- El 99% de los hogares recibió subsidio eléctrico en 2017.
- El 70% del territorio de México tiene el potencial para instalar paneles solares.
- Es rentable la instalación de paneles solares para el consumidor de nivel medio y bajo, sin que el Gobierno o los ciudadanos gasten un peso más.
En México, lo que un usuario promedio paga en su recibo
de luz no refleja el verdadero costo de la electricidad. El Gobierno ejerce un
subsidio, el cual crece y se concentra en el sector doméstico. Entre 2004 y
2014, el monto ascendió a poco más de 1 billón 350 mil millones de pesos a
valor presente[1]. Esta cantidad habría sido suficiente para instalar paneles
solares en todas las casas de México.[2]
¿Qué pasaría si el Gobierno usara el dinero con el que
subsidia los recibos de luz para instalar paneles solares en hogares?
Cambiar el actual esquema de subsidio al consumo para
subsidiar la inversión en el sector es posible, sin afectar el presupuesto.
Hoy, el subsidio no necesariamente beneficia a quien más lo necesita, los
hogares con mayores recursos son más eficientes en su consumo de energía, por
lo que su tarifa es subsidiada. Tenemos que encontrar mejores maneras de
focalizar el subsidio.
México tiene un gran potencial para producir energía
solar domiciliaria, ya que en el 70% de nuestro territorio es viable instalar
paneles solares[3]. Con la tecnología actual, es posible producir esta energía
a un costo menor y de forma sustentable.
Se propone realizar un plan piloto en Mexicali
Se busca cambiar el subsidio al consumo de energía
por inversión en paneles solares. Esto
es rentable para tres tipos de consumidores, de acuerdo con el análisis
costo-beneficio realizado para esta ciudad.
Según los tres tipos de consumidores domésticos en
Mexicali, los subsidios residenciales de esta ciudad se encuentran entre los
más altos de México.
Consumo alto. No recibe subsidio. Su consumo mensual
rebasa el límite de 2 mil 500 kWh.
Consumo medio. Recibe subsidio. Utiliza 600 kWh mensuales
en verano y 140 en invierno.
Consumo bajo. Recibe subsidio. Utiliza 85 kWh mensuales
en verano y 25 en invierno.
Para determinar si el proyecto es rentable se toman en
cuenta dos variables:
Valor Actual Neto (VAN). Representa cuánto vale hoy día
la diferencia entre el pago que realizaría el usuario en sus futuros recibos de
electricidad y el costo de la instalación de los paneles solares.
Tasa Interna de Retorno (TIR). Porcentaje de posible
ganancia que representa la totalidad del proyecto, esta debe ser mayor a una
tasa de referencia como las de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP).
Resultados del caso piloto en Mexicali
Usuario de consumo bajo: es rentable
El Gobierno ahorraría mil 110 pesos por cada hogar con
paneles solares, debido a que la energía que generan es más barata que la
obtenida en el mercado eléctrico.
Cuando se agrega el apoyo gubernamental, el Valor Actual
Neto (VAN) es positivo y la Tasa Interna de Retorno (TIR) resulta en 9.3%.
Usuario de consumo medio: es rentable
El Gobierno ahorraría 2 mil 31 pesos por cada hogar con
paneles solares, debido a que la energía que generan es más barata que la
obtenida en el mercado eléctrico.
Con la aportación gubernamental[4], el VAN es de 33 mil
789 pesos y la TIR del 16.8%.
Usuario de consumo alto: es rentable
Instalar paneles solares produce un ahorro anual de más
de 100 mil pesos para este tipo de consumidores.
El costo de la instalación solar se cubriría en ocho
meses.
Por cada peso invertido se tendrá una ganancia neta de
18.42 pesos, lo que hace que regresar a las tarifas subsidiadas sea rentable.
El VAN del proyecto asciende a más de un millón de pesos.
La rentabilidad privada es positiva para los tres
usuarios, ¿pero un programa nacional de instalación de paneles solares realmente
nos conviene?
Sí, para los consumidores de nivel medio y bajo. El
programa es socialmente rentable y cumple los requisitos de la Tasa Social de
Descuento que establece la SHCP para aprobar un proyecto de inversión pública.
Beneficios
Para las familias y el Gobierno
Las familias beneficiarias se protegen contra cualquier
aumento en el precio de la electricidad, sin tener que gastar un peso
adicional.
El subsidio se convierte en inversión para las familias
con menores ingresos.
Se incrementa el patrimonio de los hogares con menos
ingresos y algunos podrían incluso percibir un ingreso extra.
Para la sociedad
Ahorro nacional de recursos debido a que la energía
generada por los beneficiarios es más barata que la del mercado eléctrico.
Reducción de los gases de efecto invernadero que otras
tecnologías de generación producen.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) se vería
beneficiada al no tener una carga a largo plazo debido al subsidio, liberando
recursos para otros proyectos de inversión o sociales.
IMCO Propone
Transitar del subsidio generalizado vía precio a un
subsidio a la inversión. Este subsidio condicionarlo a la población objetivo.
Diseñar el programa y elaborar las reglas de operación
para su implementación gradual, beneficiando en primer lugar a los hogares de
escasos recursos.
Diseñar y definir un esquema de financiamiento para la
instalación de los equipos solares. Por ejemplo, podría redefinirse un programa
dentro del Infonavit, Banco del Bienestar o Fonacot, con tasas de interés y plazos
de amortización iguales a los créditos hipotecarios.