Ricardo Alemán
Para el presidente mexicano no hay más prioridad que su
paso a la historia; no hay más interés que la gloria junto a los próceres
patrios de su preferencia; no hay más que su popularidad.
Por eso, no trabaja para resolver los grandes problemas
nacionales, tampoco para garantizar la salud y menos la vida y la seguridad de
los que menos tienen.
Lo cierto es que el presidente Obrador sólo trabaja para
garantizar lo que él supone su paso a la historia.
Sí, igual que criminales reconocidos por la historia,
como Hitler, Mussolini y Stalin, entre muchos otros, a López Obrador le importa
más un pedestal en la historia, que la vida de los ciudadanos a los que dice
gobernar.
Más aún, el presidente mexicano cree que por destruir una
obra como el NAIM, ocupará un lugar privilegiado en la historia, cree que
construir Santa Lucía y la Refinería Dos Bocas, salvará al mundo y hasta
imagina inaugurar el Tren Maya, para relanzar el sureste del país.
Pero también cree que si debe sacrificar el empleo, el
bienestar, el futuro y hasta la vida de miles o millones de mexicanos, para
garantizar ese paso a la historia –y para hacer realidad esos tres “elefantes
blancos”–, está dispuesto a llevar a la ruina a esas millones de personas, a
sacrificar vidas y hasta olvidar a los pobres.
Y si aún existen ingenuos capaces de poner en duda que
López Obrador comete crímenes de lesa humanidad y que pone en riesgo la vida de
miles de mexicanos, basta echar una mirada a los ejemplos siguientes.
1.- Apenas el pasado lunes, el presidente Obrador anunció
–con bombo y platillo–, un acuerdo con hospitales privados para que esas
instituciones pongan a disposición del sector público camas de hospital, para
urgencias que no tengan que ver con el Covid-19. Se busca quitar presión al
sector público.
López Obrador presentó la iniciativa como novedad en su
gobierno. Lo que no dijo, sin embargo, es que el acuerdo es una mentira y una
mala copia del esquema del Seguro Popular, el mismo que AMLO desapareció para
crear ese bodrio llamado Insabi.
2.- Sin embargo, no es novedad que en todo el país,
médicos del sector público viven un verdadero infierno ya que el gobierno
federal abandonó a los trabajadores del sector salud, al dejarlos sin los
insumos indispensables para atender enfermos del Covid-19, sin poner en riesgo
su vida.
Es decir, que en todo el país, el gobierno federal y los
gobiernos estatales abandonaron a los trabajadores de los hospitales del IMSS,
del sector público federal y de los hospitales estatales, al grado que un
médico jubilado, amigo del comediante Eugenio Derbez, debió hacer pública la
tragedia que viven los pacientes, los médicos, las enfermeras y enfermeros de
Tijuana.
El comediante replicó la denuncia y… ¡horror!, el
gobierno federal gastó millones de pesos en bots para desacreditar no sólo a
Derbez sino a los críticos de la estulticia presidencial.
Y entonces apareció el video de una supuesta directora
del IMSS en Baja California, de nombre Desirée Sagarnaga, quien pretendió
desmentir a Derbez. Al final, el propio gobernador, Jaime Bonilla le dio la
razón a Derbez y dijo que los médicos del IMSS “están cayendo como moscas”.
3.- Apenas ayer lunes, el propio presidente Obrador
alardeó que sus prioridades no son la salud de los ciudadanos y tampoco los
pobres y menos los desempleados. Lo suyo son el Tren Maya, la Refinería Dos
Bocas y el aeropuerto de Santa Lucia.
4.- ¿Y los pobres? ¿Y los desempleados? ¿Y los
contagiados de Covid-19? ¿Y la vida de los médicos y las enfermeras? Nada le
importa al presidente Obrador, salvo sus proyectos prioritarios.
5.- Todo ello en medio del abandono de los mexicanos
pobres. Y es que según los programas sociales de AMLO, hoy 50% menos de
mexicanos desposeídos reciben algún tipo de atención del gobierno federal si se
compara con los mexicanos pobres atendidos en el gobierno de Peña Nieto. Es
decir, Peña atendía más pobres que AMLO.
6.- Pero si aún algún ingenuo duda del daño causado por
el gobierno de AMLO a los mexicanos todos y, sobre todo, a los que viven de su
trabajo, basta ver los niveles de desempleo de los primeros 17 meses del
gobierno de AMLO.
Resulta que en los meses de febrero, marzo y lo que va de
abril, del 2020, suman casi 17 meses de caída libre del empleo en México. Es
decir, no sólo se han perdido los empleos creados en 2019 sino que se perderán
millones de puestos de trabajo que llevarán a la ruina y la desesperación a
igual número de mexicanos; millones de desempleados.
Y todo porque López Obrador prioriza su gloria, su
popularidad y su fama, antes que la vida humana.
Sí, López Obrador es un criminal de Estado que debe ser
llevado ya a juicio político.
Al tiempo.