POR MARÍA CABADAS/CONTRARÉPLICA
Confía el PAN en San Lázaro que se trate de una omisión involuntaria al redactar la iniciativa; SEP, dispuesta a dialogar sobre el tema.
La propuesta del Gobierno
federal elimina la autonomía universitaria, de cátedra y de investigación;
también contempla desaparición de evaluación educativa; Morena necesita 35
sufragios de la oposición en todo el Congreso para su aprobación.
El Presidente Andrés Manuel
López Obrador envió al Congreso su propuesta para derogar la Reforma Educativa,
al estampar su firma en la iniciativa que envió ayer a la Cámara de Diputados.

“La impartición de la
educación se realizará con apego a los fines y criterios que establecen en el
párrafo primero y la fracción II de este artículo para alcanzar el bienestar de
la población, así como cumplir los planes y programas a los que se refiere la
fracción V del mismo”, dice el nuevo texto.
Esta misma fracción de la
Constitución, en su párrafo original, refiere: “Las universidades y las demás
instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán
la facultad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar
y difundir la cultura”
Romero Hicks dijo que ayer
mismo se comunicó el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, a quien le pidió que
lo revisara.
Con la reforma también se
eliminan entre otras leyes reglamentarias, la Ley General del Servicio
Profesional Docente, que fija las condiciones para el ingreso, la promoción, el
reconocimiento y la permanencia en el magisterio; sin embargo, su partido,
Morena, y sus aliados, no tienen los votos suficientes para sacar por sí solos
dichos cambios.
“Compromiso cumplido,
maestras y maestros de México”, dijo el Jefe del Ejecutivo en su conferencia
matutina en Palacio Nacional, lo que representaba la principal exigencia de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE): la abrogación de
la Reforma Educativa.
La iniciativa del Ejecutivo
federal también contempla la desaparición del Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación (INEE), que será sustituido por el Instituto
Nacional para la Revalorización del Magisterio, el que de acuerdo con el secretario
de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, tendrá mayores competencias que
el INEE.
Entre sus facultades
destacan: la determinación de estándares e indicadores de resultados,
certificación de desempeño de instituciones, entre otras facultades.
Y es que en la exposición de
motivos de la propuesta del Gobierno se establece que “dentro de los contenidos
de la reforma que se propone abrogar, se encontraba el establecimiento de un
organismo autónomo con funciones particularmente evaluativas, el INEE, que se
percibió como instrumento persecutor para el magisterio”.
De la Reforma Educativa, el
secretario de la SEP precisó que está analizando la permanencia de las Escuelas
de Tiempo Completo y no se permitiría la compra de plazas.
A pesar del optimismo, ni en
la Cámara de Diputados ni en el Senado, Morena y sus aliados cuentan con las
dos terceras partes de los votos que requieren para reformar los artículos 3 y
73 de la Constitución para dar paso a la propuesta educativa de este Gobierno.
En San Lázaro, Morena y sus
aliados PT y Encuentro Social requerirían 332 votos para tener dos terceras
partes del total; pero sólo suman 314 votos. Morena cuenta con 256
legisladores, el PES 30, y el Partido del Trabajo 28. Le faltarían 18 votos.
En las últimas votaciones,
el PVEM ha sumado sus 11 votos a Morena, pese a lo cual le siguen faltando al
menos siete sufragios para la mayoría calificada.
En el Senado, necesita 88
votos. Hoy Morena, PT y PES suman 71, por lo que requerirá los cinco del PRD, o
bien, la totalidad de la bancada de Movimiento Ciudadano, que son 7, o
combinados.
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