Ricardo Alemán.-
Es propio de los gobiernos
autócratas y dictatoriales el empleo cotidiano de dos gemelas perversas que
suelen acompañar, siempre juntas, al discurso del poder absoluto; la burla y la
amenaza.

El pasado miércoles, el un
boato al mejor estilo de Echeverría, el electo López Obrador presentó el Plan
Nacional de Paz y Seguridad, con el que hará frente a la violencia y el crimen.
Según muchos expertos, dicho
Plan no es nada nuevo y significa “más de lo mismo”; más de lo visto con
Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto. Sin embargo, es fuerte el tufo de
burla y amenaza en el nuevo Plan. ¿Por qué?
1.- Es una burla –para todos
los que creyeron que veríamos el fin de la militarización–, ya que la parte
medular del nuevo plan se apoya precisamente en la militarización de la
policía, a través de la Guardia Nacional.
2.- Es una burla porque
durante años, Obrador, sus partidos –PRD y Morena–, su prensa, sus
intelectuales y periodistas orgánicos apalearon la militarización en los
gobiernos de Calderón y Peña y que hoy callan, ante la recargada militarización
de 50 mil efectivos más, propuesta por AMLO para combatir el crimen.
3.- Es una burla que al
justificar la militarización, el nuevo gobierno acuse de corrupta a la Policía
Federal –una mayoría de sus policías votaron por AMLO–, y que sostenga que la
violencia y el crimen se deben a la corrupción institucional y no a las
corruptas bandas criminales.
4.- Es una burla que se
proponga amnistía a los barones del crimen y del narcotráfico, mientras que
miles de familiares de víctimas claman justicia.
5.- Es una burla preparar
una Guardia Nacional de policías, adiestrados por miliares –los militares están
adiestrados para matar–, para combatir al crimen organizado, a cuyas cabezas el
propio gobierno de AMLO amnistiará.
Y si la burla es mayor, la
amenaza no es menor. ¿Por qué?
a).- Porque la historia y la
terca realidad muestran –hasta el cansancio–, que los gobiernos autócratas y
dictatoriales se sostienen gracias el control autoritario de la fuerza pública;
sean policías, militares o paramilitares.
b).- Porque todas las
dictaduras –las que llegaron al poder mediante un golpe de Estado o las que se
apoderaron del poder absoluto a través de métodos democráticos–, se mantuvieron
en el poder gracias a cuerpos de civiles y policiacos con formación militar.
Esa fuerza pública termina por ser empleada contra los opositores y críticos.
Y…
c).- Porque si es cierto que
la violencia y el crimen acabarán al terminar la corrupción y al aplicar la
Constitución Moral, para qué emplear una Guardia Nacional recargada con 50 mil
efectivos adicionales.
¿O emplearán esa Guardia
para reprimir?
Al tiempo.
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