Pablo Hiriart
Qué manera de prestarse al ridículo nuestro Presidente
con la pantomima de un complot para ganarle las elecciones.
Ya ni sus amigos le ayudan. ¿Por qué? No sean así.
El martes le dio una arrastrada a la investidura
presidencial con el cuento de la BOA y una conjura develada por un anónimo que
le llevó el documento, pero dice que no supo quién fue.
Como ningún periódico serio le quiso publicar a Morena,
por impresentable, su “bomba informativa” que debía estallar el martes, el
propio Jefe del Ejecutivo decidió hacerlo en Palacio Nacional.
Ayer El Universal, en su columna de la casa, reveló que
un personero de Morena fue el lunes al periódico con el documento de la BOA a
pedirles que lo publicaran como hallazgo suyo.
De esa manera el Presidente podría batear la mansa pelota
y conectar un home run que le daría resonancia al complot.
Los cacharon y el Jefe del Ejecutivo quedó en ridículo
con esa bomba que hizo estallar para culpar a otros de una conjura.
Muy perversos, la verdad.
Tuvo aspectos positivos el cuento de la BOA. El
Presidente reveló a quiénes considera sus enemigos, y si algo le sucede a
alguno de los mencionados ya sabemos quién es el autor.
Nos dejaron ver –para los que aún dudaban– que no tienen
ninguna intención de soltar el poder democráticamente y que ese bloque opositor
de partidos es indispensable.
Piensan que tratar de competirles es un acto de sedición.
Son aspirantes a dictadores y van que vuelan para serlo.
La concentración de poder los obsesiona y dan pasos en
esa dirección todos los días.
A los que disienten los linchan con sus caricaturistas de
La Jornada (salvo el gran Magú).
Los amedrentan con investigaciones que los podrían llevar
a la cárcel o cuando menos al desprestigio.
Les mandan grupos de choque a apedrearles la casa de
Gobierno (Jalisco) o a destruir la entrada de sus edificios, por “ricos”.
O de plano hacen un documento, al que ponen sellos de
CONFIDENCIAL en cada página para impresionar, lo pretenden filtrar a periódicos
y como les dicen que no, el Presidente lo enseña en Palacio Nacional como un
grave asunto de Estado.
Qué ridículo y qué peligroso.
Aspirantes a dictadores es lo que son, y si tienen dudas,
vean el comunicado del grupo parlamentario de Morena sobre la pantomima de la
BOA.
Ni a los comisarios políticos del Granma, órgano oficial
del Partido Comunista de Cuba, se les habría ocurrido tanta verborrea
envenenada como a los diputados de Morena. O al menos lo harían sin faltas de
ortografía y horrores de sintaxis.
Dice el pronunciamiento: “Las elites del país que se
beneficiaron durante décadas de gobiernos corruptos, ven amenazados sus oscuros
intereses, quieren un país donde unos cuantos hacen fortuna a costa del trabajo
y pobreza de la mayoría donde permanecen la corrupción y el despilfarro de
recursos”.
Ese texto chavista fue difundido por Mario Delgado y
Dolores Padierna, coordinadores de la bancada. ¿No les da pena? La señora anda
en BMW nuevo y con chofer. De Mario Delgado mejor ni hablar.
Agrega el manifiesto de los diputados de Morena: “El
Bloque Opositor es la nueva treta de los truhanes de siempre y representa la
política que las y los mexicanos desterramos... Los tristes opositores a la
transformación de México no entienden que mirando al pasado es imposible
construir un futuro de esperanza para todos”.
Reproduzco lo anterior –no sin cierta repugnancia–,
porque evidencia en qué época de la historia piensan que están: en el
porfiriato.
Los que han mandado al desempleo a millones de personas
porque carecen de un plan de defensa de la economía, hablan de un futuro de
esperanza para todos.
Nos regresan al monopolio de los combustibles fósiles, y
para ahogar la producción de energías limpias le aumentan (ayer) a los
productores hasta en 800 por ciento los costos de transmisión.
Y dale con la BOA, que ellos inventaron para acusar de
sedición a los que tendrían el legítimo, y necesario, interés de una alianza
contra la dictadura que se nos viene encima.
Una última cita, lo prometo. “Hacemos un llamado a este
Bloque Opositor para que detenga sus intentos de dividir a México... La conjura
de unos pocos jamás triunfará sobre la voluntad del pueblo”.
No, no es un editorial de Granma contra las damas de
blanco, sino un texto de la diputación de Morena, difundido para rebatir un
documento que ellos hicieron y el Presidente intentó pasar como una prueba de
que se gestaba un complot en contra suya y su partido.
Qué oso con la BOA.
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