Carlos Ramírez.-
Con una economía creciendo arriba de 4% y sobre la ola de
creación de empleos que no tuvo ni Obama, el presidente Donald Trump está
desinteresado en una buena negociación del tratado de comercio libre con Canadá
y México y no le preocupa la crisis de Centroamérica.
Como republicano, Trump enfoca Centroamérica desde la
perspectiva de Henry Kissinger en los tiempos de Nixon: “países no viables”. En
los ochenta fue la guerrilla que tampoco preocupó a la Casa Blanca porque optó
por la vía de la contrainsurgencia y ahora es la migración ilegal que quiere
taponar en el Río Suchiate y no en el Río Bravo.
La estrategia mexicana hacia Trump en los tres temas vitales
--migración, seguridad y comercio-- ha pasado de la resistencia pasiva del
gobierno de Peña Nieto a la de las concesiones adelantadas del equipo del
candidato triunfador. El primer error estratégico de López Obrador fue abrir
una negociación con la Casa Blanca sin acta de presidente electo, sin modelo de
desarrollo para el comercio exterior y sin redefinición de los principios de
política exterior.
Paradójicamente, López Obrador no atendió su propia
definición de que la mejor política exterior es una buena política interior:
fue a la primera sin la segunda. La designación de Marcelo Ebrard sólo por
contactos con los trumpistas y no por algún enfoque de política exterior como
elemento de la seguridad nacional mexicana, el inexplicable nombramiento de
Juan Ramón de la Fuente en la misión mexicana en la ONU y la carencia de un
consejo de seguridad nacional le dejó a Trump todo el escenario diplomático
mexicano.
En este contexto, la visita del secretario estadunidense de
Estado a la casa de campaña de López Obrador dos semanas después de la victoria
y sin la condición institucional de presidente electo benefició a la Casa
Blanca porque dejó ver que López Obrador necesita más a Trump que al revés. La
carta de López Obrador a Trump fue ingenua, por decir lo menos en el lenguaje
estratégico de la seguridad nacional entre naciones, porque más que un acuerdo
fue una lista de compras, concepto que en inteligencia significa la revelación
de las debilidades de quien la firma.
Las relaciones de México con los EE. UU. no son ni han sido
vecinales o de buena voluntad, sino se basan en los principios guerreros de la
seguridad nacional y de la resistencia-dominación. López Obrador y el canciller
designado Marcelo Ebrard están siguiendo el manual de Carreño con Washington,
cuando el manual más válido es El arte de la guerra, de Sun Tzu.
Se trata del mismo error que cometió Salinas de Gortari en
la negociación original del TCL en 1990-1993: encontrarle la cuadratura
comercial al círculo de la seguridad nacional para la dominación. Con Salinas
no hubo problema ideológico porque el modelo neoliberal ya había sido asumido
en su totalidad; con López Obrador habrá conflictos entre su modelo populista
de política económica y social y la necesidad de profundizar el modelo
neoliberal con la segunda fase del Tratado.
Las relaciones
Trump-López Obrador se basarán en el Memorándum Negroponte revelado por Proceso
en mayo de 1991 y no en la carta de López Obrador a Trump para decirle que los
dos son muy parecidos.
Política para dummies: La política es el arte de ocultar una
mentira en una verdad.
Si yo fuera Maquiavelo: “EL príncipe puede evitar que
conspiren secretamente contra él evitando que lo odien o lo desprecien y
empeñándose por todos los medios en tener satisfecho al pueblo”.
Sólo para sus ojos:
- Recuerde revisar todos los días el sitio www.seguridadydefensa.mx para enterarse de los juegos geopolíticos de poder.
- Adquiera vía mercado libre el libro La crisis de México… más allá del 2018, de Carlos Ramírez, para entender lo que viene después de las elecciones https://buff.ly/2KeacRiy en las librerías Porrúa en todo el país.
- Diferencias de enfoques, metas y resultados entre el equipo peñista renegociador del Tratado con los lopezobradoristas incorporados.
- Presiones intensas al interior del grupo de López Obrador para aflojar en tres temas vitales: despido de burócratas, bajas de salarios y descentralización de Secretarías de Estado. Los costos políticos están preocupando a varios operadores del nuevo presidente.
- Preocupación en el PAN porque las maniobras del ex presiente Felipe Calderón van a fragmentar más al partido, aunque él quiere la candidatura 2024 para su esposa.
- Famosas últimas palabras: “Yo estaría dispuesto a cerrar el gobierno si los demócratas no nos dan los votos para la seguridad fronteriza, que incluye el muro”: Donald Trump, el domingo 29 de julio.