Tatiana y las opciones

Rechazo a Bartlett
Nombramiento barruntado
Indispensable, la crítica

Julio Hernández López
No es poca cosa que quien fue la coordinadora de la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador (nombramiento formal, que en los hechos no se cumplió así sino que devino en una especie de vocería informal para debates y entrevistas en medios de comunicación y redes sociales), ahora postulada para ser subsecretaria de Gobernación, considere que su jefe político pudo tener “mejores opciones” que Manuel Bartlett Díaz para dirigir la Comisión Federal de Electricidad.
El gesto de Tatiana Clouthier Carrillo (política más cargada a la derecha que a la izquierda, aunque apartidista desde hace largos años e instalada en el ámbito de la “sociedad civil”), al no manifestarse en apoyo del exsecretario de gobernación de 1988 y externar, en una interpretación de sus palabras a la inversa, que el tabasqueño no tomó la mejor decisión, forma parte de una amplia corriente que va de la conturbación al abierto rechazo a la reivindicación política del personaje poblano que jugó un papel central en el desenlace de la elección presidencial que declaró oficialmente derrotado a Cuauhtémoc Cárdenas y oficialmente ganador a Carlos Salinas de Gortari.
En apego a los hechos, el nombramiento de alto nivel para Bartlett no debería sorprender a nadie. El exgobernador de Puebla ha mantenido durante más de una década una alianza política con López Obrador que se ha procesado mediante candidaturas por la vía del Partido del Trabajo, que siempre ofreció cuotas de postulaciones para ser decididas por el ahora virtual presidente electo. Ayer mismo, el político de los treinta millones de votos hizo una rigurosa defensa del impugnado, y en áreas del lopezobradorismo fidelísimo no se ahorran elogios para quien, por su defensa de los energéticos y, en especial, de la electricidad nacionalizada (la Comisión Federal de Electricidad, como la firma mayor) se llega a considerar como un gran nacionalista, un patriota, más allá de su historial específico como priista siempre de primer nivel.
El episodio de Bartlett y las reacciones adversas a este nombramiento muestran la textura de la amalgama de intereses y posturas que en torno a la figura de López Obrador está por llegar al poder pero no necesariamente podrá mantener la unidad operativa proporcional al mandato recibido. Baste mencionar el caso del Partido Encuentro Social, aliado en lo electoral al Movimiento de Regeneración Social pero presto para pegar el brinco a donde le sea más redituable para impulsar su agenda más cargada a la derecha que los flancos derechos del lopezobradorismo.
Es cierto que un político con tal poder otorgado en las urnas tiene al mismo tiempo una amplia carta de benevolencia para que acomode las piezas y trace las jugadas que crea que le permitirán cumplir con las enormes expectativas generadas. A fin de cuentas, es y será responsabilidad personalísima de López Obrador lo que suceda en la citada Comisión Federal de Electricidad, como en Petróleos Mexicanos, asignada esta empresa al amigo y compañero de ruta, Octavio Romero Oropeza. El tabasqueño será juzgado por los resultados, aunque los procedimientos o mecanismos para hacerlos positivos fueran polémicos o abiertamente chirriantes.
Pero, más allá de la postura de Tatiana Clouthier, el ejercicio crítico es indispensable en todos los niveles. La sinaloense avecindada en Nuevo León tiene razones familiares y políticas para no sentirse obligada a cerrar los ojos y la boca ante la elevación de Bartlett al retablo lopezobradorista. Su padre, Manuel J. Clouthier, llamado Maquío, fue una víctima política (y acaso física) de la dura mano política de un sistema del que era operador estrella, rudo, inclemente, extremo, alguien que ciertamente tiene todo el derecho a rehacer su vida política, pero debió haber esclarecido con autenticidad esa etapa siniestra de su vida, ayudando a conocer la verdad de lo sucedido en 1988 e incluso ofreciendo sinceras disculpas por ese paso sombrío y no guareciéndose en narraciones de autoexculpación y artificios de derechismo conspiratorio en su contra.
Ha explicado Alfonso Durazo, propuesto para ser secretario federal de seguridad pública, que los foros de consulta que se realizarán en varias ciudades, y luego en la capital del país, servirán para escuchar opiniones que luego serán procesadas por una mesa de redactores, a partir de lo cual se planteará al Congreso de la Unión una propuesta de iniciativa de ley de amnistía. Esas mesas, ¿serán para escuchar o para convalidar? Se corre el riesgo de que la iniciativa de ley termine siendo más o menos lo que desde ahora ya se contemple en las alturas morenistas. Ah, la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el futuro subsecretario, Zoé Robledo, anunciaron que se crearán comisiones regionales de la verdad, para investigar los casos de desapariciones y asesinatos.
Astillas: Ha dicho el consejero electoral Ciro Murayama que, de momento, no se advierte que algún partido hubiera rebasado los topes de gasto de campaña en la elección presidencial… Que dice la secretaria de la función pública, Arely Gómez, que ha detectado un probable daño al patrimonio federal por 463 millones de pesos, el cual habría sido cometido durante el ejercicio gubernamental de Javier Duarte de Ochoa. Por tal motivo, iniciará los trámites judiciales que correspondan. Aunque, como es sabido, Duarte de Ochoa, como los demás políticos a quienes se dejó huir y luego fueron extraditados, solo pueden ser juzgados por los delitos expresamente mencionados en la solicitud de extradición, ni uno más… En la Ciudad de México se multiplican los señalamientos de cobro de piso y otras amenazas a comerciantes de diversos rubros: Mancera ya se fue; Amieva está de paso y Sheinbaum aún no entra (aunque Ebrard ya tiene jefe de policía, aunque fuera nomás por los meses restantes, con el recaudador Raymundo Collins en acción)… ¡Hasta mañana!