pobreza o mil 366 por hora, según BBVA.
Porque (y eso no debe olvidarse) en el gobierno actual,
cuyo eslogan es “Primero los pobres”, es cuando más mexicanos se están
convirtiendo en pobres, ya que en su primer año de trabajo la economía bajó a
cero por primera vez en una década.
Además, este año la economía caerá más aún: más de siete
por ciento, con una fabricación galopante de pobres, pues según BBVA, habrá 12
millones de mexicanos que entrarán a la pobreza, de acuerdo a los modelos
Coneval.
Sí, eso de “Primero los pobres”…
Es sólo una frase.
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