A unas horas de que tenga lugar la audiencia en la que la
Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, en la que se decidirá si el ex
secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, podrá pagar un
bono de un millón de pesos para seguir su proceso penal en libertad, el fiscal
federal de los Estados Unidos Richard P. Donoghue envió una carta al Juez
Magistrado Robert Levy para oponerse a la liberación remarcando varios delitos
del mexicano.
En el documento de siete páginas, compartido por Vice
News y difundido durante las primeras horas del 27 de febrero, el fiscal pide
respetuosamente, a nombre del gobierno, no aceptar la propuesta del ex
funcionario debido a que las condiciones que este declaró para su liberación no
son suficientes para “garantizar su comparecencia continua ante el juez Cogan y
el tribunal que debe detenerlo en espera del juicio”.
Además solicitó al tribunal emitir una orden de detención
permanente para el imputado, quien pretendía pagar dicho monto por medio de
tres “responsables financieros”, bienes inmuebles por alrededor de un millón
200 mil dólares y su esposa como aseguradora moral.
Sin embargo, el gobierno estadounidense dio a conocer que
dos de los aseguradores no están dispuestos a servir como tales, de acuerdo con
sus abogados. Por otro lado, aseguraron que los datos con los que cuentan
revelan que el último de sus fiadores no cuenta con los recursos para
satisfacer la fianza del millón de dólares por sí solo, además de que ser un ex
colaborador del acusado
La Fiscalía considera que no es válido el argumento de
que García Luna carece de activos suficiente para huir, además del que señala
que su retención limita la capacidad de reunirse y apoyar a su defensa.
Los argumentos que demuestran que existe un inminente
riesgo de fuga
Este 27 de febrero tendrá lugar la audiencia en la que se
determinará si se acepta o no una fianza para que el acusado siga su proceso en
libertad (Imagen: Reuters)
Este 27 de febrero tendrá lugar la audiencia en la que se
determinará si se acepta o no una fianza para que el acusado siga su proceso en
libertad (Imagen: Reuters)
1. El acusado sí tiene capacidad de huir, a pesar de que
justificó tener lazos suficientes con el Estado, que no emprendió una fuga al
ser acusado en el juicio de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo” y que el
mismo propuso pagar la fianza de un millón de dólares por medio de un bono con
bienes inmuebles.
2. Las condiciones de la propuesta no aseguran que el
imputado vaya a presentarse ante el juez en diligencias posteriores.
3. El acusado tendría motivos para huir a México debido
vivió ahí hasta el 2012 y es el lugar en el que residen sus familiares, a donde
viajó más de 30 veces en los últimos cinco años.
4. Tener acceso a recursos por medio de una “gran
cantidad de funcionarios corruptos” y relaciones con miembros del Cártel de
Sinaloa que pueden asegurarse que jamás logren capturarlo. Ejemplificaron este
punto con los casos de “El Chapo” y Rafael Caro Quintero, ambos lograron pasar
años lejos de la justicia debido a sus nexos con el cartel y con la corrupta
policía mexicana.
5. Se cuenta con testigos adicionales dispuestos a dar
declaración sobre que García Luna aceptó ayudar al Cártel de Sinaloa a cambio
de millones de dólares en sobornos.
El documento de Richard P. Donoghue se dio a conocer en
las primeras horas del 27 de febrero, el mismo día de la audiencia donde se
determina si se acepta o no la fianza (Captura de pantalla)
El documento de Richard P. Donoghue se dio a conocer en
las primeras horas del 27 de febrero, el mismo día de la audiencia donde se
determina si se acepta o no la fianza (Captura de pantalla)
6. Sobre el argumento de no poder escapar por la
confiscación del pasaporte, se dijo que es conocido que los mexicanos, en
muchas ocasiones, no requieren del mismo para atravesar la frontera en vehículo
o a pie.
7. Adquirió propiedades que se valúan en cerca de cuatro
millones de dólares en los últimos años
8. Existe evidencia fuerte de los actos delictivos de
García Luna, que incluye a testigos nuevos, entre los que se encuentran altos
ex mandos del Cártel de Sinaloa.
Yates, colegiaturas e inmuebles millonarios con empresas
fantasma
El fiscal dio a conocer que el acusado utilizó en
diversas ocasiones empresas fantasma para ocultar sus actividades financieras.
Por ejemplo, en 2012 usó una empresa con sede en Florida para comprar una
residencia en Golden Beach de 5.099 pies cuadrados con un costo de tres
millones de dólares pagados en efectivo.
A pesar de que García Luna no figuraba en la
documentación del lugar, este se mudó al inmueble después de haberlo comprado.
Por medio de esa empresa, referida en el documento como
“Empresa 1”, el ex funcionario mexicano ocultó la propiedad de un yate privado
que adquirió.
En 2016, utilizó una segunda empresa (Empresa 2) para
pagar la matrícula escolar de sus hijos en instituciones privadas y tampoco
aparecía el en ningún registro de la referida institución.
De acuerdo con las investigaciones del gobierno de
Estados Unidos, el acusado ha utilizado empresas fantasma y prestanombres para
enmascarar sus finanzas. Del mismo modo, las indagatorias revelaron que recibió
millones de dólares en fondos a través de estas empresas fraudulentas.
La incesante necesidad de ocultar sus recursos, es algo
que el fiscal pidió que el Tribunal considerara para tomar con escepticismo la
petición de García Luna.
Genaro García Luna fue relacionado con el Cártel de
Sinaloa durante el juicio de Joaquín
Genaro García Luna fue relacionado con el Cártel de
Sinaloa durante el juicio de Joaquín "El Chapo" Guzmán (Fotoarte:
Steve Allen/Infobae)
Además de esto, se cuenta con los datos de prueba sobre
los nexos que tiene el ex director de Seguridad, durante la administración de
Felipe Calderón, con el Cártel de Sinaloa, así como la mención que se hizo de
su persona durante el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, mismos que utilizó
la defensa del imputado para asegurar que no existía riesgo de fuga.
Fue Jesús Zambada García, mejor conocido como “El Rey
Zambada”, quien testificó que García Luna recibió, en al menos dos ocasiones,
maletines que tenían entre tres y cinco millones a cambio de ayudar al Cártel
de Sinaloa.