Ricardo Alemán.-
¿Qué pasó en México durante los últimos 60 días, tiempo
que Andrés
Manuel López Obrador lleva al frente del Ejecutivo?
Lo cierto es que más allá de percepciones positivas o
negativas, son
demoledores la terca realidad, la contundencia de los
números y los cadáveres.
Es decir, que a sólo 60 días de iniciado el gobierno más
populista de la
historia, se prueba que el único contrapeso real a la
tentación autoritaria es la
contundente realidad; los números fríos.
Y cualquiera que se asome a la frialdad de los números,
concluirá que el
de AMLO es “la crónica de un fracaso anunciado”.
¿Quieren ver la realidad?
1.- La primera guerra de Obrador fue contra los molinos
de viento del
NAIM. Ganó la batalla, pero perdió la guerra. Es decir,
tiró el aeropuerto pero
como nunca endeudó a los 120 millones de mexicanos.
2.- Y es que los casi 250 mil millones de dólares que se
perdieron por
tirar al caño el NAIM, significarán una deuda de 3 mil
300 pesos para cada
uno de los más de 120 millones de mexicanos.
3.- Es decir, un Fobaproa mayor al de Salinas y Zedillo.
¿No fueron
AMLO, Marcelo Ebrard, Dolores Padierna y muchos otros que
hoy gobiernan,
los feroces detractores del Fobaproa? Hoy son
corresponsables de endosar la
nueva deuda pública a los ciudadanos. Y todos guardan
silencio.
4.- Y el asunto es peor si tomamos en cuenta el robo a
las Afores, por el
pago del NAIM. Todos los mexicanos que tienen Fondo de
Retiro son
víctimas de “un robo de Estado”; descomunal desfalco que
pocos quieren ver.
5.- La segunda guerra de AMLO fue contra el robo de
combustible, en
donde la tragedia es mayor. Podría llegar a 120 el número
de vidas perdidas y
50 las personas con lesiones de por vida. Nunca un
sexenio arrancó con un
horror de esa magnitud.
6.- Más allá de números fríos, la tragedia confirma que
si la lucha contra
el robo de combustible fue una estrategia de Estado,
terminó en crimen de
Estado. ¿Por qué? Porque no hay un solo detenido y el
supuesto ahorro –de 5
mil millones de pesos–, es nada frente a las pérdidas
reportadas, de más de 40
mil millones de pesos por el desabasto. Por donde lo
vean, un fracaso.
7.- La tercera guerra es contra las mafias del crimen
organizado. Pero la
primera derrota fue el reconocimiento de que Calderón y
Peña estaban en lo
correcto; utilizar al Ejército y la Marina. Peor aún, no
pasó la Guardia
Nacional, epítome de la militarización.
8.- Otra guerra perdida es justo contra la violencia
criminal. Hoy el
número de muertos por violencia es de casi 4 mil; cifra
histórica a la alza.
9.- En política el gobierno de AMLO también perdió las
primeras
batallas. No convence a nadie la investigación de la
muerte de la gobernadora
de Puebla, Martha Erika Alonso y de su esposo, el jefe de
los senadores del
PAN, Rafael Moreno Valle.
10.- Han sido asesinados tres periodistas y no pocos
políticos de nivel
municipal, además de que siguen sin control el secuestro
y el feminicidio.
11.- El Tren Maya ya es una derrota anunciada. Es
cuestión de semanas
para que empresarios del ramo turístico anuncien su
inviabilidad.
12.- Todos pagamos por un avión presidencial parado, que
no se
venderá y que significará otra sangría de dinero público.
14.- En 60 días el desempleo está a punto de reportar la
mayor cifra de
la historia en pérdida de espacios de trabajo. Se han
perdido casi las mismas
plazas que las ganadas en 2018; 800 mil.
15.- Y acaso las muertes políticas más dolorosas –nunca
como la
pérdida de vidas–, son la muerte del Fiscal autónomo; la
muerte de la Corte
como contrapeso; la muerte del Congreso independiente; la
muerte del
Tribunal Electoral Federal y el estado de coma en que se
encuentra la libertad
de expresión.
Y es que en 60 días, el Presidente le ha dado empleo a
sus aplaudidores
y ordenó cerrar los espacios a sus críticos.
Y todo en sólo 60 días.
Al tiempo.