Rubén Cortés.-
Vestir a un santo para desvestir a otro: sucedió ayer.
Los diputados de Morena aprobaron el dictamen que desaparece al Consejo de
Promoción Turística, cuyos recursos serán dedicados a un tren que tardará nueve
horas en arribar a los pueblos que llegue en la zona maya.
El CPTM aplicaba las políticas de promoción en el país y
el extranjero, gracias a lo cual, en parte, México se convirtió en el sexto
país más visitado del mundo.
Su presupuesto irá al Tren Maya, y serán los embajadores
quienes convenzan a los extranjeros de turistear aquí.
Un puntapiés al turismo nacional, que ya bajó posiciones
en el ranking mundial, porque, no juguemos con las palabras: ¡Lo que no se
exhibe no se vende! Y los embajadores no saben vender, ni es su trabajo, ni
tienen estructura para ser promotores de sol y playa.
Y coincide con una puñalada: la violencia imparable
desangra a Cancún, el balneario más rentable de América Latina y captador de
más de la mitad de los alrededor de 20 mil millones de dólares que ingresa el
turismo al PIB hace un par de años.
Según México Evalúa, Cancún concentra el 42 por ciento de
los homicidios dolosos en el país. Pero es toda la Riviera Maya. Las botas
militares se mezclan sobre la arena con las chanclas de los turistas. La
presencia militar en la playa es el último recurso para salvar a la perla de la
corona.
La Semana Santa, por ejemplo, registró una severa caída
del 14 por ciento en las reservaciones hoteleras, y una disminución de hasta el
20 por ciento en sus ingresos, lo cual acabó en una baja en la generación de
empleos.
Visitaron Cancún un millón 276 mil turistas, que dejaron
mil 75 millones de dólares, una derrama económica que en realidad es una
reducción del ingreso, teniendo en cuenta que eso no cubre siquiera la
proyección inflacionaria para este año.
Lo explica mejor Alex Zozaya, CEO de ALG, uno de los más
importantes del mundo: “La baja en ingresos del turismo en México es del 20 por
ciento, frente a 2018, que ya fue año de pérdidas. Nosotros ya registramos una
disminución del 14 por ciento de asientos de Estados Unidos”.
En total, el Caribe mexicano enfrenta una caída de seis
por ciento en la ocupación hotelera, y de hasta 10 por ciento en tarifas
hoteleras, es decir, como explican los especialistas: “El precio cae incluso
más que la ocupación”.
Y, pues, tenía que ser así: Cancún es uno de los 10
municipios más violentos e inseguros de México, el México que ha tenido el
primer trimestre más violento e inseguro de la historia, con más de ocho mil
asesinatos.
Es una catástrofe.