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Desafían a López Obrador



Gabriela Soto/ animal Político

“El ‘plan B’ de la reforma electoral es la crónica de un fraude anunciado”, acusó este domingo la activista y exdiputada priista Beatriz Pagés Rebollar, desde el templete colocado a un costado del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Pagés fue la primera oradora de la concentración masiva convocada contra la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, también conocida como “plan B”. Frente a Pagés se encontraban los manifestantes, un enorme bloque de personas vestidas de rosa, blanco y negro que cubrieron la Plaza de la Constitución.

“El INE no se toca. Nuestro voto no se roba. Y para decir a quien nos quiera escuchar, estamos listos para impedir un golpe a la Constitución”, afirmó Pagés, mientras levantaba el dedo índice de su mano derecha apuntando hacia Palacio Nacional, la residencia de López Obrador.

“Se utilizó al INE y se utilizó a la democracia para llegar al poder y hoy quieren matarlos para impedir la alternancia. Y no lo vamos a permitir. Quieren mutilar al INE porque les molesta el voto libre”, insistió.

Los manifestantes, en su mayoría personas mayores, aplaudían y gritaban: “¡Viva México!”. Otros más escucharon el discurso desde los balcones de los edificios que rodean al Zócalo o en las calles aledañas, como 5 de Febrero, 20 de Noviembre, Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, que lucieron abarrotadas.

Se desplegaron pancartas con mensajes de exigencia: “El INE no se toca”, “Mi voto no se toca”, “AMLO se va, el INE se queda”, “En defensa de la democracia”, “Marcha por la democracia”. Esta concentración fue la segunda movilización contra la reforma electoral de López Obrador; la primera ocurrió el 13 de noviembre pasado.

La convocatoria fue masiva. De acuerdo con las organizaciones convocantes, la asistencia ascendió a alrededor de 550 mil personas.

En la calle 20 de Noviembre, Alejandro Barrios gritaba: “¡Fuera López, fuera López!”. Desde las 3:00 horas del domingo, arribó a la Plaza de la Constitución acompañado por un grupo de 17 personas en una camioneta en la que viajaron desde Guadalajara, Jalisco.

“Andamos defendiendo la democracia, como parte del esquema de lucha social. Reprobamos el actuar de la intención de una dictadura como la que viene formando, es una copia mal hecha de lo que fue Venezuela. El país no merece a una persona como esta”, expresó.

Alrededor de la Plaza de la Constitución, eran visibles dos clases de vehículos: los cientos de autobuses y microbuses que trasladaron a las personas a la manifestación y, por otra parte, las patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Y, mientras las personas protestaban contra la reforma electoral del presidente, Palacio Nacional permaneció en silencio, amurallado por vallas metálicas que impidieron el paso a los manifestantes. Este no fue el único edificio protegido; policías también resguardaron otros ubicados en la calle Francisco I. Madero.

Previo a la congregación, en el punto de reunión, se desplegó una enorme manta con la imagen de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y quien recién fue declarado culpable en Estados Unidos de proteger al narcotráfico.

La manta fue colocada por diputados de Morena para descalificar la manifestación y fue retirada por un grupo de asistentes.

 “Quieren controlar las elecciones”: Cossío

En el encuentro que duró apenas 50 minutos, José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la SCJN, señaló que el gobierno y sus legisladores “generaron un plan B” con múltiples violaciones a los procedimientos legislativos y en los contenidos de las iniciativas, con las que “quieren controlar las siguientes elecciones” de 2024, cuando se renovarán la Presidencia de la República y el Congreso.

Cossío, quien fue el principal orador de la concentración en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), señaló que López Obrador se ha concentrado en descalificar a los 11 ministros de la SCJN, quienes deberán resolver las acciones de inconstitucionalidad contra la reforma electoral.

“El presidente ha dicho que la corrupción de los ministros quedará evidenciada si invalidan sus reformas. Por el contrario, los ministros solo podrían ser considerados corruptos si desconocen lo dispuesto en los artículos constitucionales que detalladamente regulan los procedimientos electorales”, dijo.

“Estoy seguro que los ministros considerarán que las irregularidades en los procesos legislativos tienen un serio potencial invalidatorio. Sé que los ministros declararán que las normas electorales que reducen los recursos humanos y presupuestales de los órganos electorales violan los principios de equidad y certeza… No veo cómo los ministros podrían declarar la constitucionalidad de las reformas legales”.

Cossío aseguró que el movimiento confía en los ministros para que logren “comprender la gravedad de las decisiones que tomarán para preservar la vida democrática del país”.

Al evento convocado por organizaciones civiles en la Ciudad de México, también asistieron políticos como el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno; el coordinador de la bancada de dicho partido en San Lázaro, Rubén Moreira, y el aspirante presidencial Enrique de la Madrid.

Los panistas que acudieron a la concentración fueron el presidente nacional, Marko Cortés; los diputados federales Santiago Creel, Jorge Romero y Mariana Gómez del Campo; las senadoras Kenia López Rabadán y Josefina Vázquez Mota, así como Enrique Vargas del Villar, Imelda Sanmiguel y Anuar Aznar.

Sosteniendo una manta con el mensaje “Mi voto no se toca”, protestaron los senadores del Grupo Plural Emilio Álvarez Icaza y Gustavo Madero.

En las escaleras del templete, el empresario y activista Claudio X. Gónzalez escuchó los discursos de los oradores. También acudieron el exrector de la UNAM José Narro Robles, la columnista y politóloga Denise Dresser, el exconsejero electoral Luis Carlos Ugalde, el columnista Leo Zuckermann, el empresario Gustavo de Hoyos y el analista Max Kaiser.

De norte a sur

La multitudinaria manifestación de la CDMX se replicó en al menos 20 ciudades más del país. De norte a sur, se registraron protestas contra la reforma del presidente.

Una de las más grandes fue en la capital de Aguascalientes. Los habitantes se concentraron en Plaza Patria, en la que consignaron la “defensa de la libertad y la democracia”. Los miles de manifestantes gritaron: “¡El INE no se toca, el INE no se toca!”.

Más al norte, en Monterrey, Nuevo León, el punto de reunión fue la Macroplaza. La mayoría de los asistentes vestía en tonos rosa y blanco.

En tanto, en la Plaza de la Liberación de Guadalajara, Jalisco, miles de personas con playeras rosas bailaron con mariachi. Y desde ahí, un grupo de mujeres gritó: “¡A eso viene, a defender al INE!”.

Las manifestaciones también sucedieron en Morelos, Campeche, Chiapas, Colima, Tabasco, San Luis Potosí, Hidalgo, Coahuila, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca, Querétaro, Michoacán, Chihuahua, Tlaxcala, Puebla, Sonora, Veracruz y Tamaulipas.

En el exterior, mexicanos residentes en Nueva York, Estados Unidos; San José, Costa Rica; Ginebra, Suiza, y Madrid, España, defendieron al INE.