Luis Antonio Ramírez Pineda. FOTO CORTESÍA Horacio Corro.- La política se ha definido, genéricamente, como el arte de lo posible. Y para ser posible, no es posible negociar sin principios ni valores. Cuando no hay principios, la política acaba siendo un conjunto de actos destinados a justificar la indignidad. Esto es muy común en nuestro país. Cuando el político tiene valores y principios, se distingue diferente. Por desgracia no conozco políticos que tengan esa notoriedad. Los que se digan poseer estos valores, que por cierto…