Carlos Ramírez.-
16.- En este sentido, los análisis sobre el gobierno de
Trump deben tomar en cuenta un posicionamiento ideológico histórico de Trump en
sus comportamientos autoritarios, porque sabe que por la diplomacia y la
política no avanzará en la recuperación para los estadunidenses de condado el
país, el Estado y el gobierno. A base de esos comportamientos autoritarios
Trump ha avanzado en contra del Estado liberal y su establishment formado por
grupos dominantes de poder: la prensa liberal, la academia, las mujeres
subsidiadas, las universidades públicas liberales que han cerrado sus puertas a
los conservadores y hasta los intelectuales conservadores que han llegado a una
connivencia con los liberales para lograr un cruce de intereses y formar
corrientes de pensamiento conservador-liberal y liberal-conservador.
Ciertamente su propuesta implica un regreso de la historia y una verdadera
contrarrevolución tradicionalista, pero los liberales se han querido quedar con
todo el poder y se fueron cerrando a los valores conservadores rompiendo el
equilibrio ideológico que permitió la consolidación imperial de finales de la
segunda guerra mundial a las elecciones presidenciales de 2016. Mientras los
liberales se sustentan en el poder de la cultura, los tradicionalistas se
apoyan en el autoritarismo de personajes tipo Trump y Bannon.
17.- El problema que enfrenta Trump radica en la división
en el bloque conservador: el movimiento conservador-neoconservador es más
intelectual, cultural y filosófico que de masas y se mueve en los espacios del
liberalismo, en tanto que el tradicionalismo es más pragmático, localista y
anti Estado. Los presidentes conservadores Nixon, Reagan, Bush Sr. y Bush Jr.
se movían sin radicalismos, en tanto que los liberales Carter, Clinton y Obama
avanzaron en agenda de derechos sexuales y de libertades individuales en
asuntos de drogas. El conservadurismo se ha fragmentado en corrientes: neoconservadora,
intelectual, derechista y tradicionalista. La agenda de Trump es la más
ambiciosa hasta ahora porque va contra derechos ya ganados y responde a la
derecha de condado, la fracción más exigente. Y en el tema migratorio, el
asunto llega al tema de preeminencia mayoritaria wasp frente al avance de la
minoría hispana. El sector derecha de Trump se divide, y no siempre de acuerdo,
en: conservador, neoconservador, derechista, derechista-tradicionalista,
derecha alternativa y fascista. La derecha llegó al poder después de 65 años
arrinconada por los liberales.
18.- La agenda migratoria de Trump es radical. El avance
de los hispanos hace temer (George Friedman, Los próximos 100 años) una
recuperación hispana en la zona suroeste que pasó a territorio estadunidense en
1848. El mapa original de finales de siglo XVIII mostraba los territorios de
las Trece Colonias con poco menos del 20% del territorio; la expansión en el
siglo XIX implicó el noroeste controlado por los indios y el avance wasp
implicó la liquidación de 10 millones de indios habitantes originales; y el
avance al suroeste le quitó a México los estados que formaban la mitad de su
territorio. A lo largo de poco más de ciento cincuenta años, la población india
es de apenas 0.8%, en tanto que la población hispana llegó a 18% en el 2016 y
podría subir a 35% hacia mediados de siglo XXI. Hasta la toma de posesión de
Trump, dieciséis estados --entre ellos los más grandes: Texas y California--
tenían población hispana --mayoritariamente mexicana-- entre 10% y 50%. De
acuerdo a los mapas, en 1960 aproximadamente el 10% del territorio
estadunidense tenía presencia importante de hispanos, de manera sobresaliente
el sureste: Florida, Georgia, Luisiana y Texas. Para el año 2060, la estimación
revela que apenas el 10% del territorio tendrá mayoría blanca, con todo el sur,
del este al oeste, de costa a costa y de frontera a frontera, con dominación
hispana. Hacia el 2060 se prevé una mayoría hispana de 37%, contra una minoría
blanca de menos de 35%. Una frase del conductor de noticiero Univisión ha
resumido el debate: “este país es de nosotros los hispanos, no de ellos, los
blancos de Trump”.