Marco Antonio Baños Avendaño.
En Oaxaca existen muchos derechos colectivos o difusos
que tienen que ver con nuestro patrimonio cultural inmaterial, hasta el
esfuerzo de los artistas plásticos debe ser preservado como patrimonio
inmaterial, los diseños de vestidos Mixes, de Tehuanas, de Chilenas, de
Tuxtepecanas, de vestidos o música que tienen que ver con nuestra cultura
oaxaqueña, los lienzos, los colores, las formas y el folcklor mismo en la
riqueza cultural que tenemos los oaxaqueños. Nuestro México tiene una gran
diversidad de pueblos mágicos, solamente del 2001 al 2007 había 34 localidades
consideradas pueblos mágicos en la República Mexicana, en el 2009 se declararon
en esa categoría a El Fuerte, Sinaloa; Tepoztlán, Morelos, y Mexcaltitán,
Nayarit. En el 2010 y el 2011 Tapijulapa, Tabasco; Santa Clara del Cobre,
Michoacán; Palizada, Campeche; Jalpan de Serra, Querétaro; Malinalco, Estado de
México y Mineral del Chico, Hidalgo, fueron incluidos en la lista. Únicamente
Oaxaca tiene a Capulálpam de Méndez y San Martín Peras, se unen a la lista
Zacatlán de las Manzanas, Puebla.
Mucho gustaría que Oaxaca tuviera muchos Pueblos Mágicos
porque existen de los 570 Municipios en ellos, mucha tradición y belleza de sus calles y lo pintoresco de sus
construcciones, muchas mal cuidadas, pero nuestros pueblos no son instruidos en
Urbanismo o en Desarrollo, mucho menos en respetar las fachadas coloniales.
Si este Programa Pueblos Mágicos, que al parecer ya
desapareció, venía siendo desarrollado por la Secretaría de Turismo en
colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y
municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que
siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que
representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y
extranjeros. Oaxaca está llena de historia, tenemos hermosos lugares en su
geografía mucha riqueza cultural e histórica, lo que no existe es un compromiso
verdadero con los municipios, es causa de vergüenza simplemente pasar por el
Rio Atoyac, oler la fetidez que existe, es causa de enfermedades, ver la basura
existente en el mercado de Abastos, contemplar los camiones pasar llenos de
pasajeros con humo sin verificación, ver las fachadas pintadas de graffiti con
leyendas ajenas a nuestra cultura, muchas e inglés, mal pintadas, exige una
respuesta a quienes pensamos en componer visualizando un futuro nuevo para todo
Oaxaca.
Esto sin contar con los baches, banquetas mal hechas,
construcciones que no respetan las normas en materia de Obra Pública, en fin,
hay muchas cosas que no se han hecho en nuestros Municipios y que mucho
ayudaría proponer a los nuevas autoridades municipales que se elegirán, que se hiciera
un esfuerzo extraordinario para generar mínimamente un pueblo mágico por Región
del Estado de Oaxaca.
No tenemos una gran oferta turística en nuestros Valles
Centrales, nuestra gente está cansada de abusos de quienes en el poder
Municipal y otros del Estatal, no responden a esa oferta turística innovadora y
original, que pueda atender todas las demandas de cultura, tradiciones,
aventura y deporte extremo en escenarios naturales, o la simple, pero única
cotidianidad de la vida rural.
Por lo que para
tener nuestros propios Pueblos Mágicos por Región, deben los Municipios en sana
competencia priorizar la belleza y seguridad de nuestras poblaciones y ciudades
coloniales, embellecer con colores agradables las calles de sus municipios,
darle una nueva vida al entorno en donde se vive.
Nuestros pueblos, nuestras localidades tienen muchos
atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad,
una gran MAGIA que emana en cada una de sus manifestaciones socio - culturales,
y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento
turístico, somos resultado de las culturas que se congregan en la Guelaguetza,
las Regiones de Oaxaca merecen tener sus pueblos mágicos, el Gobierno Estatal
debe apoyar esta iniciativa decididamente a favor del turismo nacional y
extranjero.
