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En Fin, la hipocresía//Columna Canela Fina

 Por: Rubén Cortés

Canela Fina


En fin, la hipocresía


El lío con la austeridad del gobierno es que la vende como única e inmaculada. Rosario Piedra criticaba a su antecesor por tener cocinero, pero ella tiene un congelador de cortes finos de carnes de calidad “Certified Angus Beef©”



El lío con la austeridad del gobierno es que la vende como única e inmaculada. Rosario Piedra criticaba a su antecesor por tener cocinero, pero ella tiene un congelador de cortes finos de carnes de calidad “Certified Angus Beef©”.

Grupos de mujeres contra la violencia, que tienen tomadas las oficinas de la titular de la CNDH, divulgaron imágenes de los refrigeradores del recinto repletos de Ribeye, New York, T-bone, Porterhouse.


Al tomar posesión, Piedra denunció que su antecesor tenía chef. En realidad era un señor ya mayor que fue chofer y perdió pericia para conducir y, en lugar de echarlo, lo pusieron a cocinar. El hombre era fundador de la CNDH.

También prometió ganar menos que su antecesor pero gana más, según el Manual de “Percepciones de las y los Servidores Públicos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el año 2020”.


En su último año de gestión, Luis Raúl González ganó 106 mil 683; mientras que Piedra gana 109 mil 999 pesos, que es casi lo mismo que el salario del presidente de la República, quien devenga mil 934 pesos más que ella.

Y, sí: Piedra no tiene chef en la oficina, pero tiene en la oficina un congelador lleno de carne calidad Angus. Piedra prometió trabajar en austeridad leoninamente republicana, pero tiene refri gourmet y gana más que su antecesor, que tenía chef y no era austero.

Aunque nada de esto sería noticia en otros personajes que no se venden como apóstoles o faquires, pero sí en alguien que se asume como tal y… más que eso aún: que finge ser Gandhi sin serlo. Es lo que ocurre a quienes creen que la única verdad es la suya.

O sea, que muchos de los problemas de este gobierno son en verdad minucias que sólo crecen impelidos por la hipocresía personal que es la gran marca registrada de la casa, y obliga a practicarla a sus integrantes.

Por ejemplo: el depa de 11 millones de Olga Sánchez en Houston. La señora se ha deshecho en explicaciones de que “fue pagado peso a peso… he trabajado…” Pero ¿no puede tener un depa de 11 millones una señora que lleva 50 trabajando con altísimos sueldos?

Porque Olga Sánchez ha sido ministra de la Corte, notaria pública, magistrada del Tribunal Superior de Justicia del DF, abogada, profesora universitaria. Pues mal ejemplo sería si, habiendo estudiado y trabajado tanto, no lo tuviera.

Pero el jefe de Piedra y Sánchez ha impuesto en el país una vara de austeridad muy alta. Ha vivido con 200 pesos, sin tarjetas bancarias, inmuebles ni propiedades, no le interesa el dinero y lucha por ideales.

Eso hace que sus subordinados imploren: Ay, Dios, hazme que parezca pobre.