Imposiciones de homólogos y no ser escuchado fueron los
motivos que llevaron a Carlos Urzúa Macías a renunciar a la titularidad de la
Secretaría de Hacienda, con lo cual se convirtió en el segundo integrante del
gabinete de Andrés Manuel López Obrador en abandonar el barco de la denominada
cuarta transformación.
AMLO- Urzúa. Foto internet. |
A través de una carta que le entregó de forma personal
alrededor de las 10:00 horas y la cual después hizo pública en redes sociales,
argumentó que siempre hubo muchas discrepancias en materia económica.
“Algunas de ellas porque en esta administración se han
tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy
convencido de que toda política económica debe realizarse con base en
evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta tener y libre de todo
extremismo, sea de éste de derecha o de izquierda. Sin embargo, durante mi
gestión las convicciones anteriores no encontraron eco.
“Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de
funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue
motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente
conflicto de interés”, expresó el ahora ex funcionario, quien a la vez fue
motivo de la renuncia de Germán Martínez a la dirección del IMSS.
Martínez, quien también hizo pública su carta de
renuncia, argumentó injerencia de Hacienda en las decisiones del IMSS.
Mientras Urzúa Macías hacía público el documento donde
anunció su salida, a las 11:15 horas, Arturo Herrera Gutiérrez, su segundo a
bordo, se encontraba dentro del despacho del Presidente grabando el video en
donde éste lo nombró secretario de Hacienda.
En dicho clip, el mandatario indicó que Herrera Gutiérrez
no sólo es un profesional sino que tiene sensibilidad porque su familia viene
del movimiento social.
“Acepto con mucha ilusión esta responsabilidad, una gran
responsabilidad nuestro país es un país con grandes cosas pero también con
carencias y contrastes y es en el área de la desigualdad donde tenemos que
asegurar que la Secretaría de Hacienda esté enfocada en esos asuntos”, expresó
Herrera.
Sobre la renuncia, el Presidente indicó que la aceptó y
agradeció al ahora ex funcionario.
“Él no está conforme. Nosotros tenemos el compromiso de
cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 36 años…
Como se están llevando a cabo estos cambios se cimbra, rechina, y hay a veces
incomprensión, dudas, titubeos, incluso al interior del mismo gobierno”.
Herrera, hasta ayer subsecretario de Hacienda, ha sido
revirado por López Obrador en meses pasados, luego de que indicó que se estaba
analizando la posibilidad de retomar el cobro de tenencia, lo cual desmintió el
Presidente.
Arturo Herrera Gutiérrez ya tiene experiencia trabajando
con López Obrador, de quien fue secretario de Finanzas al cierre de su
administración en la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal,
previamente le antecedieron Gustavo Ponce (procesado por lavado de dinero) y
Carlos Urzúa, quien también le renunció.
A Urzúa Macías se le vio abandonar Palacio Nacional
alrededor de las 16:00 horas, luego de la entrega-recepción con Herrera
Gutiérrez.
Frase
“En esta administración se han tomado decisiones de
política pública sin el suficiente sustento… Me resultó inaceptable la
imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública.
Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente
conflicto de interés”
Carlos Urzúa Macías
Ex secretario de Hacienda
Se va mando antisecuestros
Por: Daniela Wachauf
Gualberto Ramírez Gutiérrez renunció al cargo de la
Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestro
(UEIDMS), con adscripción a la Subprocuraduría Especializada en Investigación
de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR),
señalaron que la dimisión la presentó por motivos personales.
Ramírez inició en la administración del ex presidente
Felipe Calderón Hinojosa y posteriormente como encargado de unidad, también
llevó las averiguaciones de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala,
Guerrero.