MARCO ANTONIO BAÑOS AVENDAÑO
El delito de Odio hacia la comunidad afroamericana, por parte de los policías norteamericanos, tiene resonancia mundial, ya tiene un límite, muy lejos del discurso pronunciado por Martin Luther King, que se manifestó orgulloso de reunirse en la mayor manifestación por la libertad en la historia de Estados Unidos. Muchos esclavos de este siglo, frente al Estado Policía, no se han emancipado, no han logrado su libertad hasta que el poder se ponga al nivel del pueblo norteamericano.
El llamado al “amanecer de alegría para terminar la larga
noche del cautiverio” no ha terminado, la comunidad afroamericana, como la
latina aún tienen grilletes que encadenad y discriminan a los “hombres libres”
del país norteño, los eternos exiliados de los negocios para blancos, de las
escuelas, de los centros educativos o sociales, serán de otras razas menos la
blanca.
Lo dijo King: ¡Las palabras de la Constitución
Norteamericana y la Declaración de Independencia, firmaban una promisoria nota
de la que todo estadounidense sería heredero! Esa nota era una promesa de que
todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de ‘vida,
libertad y búsqueda de la felicidad’. Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado
en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su
obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue
devuelto con el sello de ‘fondos insuficientes’. Pero nos rehusamos a creer que
el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos
en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Por eso hemos venido a
cobrar ese cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la
seguridad de la justicia.¡..¡
Parece ser, que la gran diferencia entre lo que viven los
norteamericanos, debe perfeccionarse en México, que se legisle para crear esa
figura jurídica, abordando temas de racismo, xenofobia, delitos de odio
diversos, responder a las necesidades sociales, ya que mediante el reconocimiento y protección
jurídicas, a través de normas que procuren la inhibición de conductas
discriminadoras y tipifiquen los crímenes de odio por homofobia, lesbofobia e
identidad genérica, de raza, procedencia étnica y religión, entre otras, ello,
para castigar de manera implacable y revertir los efectos perniciosos del
estigma que existe sobre conductas juzgadas como "indeseables", al
percibirse como amenazas para la sociedad, o por desprecio a las personas que
se aprecian como diferentes o desvalorizadas.
Cabe señalar que la afectación a la psique de los
ofendidos o considerar simples aseveraciones o señalamientos genéricos como
discriminatorios, se acreditan, tan sólo se requiere que se atente contra la
dignidad humana, los indígenas, los grupos minoritarios, requieren respeto de
sus policías, de sus gobernantes, de los servidores públicos, hace falta una
cultura constitucional practicada por los norteamericanos, que de una vez por
todas integren el respeto a los ciudadanos latinos y de la misma comunidad
afroamericana y sus descendientes.
Sigue existiendo en todo el planeta, tratos desiguales,
personas que hacen víctimas a otras personas, discriminaciones que son basadas
en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o
económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, preferencias
sexuales, estado civil o cualquier otra, que tenga por efecto impedir o anular
el reconocimiento o ejercicio de los derechos y la igualdad real de
oportunidades. La comunidad afroamericana, afro mexicana, aún viven en el
oscuro y desolado valle de la segregación, y caminar hacia el iluminado camino
de la justicia racial, ahora es un reto civil, con miras a considerarse una
guerra civil, una lucha interna de Estados Unidos.
Los conceptos de libertad e igualdad, aún son un mito en
nuestro tiempo, las frustraciones que vemos en televisión o internet del
maltrato a seres humanos
Ya tiene su rudo despertar si la nación regresa a su
rutina de odio entre el blanco y el negro, entre ciudadanos que obligan a
hispanos a hablar el inglés. Como si fuese
Obligatorio hablarlo en territorio norteamericano.
Es preciso rescatar al pacifista King, que dice en su
discurso: “…No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el
negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la
revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que
emerja el esplendoroso día de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi
gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en
el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos
erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura
y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la
dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa
degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las
majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.
Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe
conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos
blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su
destino está atado al nuestro. Se han dado cuenta de que su libertad está
ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a
medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de marchar siempre hacia el
frente. No podemos volver atrás…”
En suma, los DERECHOS CIVILES, HUMANOS, deben respetarse
en nuestro siglo,
Eliminar el odio del blanco al negro o viceversa, sin que
hayan víctimas de los inimaginables horrores de la brutalidad policial es el
reto de este siglo. Si todos los hombres son creados iguales, hace falta vivir
otra vez ese sueño de igualdad, de libertad y de justicia, de valores perdidos
en la cultura norteamericana al respeto a las diferencias, vivir en un país.
donde no se juzgue por el color de la piel sino por el contenido del carácter.
Fue el sueño que hay que rescatar para el día de hoy.
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