Carlos Ramírez.-
Las ramificaciones de la balacera en la Plaza Artz, luego
del error garrafal de interpretación del incidente por la Procuraduría de
Justicia de Ciudad de México, revelaron graves fallas en las políticas de
inteligencia, seguridad nacional y seguridad interior del Estado.
La resquebrajadura se debe al Centro Nacional de
Inteligencia en proceso de construcción y con limitados objetivos de análisis,
pero sería como secuela de la carencia de pensamiento estratégico en los
funcionarios del área política del régimen: la Federal de Seguridad, la
Dirección de Investigación y Seguridad Nacional, el Centro de Investigación y
Seguridad Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia.
La balacera en Artz reveló operaciones de mafias
extranjeras del crimen organizado que en algún momento estuvieron en el radar,
pero a las que nadie les dio seguimiento. La capacidad de involucramiento en la
sociedad mexicana permitió que mafiosos se reunieran en un lugar público de
clase alta y que una sicaria improvisada irrumpiera la violencia con el efecto
inevitable de atraer líneas de investigación hacia el grupo agresor y los
grupos agredidos.
A nivel público fue el primer caso de balaceras
criminales sin preocupaciones por los efectos policiacos y sociales. Algunos
datos señalan que hubo otros posibles escenarios para el atentado, pero se
envío un mensaje en un atentado público en una de las principales plazas de
alto nivel adquisitivo en Ciudad de México.
La reacción de la Procuraduría capitalina enfatizando un
incidente pasional fue la corroboración de que a nivel de seguridad pública no
tenían ninguna idea de lo que había ocurrido, a pesar de tres detalles en lo
inmediato: la forma en que se realizó el asesinato muy al estilo de El Padrino
en el restaurante con Michael Corleone, el uso de una peluca de la cual se
deshizo en lo inmediato por la sicaria y la forma en que soltó la pistola para
poder huir.
Y el dato más preocupante a nivel de analistas de
seguridad fue la posibilidad de que alguna de las ramas del Cártel Jalisco
Nueva Generación se haya visto involucrada en un incidente que llevaría el
sello de la lucha por plazas. El CJNG ha entrado con fuerza en Ciudad de México
y ninguna de las autoridades locales de seguridad tiene capacidad para
recopilación y análisis de inteligencia.
El caso de Plaza Artz encontró un Centro Nacional de
Inteligencia sin funciones definidas: a veces se dice que es para información
criminal, en otras ocasiones se afirma que tiene tareas de inteligencia y
seguridad nacional y a veces se supone que está dedicado sólo a seguridad
pública. En cualquiera de estos casos, el mensaje de Artz comenzó a preocupar:
México no tiene un servicio eficiente de inteligencia.
En su programa nacional de seguridad pública, el nuevo
gobierno anunció algo que hasta ahora no se ha avanzado ni un milímetro: la
conformación de un Sistema Nacional de Inteligencia, que, se supone, sería la
suma de las oficinas de recopilación de información de inteligencia de los
servicios estatales de seguridad. Pero ningún gobierno estatal tiene un sistema
de inteligencia y las oficinas federales del CISEN tenía poca vinculación con
los expedientes locales.
El nuevo gobierno cortó de tajo con las funciones del
CISEN y el gobierno y sus oficinas de seguridad se quedaron sin información
estatal y municipal, a pesar de que el 95% de los delitos son de fuero común y
atención local. La Guardia Nacional tiene oficinas de investigaciones, pero
hasta donde se tienen datos tampoco se ha preocupado por áreas de inteligencia
nacional y, ahora se sabe, internacional.
El problema se localiza en la falta de personal
capacitado para definir las doctrinas de seguridad nacional y de seguridad
interior. El CISEN fue instrumento de poder y espionaje particular de los
funcionarios en turno. El único que le dio cierto sentido profesional al
organismo fue Eduardo Medina Mora, director del 2000 al 2005, pero los
posteriores directores lo convirtieron en una oficina al servicio del
secretario de Gobernación en turno. Los archivos abiertos han mostrado la
carencia de un servicio de inteligencia del Estado.
El problema radica en la falta de continuidad
profesional. En 2009 fue creada la Escuela Nacional de Inteligencia para la
Seguridad Nacional para capacitar a sus cuadros, pero su funcionamiento ha
carecido de funcionalidad y sus cursos son meramente técnicos, sus agentes sólo
recopilan información y por austeridad el nuevo CNI ha cerrado sus oficinas en
el extranjero.
Lo que no se ha entendido --y fue el mensaje de Artz-- es
que la inteligencia y su hermano bastardo el espionaje son instrumentos de
gobierno del Estado.
Avances. La ley garrote de Tabasco y la operación
reelección en Baja California configuran el modelo DF que implemento el PRD en
el periodo 1997-2006 para controlar bases sociales que le han garantizado votos
de victoria en elecciones locales, independientemente de que hundieron a la
capital de la república en la ineficiencia, la corrupción y la precarización de
la ciudad.
Política para dummies: La política es el arte de prever
lo que viene y tener posibilidades de influir.
http://indicadorpolitico.mx
carlosramirezh@hotmail.com
@carlosramirezh