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El espíritu del mercado es combatir la pobreza y rescatar el ámbito familiar


*.-En esta Cuaresma: En los mercados públicos se puede regatear y alcanza para todos.
*.-Un peso en los mercados, es el progreso para el estado.

Juan LÓPEZ BOHÓRQUEZ

Oaxaca, Oax., marzo de 20176.-Actualmente se ha perdido el poder adquisitivo de las personas, porque anteriormente, aún en los primeros años de este siglo, las familias oaxaqueñas acudían normalmente a los mercados públicos a comprar y adquirir los productos para la elaboración de sus comidas y viandas, más aún, en estas fecha de inicios de la tradicional cuaresma.
-“Se ha olvidado el espíritu de los mercados públicos, que es combatir la pobreza y reforzar los hogares”. “Necesitamos un gobierno que nos apoye…”, es el grito silente, angustioso, para evitar que el hambre se pasee por los mercados.-
-Todo eso se ha ido perdiendo, y mucho de ello, es la repercusión de la violencia generada en el 2006 por el magisterio, que aún a la fecha, trata de recuperar su estigma destructivo, golpeando a las instituciones y cuyos efectos repercuten directamente en la ciudadanía, en una sociedad cada vez más, desesperada y angustiada.
Las tradiciones ya no son las mismas después de los asuntos magisteriales de la sección 22, de los hechos que acontecieron en el fatídico 2006; antes, era una educación en declive, y a partir de esa fecha, se desplomó lo educativo, se acabó el respeto de nuestra juventud, se acabaron los valores al desintegrarse los hogares.
Ya no hay motivos religiosos, porque ahora los jóvenes son más rebeldes, al acusarse un problema generacional que se nos fugó a nosotros, los adultos, que no supimos mantener la tendencia por la tradición y los valores culturales, con fe, con amor a nuestras ricas tradiciones…quizás por eso, no les motiva venir a comprar su pescado, sus mariscos…
Palabras y sentires recogidos en los mercados públicos de la ciudad, quienes omitieron dar sus nombres, porque dijeron: eso lo saben todos los oaxaqueños, no tiene caso, personalizar situaciones que nos han afectado a todos, de una u otra manera, y hasta han aparecido situaciones de la drogadicción con sus múltiples puertas falsas para privarse de la vida…y trastocar hogares.
Ahora, a once años de esos hechos de desestabilización social, de marchas, bloqueos y agresividades físicas y políticas, los niños que entonces tenían 12 o 15 años, ahora cuentan con 23, 25 y 30 años, y se desarraigaron prácticamente de sus hogares, porque se perdió la cultura del hogar, del comer, de degustar
sus alimentos en familia, de adquirir sus productos en los mercados…de nutrirse sanamente, todo eso se perdió.
Poca gente acude a adquirir su pescado, sus mariscos, y sí vienen, pero su poder adquisitivo, ha bajado notablemente; antes compraban todo lo que alcanzaban a mirar y llevaban para todos, en las familias de escasos recursos y de todos los sectores sociales.
En la actualidad, compran lo mínimo que les alanza con su dinero, porque quizás ya no saben guisar adecuadamente, o simplemente no les interesa adquirir las especies comestibles de pescados y mariscos.
Tiendas departamentales
Sin embargo, es un fenómeno, porque la gente acude con mayor asiduidad a las llamadas tiendas departamentales, y curiosamente ahí no gastan 50 pesos, porque van por una cosa, por un producto y salen llevando muchas cosas que quizás no las necesiten de primera mano, y pagan 500, 600 y mil pesos, con menos productos para una buena alimentación nutricional, pues casi todo viene enlatado, empaquetado.
En el caso de los mariscos y pescados, todo está refrigerado de días, a diferencia de los mercados públicos, con productos frescos y a escoger y hasta pueden regatear de entre 5 y 10 pesos, y les alcanza para todos, explican en los diferentes puestos, en este inicio de temporada de cuaresma, cuando la tradición familiar indica el consumo de alimentos del mar, de las cuencas.
Con cien pesos adquieren muchos productos para abundante comida, adquiriendo un kilogramo de retazo o medio kg. de espinazo, y no desfalcarse de su gasto programado; en cambio en las tiendas transnacionales, se pagan intereses por las tarjetas bancarias o las grandes ofertas, las más de las veces, ofertas engañosas, que son “como un gancho al hígado”; eso no es privativo de Oaxaca, sucede en todos los mercados públicos de la República Mexicana, puntualizan.
El resultado: cuando se compra en los mercados, un peso que circule, lo hace en el país y genera miles de empleos; cuando se compra en las tiendas departamentales, el dinero se va a Estados Unidos, donde Donald Trump, está corriendo a los mexicanos…y la ironía: le enviamos dinero a través de las tiendas departamentales.
Precios en las tiendas departamentales conocidas: camarón grande, el U-15 sin cabeza, hace un año, en marzo, con el precio de $524.90 kg.; en otra tienda: camarón chico con cabeza: $184.00 kg.; otra: camarón grande sin cabeza, UPC- a $599.00; El camarón en las departamentales vale 12.35 dólares por libra (454 grs.)
Los precios de los mercados públicos, como el “Benito Juárez”, en donde está firme, aún sosteniendo elementales fuentes de empleo,“El Tiburón”, Felipe Plata Ramírez: filete: $90.00, salmón: $380.00; la mojarra, chica, mediana y grande:
50, 60 y 70 pesos; camarón: de entre 160 a 180 pesos; el robalo: 140.00; curbina: 120.00; bagre: 80 pesos./