AGENCIA
QP- MARTES 24 JULIO 2018 ¡QUE
CONSTE, SON REFLEXIONES! POR
SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
A lo mejor
por el tiempo o como recuerdo de la soledad en la cárcel y al acercarse los 50
años de aquel 2 de octubre del 68, me gusta estar un poco en la soledad, en el
silencio, pensando, dejando que las ideas lleguen y revoloteen y se vayan como
vuelos de mariposas o como humo de tabaco, y me gusta, siempre, andar un poco
entre las ruinas zapotecas o mayas o mixtecas o de que sé yo, me encanta, por
ejemplo, Yagul y sus laberintos y sus valles y sus sombras y silencios, sus
vientos y sus historias de aparecidos o de espantos o de cuando, al atardecer,
aparecen las sombras que a veces arropan o a veces espantan, y esos gritillos
de los colibrís y sus colores y sus piruetas y el olor al incienso que voy
poniendo como un homenaje a los que se han ido, a los muertos, de pronto, de
pongo a platicar con los cuidadores del terreno y me cuentan historias del
pasado y toman las piedras con devoción y las acarician y se les va la vista a
lo lejos y les doy un trago de refresco con un poco de mezcal, y ellos, se
vuelan y se van en esos cielos inmensos y azules, y hacen gestos de bondad y,
de vez en cuando, sonríen a lo lejos como si vieran algún fantasma o aparecido,
me cuentan de los Nahuales y aseguran que de pronto aparecen y se dan vueltas y
revuelcan en la tierra y se nota la energía que sale de sus cuerpos y la
energía que entra, y como todo se queda en el infinito silencio, sí infinito,
dicen ellos, y su mirada se pierde a lo lejos y así estamos un buen rato y me
dicen: “Oiga, usted, de pronto se manda en la televisión y con el Jaime se mandan
y nos preguntamos ¿si no tienen miedo a que un día los agredan o los maten por
decir lo que dicen y por hablar lo que hablan?”, me sorprendo, porque hay cosas
que me sorprenden, yo llegaba oculto en mi soledad y mi silencio y me ponía a
ver las estrellas o escuchar los vientos y sus cantares, y hay gente, mucha
gente que nos ve y nos sigue en los comentarios y en lo que escribimos, esa es
la gente que me gusta que me vea o que me escuche o que me lea, no los
catrincitos y los funcionarios, esos, me valen, porque al final de cuentas,
siempre he buscado dirigirme a esos olvidados, a los del infeliciaje, con los
que me identifico y quiero.

Y caminamos
un poco y subimos para ver el atardecer y ver como las montañas se acercan y
nos hablan, y me preguntan: Oiga don, usted por quién votó? y pues la neta que
les digo que, por “ya saben quién”, y se les ilumina el rostro y se abren y me
dicen: oiga don, usted cree que lo que dice es cierto? Eso de que ya no
cobrarán como cobran los caciques y los políticos y que no dejará robar y que
nos llevará algo para aliviar la miseria y dará chance a los críos para que
vayan a la escuela y tengan trabajo y no anden de maloras pensando cosas malas
en su frustración y desamparo? Y, oiga don, usted cree que en verdad ahora
vendrán los políticos a ver lo que necesitamos y nos escucharán y no serán como
los viejos caciques que nos pedían ir a verles, con banda y poner para la
barbacoa y el mezcal y llevar a las jovencitas bonitas para que les agarraran
los brazos y se sintieran a gusto, y al final, pues nada, un discurso y una
promesa y se volvían por donde vinieron, medio pedos, y sabíamos que nos
engañaban y no cumplirían, ni jamás volverían, y uno espera y espera como éstas
piedras de Yagul, esperando que un día las descubran y las acaricien y las
respeten, pero no, hablaban para que todo siguiera igual, con pobreza y
marginación, con pedos por todos lados y pleitos y borracheras y sin trabajo y
con odios y acumulando resentimientos y hieles y amarguras en la panza. Usted
cree que no nos fallará?... y el silencio y los pensamientos van y vienen y
comento que creo que hay muestras de que no fallará, pero sabe, uno no puede
hablar por los demás, pero me gusta eso de que sus hijos no tendrán puestos ni
su señora andará del brazo gastando dinero de todos y luciendo su lugar de
“Primera dama” y, ella misma, dice que no estará luciendo esos puestos y que
seguirá dando clases y escribiendo y dice que, también, no fallará, y cuando la
pareja sigue junta, pues hay muchas esperanzas de que cumplan. Y, cuando me doy
cuenta, son dos o tres los que nos rodean y vienen más y nos dicen otros que
así llegaron cuando la campaña del joven Alejandro, y que este tiene el respeto
de muchos y le ven dar lugar y andar en el campo y en las zonas donde todo se
necesita porque todo se perdió, pero no ven a los YUPIS, esos, saben ellos que
existen porque cuando van a Palacio para pedir cita, pues los hacen, como
siempre, pendejos, y los hacen esperar y que les digan para qué quieren ver al
gobernador, perdón, al señor gobernador, porque este tiene mucho trabajo y
los pueden mandar con otros funcionarios para
que los atiendan, y ellos ya conocen a todos y les dan largas y promesas, y a
veces, les dan unas láminas o unos bultos de cemento y palabras y más palabras,
cuando en el campo y, como Juárez, poco se habla, pero lo que se habla, pues,
se respeta, y esos jovencitos bien vestidos, oliendo a loción cara, pues no
entienden, y hay veces que les ven las caras de enojo porque los que llegan
apestan y cómo no van a oler a sudor y trabajo, si ellos andan en eso todo el
día y todos los días y cargando la esperanza para que les lleven el agua o les
deslinden los terrenos antes de que sigan las matanzas como se dieron en la
Sierra Sur. Y me vuelven a preguntar: Oiga don, usted cree que no nos va a
fallar? usted piensa que cumplirá? muchos dicen que no le alcanzará el dinero
para cumplir sus promesas, pero yo le escuché a usted, y les platique a los
compas, que usted dijo: PUES RECURSOS SIEMPRE HAY, EN MÉXICO SOBRAN LOS
RECURSOS, LO QUE NOS SOBRABAN, TAMBIÉN, SON LOS LADRONES y por eso no llegaban
a donde deben de llegar.
Y SI
NO VIENEN LOS DIPUTADOS Y LOS FUNCIONARIOS, QUÉ NOS RECOMIENDA, ¿IR A LA
CAPITAL Y DECIRLE AL PEJE QUE NO CUMPLEN LO QUE DIJO? pues creo que sí, por lo
pronto, hay palabra y hay respeto por los jodidos y afecto y cariño, y me
recuerdan cuando venía Cárdenas, el General, a platicar y sentarse con sus
tatas, y ellos, tienen esperanza y tiempo para pensar y actuar…y como algo que
ruge, sabemos que hay un tigre dormido y a punto de despertar…
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