Nuestro pueblo de Oaxaca es un gran pueblo, no basta
tener una buena imagen urbana, el incentivar la economía local y regional, sino
tener la misma calidez humana cuando visitan nuestras calles los turistas y con
orgullo señalarles el camino a recorrer en el Estado o las Regiones. Oaxaca
tiene una gran fuerza cultural y entornos urbanos y naturales de gran impacto,
hace falta tratamiento de aguas negras en zonas cercanas insisto, al Rio
Atoyac, al Rio Salado, a riachuelos llenos de podredumbre que en nada
benefician al impacto visual o de salud a nuestros oaxaqueños.
Las características que un sitio debe tener para ser
Pueblo Mágico incluyen estar ubicados en zonas cercanas a sitios turísticos o
grandes ciudades, ser accesibles por carretera y un alto valor histórico,
religioso y cultural. Su común denominador es tener una gran importancia en la
tradición nacional. Oaxaca está llena de historia, de cultura, de tradiciones,
de belleza, de folklor, de costumbres hermosas con sus calendas y danzantes, de
lenguas que necesitan ser rescatadas, por sus artes culinarias y vestimentas
que debemos portar, de sombreros y paliacates que necesitamos para coincidir
con nuestra riqueza cultural. Un Pueblo Mágico encierra muchos atractivos
turísticos, no hemos podido hacer más por nuestro entorno, los gobiernos
van vienen capoteando los problemas
políticos, sociales, etc, sin darle prioridad a la belleza del entorno, a los
jardines públicos, a las zonas de recreación familiar, a la seguridad pública y
a una paz ciudadana que está inconforme siempre, por lo que pudiéramos tener
lugares mágicos, pero hacer de Oaxaca un gran Pueblo Mágico, es una ilusión por
ahora, no se ve que exista voluntad política de Municipios de la misma Federación
o del Gobierno Estatal para crear Pueblos Mágicos para Oaxaca.
En común, los Pueblos Mágicos comparten encanto: son de
calles estrechas, construcciones peculiares y en muchas ocasiones los
pobladores tienen costumbres locales muy arraigadas por lo que ostentan esa
distinción, y se encuentran por todo lo largo y ancho del país, por lo que no
sólo ante la UNESCO se deben pedir recursos económicos para crear estos pueblos
mágicos, sino al mismo Congreso Federal, el Poder Ejecutivo Federal, deben coincidir
con los Municipios interesados en realizar la gran Magia de construir y
desarrollar la belleza que otorga esa magia que se busca ante el mundo: Nuestro Oaxaca puede ser un lugar más bello,
por su antigüedad, por sus hechos históricos, por sus atributos simbólico, por
su arquitectura, por su cultura, debemos pensar en elevar el rango y calidad de
vida de nuestras ciudades, imaginar que podemos con un teleférico viajar del
Fortín a Monte Albán, o de San Felipe al Centro de la Ciudad o bien, darle la vuelta a la Ciudad de Oaxaca
en tren con la familia, de lo contrario,
de no haber una nueva visión, de no haber voluntad política, ni interés alguno
en querer hacer realidad los sueños, sigamos imaginando, sigamos soñando, que
nada cuesta hacerlo.
En definitiva, los derechos difusos sobrevienen a última
hora de este momento de la humanidad, siendo prohijados por el común de los
países civilizados en la medida que han sido reconocidos por el Derecho
Internacional como derechos de última generación, llamados Derechos de los
Pueblos o Derechos de Solidaridad (derecho a la paz, al patrimonio común de la
humanidad, a la solidaridad, al desarrollo, a la comunicación, etc.). Los
intereses difusos queden distinguidos de los intereses colectivos en que estos
son típicos intereses de grupo, imputables a la colectividad organizada como un
todo para la consecución de intereses propios a la categoría de pertenencia. En
Oaxaca cobran mayor fuerza los intereses difusos ya que corresponden a una
realidad social, tienen gran interés ahora y estos intereses difusos se
traducen en intereses generales. Carecen
de relevancia protectora tanto en el procedimiento administrativo como en el
jurisdiccional, sin excluir, el procedimiento político para la formación de las
normas reguladoras. Son unos nuevos reclamos colectivos.