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Ideologías que destruyen la civilización occidental

 Ideologías que destruyen la civilización occidental


Por: Víctor Manuel Aguilar Gutiérrez


De acuerdo a  Samuel Huntington, las civilizaciones son la forma más elevada y extensa de la identidad cultural individual, definidas por el idioma, la historia, la religión, la tradición, la moral y la auto identificación subjetiva.



El concepto de civilización, abarca a su vez una totalidad. Ya que dentro de éste, podemos encontrar diferentes culturas. Una civilización es el agrupamiento cultural humano más elevado y el grado más amplio de identidad cultural que tienen las personas. 

El cuestionamiento y la respuesta a preguntas tan básicas que definen al ser humano, son las que construyen una cultura y una civilización.  ¿Quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿cuál es el sentido de la vida? La respuestas a estas interrogantes, orientadas al bien, es decir, a hacer lo humano más humano,  constituyen los valores fundamentales de una civilización.

Los valores o características de la Civilización Occidental, según Huntington son: liberalismo,  derechos humanos, igualdad, libertad, imperio de la ley, democracia, libre mercado, el legado clásico, la pluralidad de lenguas, la separación de la autoridad espiritual y temporal, el imperio de la ley, el pluralismo social, los cuerpos representativos y el individualismo, pero sobre todo el cristianismo occidental, primero el catolicismo y después catolicismo y protestantismo.

Huntington identifica 8 grandes civilizaciones: Japonesa, Sínica o Confuciana; Hindú; Budista; Musulmana; Cristiano Ortodoxa, Africana; Latinoamericana; y Occidental o Cristiano - Occidental o también llamada Civilización Noratlántica.

Mucho se ha hablado de la decadencia de la cultura y civilización Occidental, a partir de la imposición de visiones utilitaristas del ser humano ante problemas como la explosión demográfica. Desde los años setentas se han tratado de imponer políticas tendientes a reducir la natalidad, basados en la corriente económica de Thomas Malthus que busca reducir la población.

Las corrientes que promueven políticas anti natalidad, el aborto, y la llamada “ideología de género” han logrado que la tendencia en el tamaño de la población económicamente activa en Occidente y Latinoamérica disminuya peligrosamente, lo cual indudablemente creará una crisis en el ámbito laboral y en el sostenimiento de sus sistemas de pensiones, así como en su actividad económica. Aquellos países llamados “avanzados” han visualizado el problema y hoy promueven la inmigración y el aumento de su tasa de natalidad  para ocupar sus plazas laborales y el futuro sostenimiento de su economía. 

En los países de Europa, existe una fuerte inmigración proveniente del norte de África para cubrir la falta de mano de obra; excepto España donde principalmente la migración es latinoamericana. El choque cultural es inminente. 

Hoy Francia cuenta con más mezquitas que templos cristianos. Igualmente, el incremento  Musulmán en Europa crece aceleradamente. El número de alcaldes y políticos europeos de origen  musulmán va en aumento. De continuar esta tendencia Europa dejará de ser mayoritariamente cristiana o atea, abonando peligrosamente a la instauración de gobiernos fundamentalistas islámicos en Europa, que finalmente podrían abrogar los valores occidentales entre ellos diversas libertades, derechos humanos y democracia. Esto con la complicidad de grupos llamados “progresistas” quienes con sus acciones promueven una realidad totalmente contraria a lo que dicen luchar,  en fin,  nadie sabe para quién trabaja.

Huntington prevé que, por vía del desafío demográfico (el 2025 más del 25% poblacional mundial será musulmana) o por vía del crecimiento económico (el 2025 Asia incluirá siete de las doce economías más fuertes del planeta) o por vía de militar creando inestabilidad, el poder y los controles de la civilización occidental se desplazarán hacia las civilizaciones no occidentales. Así, un choque de civilizaciones, de estas civilizaciones arraigadas a religiones, dominará la política a escala global: en las fronteras entre civilizaciones se producirán las batallas del futuro. Por eso, Huntington dirá que “estamos asistiendo “al final de una era de progreso” dominada por las ideologías occidentales, y estamos entrando en una era en la que civilizaciones múltiples y diversas interaccionarán, competirán, convivirán y se acomodarán unas a otras".

México no es ajeno a esta realidad, quien tarde o temprano se verá afectado por estas transformaciones culturales. Las políticas promovidas por la actual administración federal tienden a la reducción drástica de la natalidad y de la población, así como una ambigua política migratoria. Todavía es oportuno establecer las medidas para atender esta problemática con absoluto respeto a la dignidad de las personas, los derechos humanos, sin homofobia; pero, preservando nuestra identidad y el interés nacional, con un enfoque humanista y no utilitarista de la vida.


victor.manuel.aguilar.gutierrez@gmail.com