- La Unidad de Inteligencia Financiera, el SAT y la Fiscalía General de la República, deben investigar al representante legal de la empresa potosina Préstamos y Recursos, Arturo Mejía Alvarado.
- Amén de la evasión fiscal, se debe investigar la probable delincuencia organizada y lavado de dinero con participación de “juniors” que se ostentan como constructores, como Manuel N.
Alfredo Martínez de Aguilar
A partir de los 80, Oaxaca se convirtió en la Meca del
Lavado de Dinero. El esquema de evasión fiscal outsourcing sentó sus reales y
cobró carta de naturalización en la economía del estado.
A ello, se suman y agravan la evasión fiscal, por la
falta de pago de impuestos, los multimillonarios fraudes en materia de
préstamos, empeños y cambio de divisas, según reportes de inteligencia.
En la década de los años noventa, la corriente
organizacional cambió hacia la reubicación de recursos y servicios que
permitían la maximización y especialización de los negocios en México.
Finalmente, en la década actual, a partir de 2013, las
actividades económicas que en mayor medida son desarrolladas, a través de la
figura del outsourcing, son aquéllas relacionadas con:
Personal; Procesos fiscales; Tecnologías de la
Información y Comunicación (TIC); Procesos de Negocios; Administración y
Control de Proyectos; Auditoría interna, y Seguridad en TIC.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador
está urgido de recursos frescos sin aumentar impuestos. Para conseguirlo, nada
mejor que combatir el lavado de dinero en el país.
Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de
Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, tiene en Oaxaca una
enorme mina de diamantes, por la multimillonaria evasión de impuestos.
El Sistema de Administración Tributaria (SAT) no lo
ignora, sin embargo, es imperioso que investigue los cuantiosos fraudes a
empresas oaxaqueñas y el probable lavado de dinero.
Es el caso de la empresa Préstamos y Recursos S.A. de
C.V., con RFC: PSR160723SN0, y domicilio en Cordillera Karakorum No. 180, Col.
Lomas 3a. Sección, San Luis Potosí, SLP, C.P. 78216.
Sus oficinas en la Ciudad de Oaxaca se ubican en Calzada
Héroes de Chapultepec Núm. 1220 (a una cuadra del Estadio de Béisbol “Eduardo
Vasconcelos”), propiedad de un tío de Manuel N.
Para realizar los fraudes, sobre todo, con empresas constructoras
urgidas de liquidez por el retraso gubernamental en los pagos, juniors
oaxaqueños, se encargan de “enganchar” a las víctimas.
Los hijos de conocidas familias de la “vallistocracia”
como Manuel N., se ostentan como empresarios, algunos como constructores, al
“recomendar” a los defraudadores potosinos.
La Unidad de Inteligencia Financiera y el Sistema de
Administración Tributaria (SAT), deben investigar al representante legal de la
empresa Préstamos y Recursos, Arturo Mejía Alvarado.
Pero, además de la evasión fiscal en el pago de
impuestos, la Fiscalía General de la República (FGR), debe investigar, por su
parte, la probable delincuencia organizada y lavado de dinero.
Manuel N. convence a las víctimas que la empresa
Préstamos y Recursos es confiable, con una tasa de interés baja del 1.2%
mensual y un plazo fijo a 18 meses respecto a los préstamos.
Además, se debe pagar a la empresa con domicilio fiscal
en San Luis Potosí una fianza del 8% del monto solicitado, para facilitar el
depósito del cheque dos días después de firmar el depósito.
Al insistir para convencer a las víctimas, Manuel N.
refiere que él solicitó un crédito financiero a Préstamos y Recursos, por la
cantidad de $600,000.00 (seiscientos mil pesos 00/100 M.N.).
Asimismo, comenta que le pidieron recomendar a dos
personas más de referencia para facilitar préstamos, por lo que recomendó a su
ex esposa, quien solicitó un préstamo de $200,000.00.
Una de las víctimas, consiguió el 8% del monto por un
millón que solicitaría en préstamo, para pagar en este caso una “fianza” por la
cantidad de $80,000.00 (ochenta mil pesos 00/100 M.N.).
El dinero en efectivo se entregó a Sergio Salgado,
empleado de la empresa potosina Préstamos y Recursos S.A. de C.V., en presencia
de Manuel N. quien sería el titular de dichos préstamos.
Se firmó un contrato y entregaron un recibo de la
“fianza” por los 80 mil pesos, pero la firma del contrato no es la misma que la
del recibo de la supuesta “fianza”, otorgada por la propia empresa.
Al hacer la observación correspondiente, el empleado de
la empresa Sergio Salgado afirma que sí es la firma de la misma persona, porque
a él ya le entregan los “machotes” de estos documentos.
Para no entregar el préstamo, posteriormente la empresa
Préstamos y Recursos S.A. de C.V., exige pagar una fianza más por el 6% de los
dos otros préstamos y los gastos de operación de un notario público que avale
la elaboración de los cheques a depositar por las cantidades antes mencionadas.
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