De “milagro oaxaqueño” a "cruel castigo"


Las condiciones de salud en que vive Oaxaca son responsabilidad directa del gobernador Alejandro Murat Hinojosa pese a los millonarios recursos recibidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En marzo de 2020, por decreto presidencial, llegaron a la entidad 300 millones de pesos para combatir la contingencia sanitaria por el COVID-19; sin embargo, estos recursos se ocuparon para hacer compras fantasmas y desaparecer ese dinero.

Si el gobernador hubiera seguido las instrucciones del presidente de aplicar los recursos para prevenir y combatir el COVID-19, la entidad no estaría en las condiciones en que hoy se encuentra.

Esta semana, el gobernador solicitó semáforo naranja para reducir al 50 por ciento las actividades comerciales y humanas en la entidad sin una propuesta económica para combatir la pandemia.

Según datos de la cuenta pública, el Secretario de Administración Germán Espinoza Santibáñez y el secretario de Salud Márquez Heine fueron los operadores del fraude y los directos responsables de la salud pública actual.

Ahora el gobierno exige a la población el cierre de  sus negocios y se mantengan aislados sumiéndolos en las deudas y miseria, convirtiendo el “milagro oaxaqueño” en un cruel castigo y la peor pesadilla que ha vivido Oaxaca en toda su historia. Esto, gracias al gobernador Alejandro Murat y a José Nelson Murat.