- Hoy, el mayor financiamiento de las campañas político-electorales proviene del crimen organizado y del narco, y presuntamente del lavado de dinero de los corporativos fiscales dedicados al outsourcing.
Alfredo Martínez de Aguilar
El triunfo de candidatos impuestos por el crimen
organizado y el narcotráfico en la elección de las 13 Agencias Municipales,
para controlar el narcomenudismo en la capital, obliga a airear el asunto.
Los nombres son conocidos, a partir de las denuncias en los
medios y, sobre todo, en las redes sociales. Guerra que seguirá cobrando la
vida de agentes y ex agentes, y presidentes municipales.
Por su probable complicidad y traición, a la ejecución de
Norberto Ayala en la capital, y el atentado a Emilio Montero en Juchitán,
seguirán otras muertes y atentados. Está sentenciado a muerte.
El caso del ex Agente Municipal y candidato por San Juan
Chapultepec, y del presidente municipal de Juchitán, no son los únicos
presuntamente involucrados con la maña en los 570 municipios.
Hoy, el mayor financiamiento de las campañas
político-electorales proviene del crimen organizado y del narco, y
presuntamente del lavado de dinero de los corporativos fiscales dedicados al
outsourcing.
Dirigentes de los sindicatos de transportistas y
prestanombres empresariales que lavan dinero de la maña en outsourcing
participan activamente como inversionistas en las campañas electorales.
Lo hacen desde el padre putativo del outsourcing Sergio
Castro, Eligio Hernández Carrillo, Mariano Rosales, Federico y Gabriel Sada
Bolaños Cacho, Jorge Castillo Díaz, Eduardo Martínez Helmes, Alberto Vargas
Varela, Eduardo Rojas Zavaleta y Pedro Morlet Rodríguez, entre otros muchos
más.
Hasta el sexenio priista de Enrique Peña Nieto gozaban de
total impunidad, ahora aparecen en la “lista negra” del Zar Antilavado,
Santiago Nieto, y se les investiga, aunque vivan en Belice.
Reportes de inteligencia de organismos civiles y
militares revelan que la mayoría de las 13 Agencias Municipales junto con los
municipios conurbados forman parte del cinturón del vicio.
En unos y otros proliferan prostíbulos, bares, cantinas y
“tienditas” vendedoras de drogas.
La guerra a muerte entre sindicatos de
transportistas es por el control de las rutas de distribución.
Con la protección de jefes y elementos de las diversas
corporaciones policíacas federales, estatales y municipales, es el gran negocio
de los sindicatos de transportistas, a través de taxis y mototaxis.
El narcomenudismo presuntamente es protegido por
políticos de izquierda como Benjamín Robles Montoya, quien impuso en Santa
Lucía a Dante Montaño Montero como presidente municipal.
El edil presuntamente está involucrado en el asesinato
del abogado Jesús Antonio y la modelo Aída en la Calzada a San Felipe del Agua
y la Fuente de las 8 Regiones, el 29 de enero de 2017.
A cambio del apoyo del ex vicegobernador de Gabino Cué,
ex priista, ex convergente, ex perredista, el diputado federal del PT, maneja
la nómina con aviadores como su hijo Luis Alfonso.
A ello obedece la intervención en operativos mixtos de
elementos del Ejército en la Central de Abasto, colonias y las agencias al lado
de la Policía Estatal Preventiva, la AEI y la Policía Municipal.
Nada nuevo bajo el Sol de Oaxaca. Desde la década de los
70, la Agencia Municipal de Álvaro Obregón es cabeza de playa y aduana en el
Istmo del tráfico de drogas, armas e indocumentados.
Los guerrilleros centroamericanos, sobre todo
guatemaltecos, como José María Ignacio Ortiz Vides, fundador de la Unión del
Pueblo, apoyan desde entonces a la COCEI y hoy a Morena.
El PRI, la CROC, CTM, CROM y CNOP apoyaron en 1983 a la
CANACO, dirigida por Humberto López Lena, para denunciar la existencia de al
menos tres mil guerrilleros centroamericanos en Juchitán.
Apoyado en su mesianismo cristiano pentecostal, Andrés
Manuel López Obrador perversamente insiste en engañar con la verdad. No miente,
peca de cínico al igual que otros geniales políticos.
Lo hizo durante doce años de intensa campaña para ganar
la presidencia y, ahora, desde ésta sigue manipulando la verdad. Utiliza
falazmente a su favor verdades a medias de manera convenenciera.
Hábilmente, dice a millones de pobres güevones lo que
quieren oír, a cambio que les regale dinero sin necesidad de trabajar. Lo mismo
ocurre con miles de resentidos políticos de todos los partidos.
Profundo conocedor de la condición humana ha sabido
capitalizar a su favor que todos tienen un precio y que proliferen los
resentidos políticos y desadaptados sociales en México y en Oaxaca.
Si sus partidos hubieran dado el poder que exigían los ex
priistas, ex panistas y ex perredistas, incluyéndose él mismo, no estarían en
el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Un día sí y otro también reitera sus cotidianas críticas
mañaneras contra la corrupción y las complicidades de la mafia del poder del
PRIAN con el crimen organizado y el narcotráfico.
El escupitajo al cielo del presidente López Obrador cae
en su cara. La corrupción y complicidad con el narco le salpica a él, también,
a su paso por el PRD, al imponer a José Luis Abarca en Iguala.
Tiene razón, está ampliamente documentada globalmente la
corrupción y complicidad con el hampa organizada de los dirigentes nacionales,
estatales y municipales del PRI desde los 70.
Luis Echeverría Álvarez jamás hubiera llegado a la
presidencia de la República sin el apoyo económico y político de su suegro José
Guadalupe Zuno Arce, capo del narco en el sur de Jalisco.
Después la creciente corrupción y complicidad con el
narcotráfico durante los gobiernos de José López Portillo, Miguel de la Madrid,
Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, dinamitó las instituciones.
Por su ambición de mantenerse en el poder transexenal los
gobiernos del PAN con Fox y Calderón, también se hicieron cómplices del narco,
pero la peor debacle ocurrió con Enrique Peña Nieto.
Por ello, sorprende que AMLO insista en la estúpida
guerra contra el narco decretada por el alcohólico Calderón para monopolizar su
control hegemónico, a través de Genaro García Luna.
Al igual que Miguel de la Madrid traicionó a los viejos
capos Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca
Carrillo, Felipe Calderón y Enrique Peña traicionaron al Chapo.
Los capos prestarían un gran servicio a México si
probaran la complicidad y corrupción con los ex presidentes, pero también con
la DEA, quien asesinó a su agente Kiki Camarena para callarle.
Aquí en Oaxaca, uno de los últimos gobernadores priistas
del reciente pasado traicionó al jefe de jefes y secuestró a su hermano, a
través de su delfín, y vendió la plaza a un cártel nacional.
Al final todos serán traicionados por el gobierno de
México, a pesar de financiar campañas y enriquecer a los presidentes de la
República, a los gobernadores y presidentes municipales.
Asimismo, serán traicionados y robadas sus fortunas por
el gobierno de Estados Unidos. Es la lección que no aprenden los capos de los
carteles que se diputan el control en México y Oaxaca.
El único seguro de vida de los capos es actuar de manera
inteligente, restableciendo la vigencia de su Código de Honor que ante todo
respeta a la familia y proscribe la muerte de mujeres y niños.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila