Ricardo Alemán.-
La gota que derramó el vaso se produjo apenas el pasado
sábado, en gira por Veracruz, en donde el presidente protagonizó uno de los
mayores ridículos de su corta gestión.
En un enérgico discurso, en Minatitlán, en donde descubría
las ventajas estratégicas del Istmo de Tehuantepec –frente al Canal de Panamá–,
López Obrador dijo; “…los barcos gastan muchísimo combustible, nada más que eso
no se sabe; gastan muchísimo más combustible que los automóviles”.

Pero también es cierto que en muchos otros casos no se
trata de tropiezos del presidente sino de ignorancia pura y dura que, a querer
o no, lo hace aparecer como mediocre y mentiroso.
Y es que abundan los casos de mentiras flagrantes; la más
reciente cuando en “la mañanera” del pasado jueves dijo que en Guanajuato no se
había producido ningún crimen violento, al intentar minimizar el escandaloso
incremento de muertos a causa de la violencia criminal.
Fue necesario que medios locales, de Guanajuato, hicieran
la “aclaración” al reportar hasta 15 asesinatos cometidos en la entidad en la
fecha que hizo referencia el Presidente.
Lo preocupante, sin embargo, es que a 65 días de iniciada
su gestión el presidente mexicano ya es el hazmerreir de un importante sector
social que –dentro y fuera de México–, descubrió a un López Obrador ignorante,
inculto y mentiroso, lo que desdora no al ciudadano Obrador sino la figura
presidencial.
Pero el problema es mayor cuando en México existe una
prensa y unos medios timoratos y temerosos que se niegan a citar por su nombre
las pifias, la ignorancia y las mentiras del presidente Obrador.
La mayoría de medios, periodistas, articulistas,
intelectuales, críticos –y no se diga los reporteros de las mañaneras–, temen
decir que el Presidente es ignorante de muchos temas que atañen al gobierno;
muestran miedo al hablar de las constantes mentiras y –acaso lo peor–, callan
cuando salta a la vista pública –en video–, tal o cual torpeza del presidente.
Y lo peor que le puede pasar a una democracia, como la
mexicana, y a un gobierno, como el de Obrador, es que sea de cuño corriente la
mentira, la ignorancia y el horror discursivo del Presidente
¿Quién dijo algo –además de las redes en donde fue
ridiculizado–, sobre confesiones de ignorancia como “hablo físico” y “conocí la
molécula” de gasolina? La lista de torpezas, mentiras e ignorancia de Obrador
es tal que supera los tropiezos de Fox, Peña y Calderón juntos.
Incluso, es motivo de burla en redes que en sólo 65 días
López Obrador supera los tropiezos cometidos por Peña Nieto; presidente al que
muchos consideraban tonto e ignorante y que hoy parece brillante frente a las
torpezas, mentiras e ignorancia mostradas por AMLO.
A la prensa mexicana y a los medios corresponde la crítica
severa a las torpezas, ignorancia y mentiras de Obrador. A su vez, corresponde
a cercanos al mandatario decirle, por piedad y por pudor, que mida su
incontinencia verbal.
Y si dudan de la responsabilidad de medios y prensa, vale
recordar la paliza que todos los días propina la prensa norteamericana a los
excesos discursivos, las mentiras y la ignorancia mostradas por el presidente
Trump.
¿Quién no recuerda, por otro lado, los hilarantes
“bushismos” del entonces presidente Bush; recopilación mediática de torpezas,
mentiras e ignorancia que nutrió a 6 libros sobre el expresidente.
En Chile, por ejemplo, presa y medios bautizaron como
“piñerismos” las torpezas del presidente Sebastián Piñera. En 2012 el semanario
“The Clínic” –de reconocida mordacidad política–, comenzó a coleccionar los
“piñerismos” bajo el título “piñericosas”, que se hizo habitual en los
noticieros de todo Chile.
En Bolivia es un homenaje a la estupidez de Evo Morales el
libro “Las 100 mejores Evadas”, que reúne las más simpáticas tonterías del
dictador.
¡Por piedad, hablen con el presidente Obrador! México no se
merece una recopilación de “pejeismos”.
Al tiempo