En diversos reportajes se han develado las compras que
los actuales titulares de la secretaria de Administración Germán Espinosa
Santibáñez y el secretario de los Servicios de Salud del Estado de Oaxaca, Juan
Carlos Márquez Heine han realizado compras a empresas consideradas por el SAT
como fraudulentas.
El gobernador Murat Hinojosa declaró en esta semana a la
entidad en semáforo naranja, es decir, a un paso del cierre total, esto, por la
gravedad de los dos contagios que hasta el día 29 de julio de 2021 se
contabilizaron 19 mil 102 casos
notificados, de los cuales 12 mil 878 confirmados y lamentablemente mil 212
defunciones.
La gravedad en la administración estatal en materia de
Salud es que pronto se llenarán las camas de los hospitales sin que personal
médico cuente con los insumos suficientes, ya que sólo existen en papel.
La emergencia sanitaria empezó con el toque de queda en
Santa María Tequisistlán, en la región del Istmo de Tehuantepec, ordenada por
el presidente municipal Roel Filio, quién afirma que para enfrentar la pandemia
sólo cuenta con dos ambulancias, una clínica donde se realizan pruebas y se
tiene contacto con el hospital de Juchitán de Zaragoza para trasladar a los
pacientes que se vayan reportando.
Dijo que como medida de apremio, el Ayuntamiento apoya a
las familias dándoles tanques de oxígeno y medicamentos donados por ciudadanos
altruistas que viven en otras partes del país, principalmente de estados como
Puebla, Querétaro, Veracruz y Michoacán, además de Morelos.
La indolencia de los funcionarios estatales en materia de
salud es evidente: justificar compras para llenarse las bolsas de dinero y
dejar en el abandono a los oaxaqueños en uno de los estados más pobres del
país.
El desmantelamiento de los Servicios de Salud empezó con
la administración de Gabino Cué Monteagudo. En 2016 se detectaron
irregularidades en la cuenta pública 2015 por la entonces Auditoría Superior
del Estado de Oaxaca (ASEO) que requirió al gobernador reintegrar 126 millones
789 mil 324 de pesos por diversas irregularidades en su aplicación.
De acuerdo con la Cuenta Pública 2015 y el avance hasta el segundo trimestre del año de la Cuenta Pública 2016, los presuntos desvíos fueron documentados en la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra), la Secretaría de Turismo y Desarollo Económico (STyDE), los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), el Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca , la Comisión Estatal de la Vivienda (Cevi), la Comisión Estatal del Agua (CEA) y en el Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (INPAC).
Si los oaxaqueños pensaron que con la administración de
Gabino Cué habían visto lo peor, con la presente administración se demuestra
que han superado a sus predecesores y por mucho.
Lo peor de esto es que este esquema se quiere duplicar en
el Estado de Morelos con la postulación de Eduardo Murat Hinojosa a la
gubernatura de esa entidad.
Se demuestra que los gobiernos estatales son considerados
como “minas” de recursos, que pueden ocuparse a diestra y siniestra
justificándolos con compras fantasma a empresas fraudulentas.
Ese es el gran negocio de la política….y de los Murat.
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