Pablo Hiriart
El gran argumento del Presidente es que, comparado con
otros países, no hay tantos muertos.
Pide que no seamos alarmistas, que no es para tanto.
Cuando alcanzamos los dos mil muertos, tranquilos, todo
bajo control, vamos bien. Al llegar a diez mil también está bien, son pocos si
vemos a los vecinos. Y al pasar a los once mil, por favor no hay que alarmarse
ni caer en psicosis ante el número de muertos, la pandemia está domada.
Por eso la pregunta al Presidente: para usted, ¿cuántos
muertos son muchos muertos?
En una guerra mueren millones, sí, pero, ¿Ana Frank es
pocos muertos o muchos muertos?
La pérdida de vidas humanas son muchas cuando eran evitables,
como es el caso de México.
Falló el Presidente que dice ser un humanista y tener la
conciencia tranquila.
Por lo visto se trata de un 'humanista asintomático',
porque con toda su bondad quitó presupuesto a Salud cuando ya teníamos el aviso
de la pandemia que venía.
En una epidemia como la que se vive en todo el mundo es
inevitable que haya muertes, pero en el caso de México fue evidente el
desprecio hacia los efectos mortales de la enfermedad.
Ayer López Obrador dio una receta para evitar el contagio,
que es no robar, no mentir, no traicionar.
¿Se dará cuenta de lo que dice, o sigue en shock? Lo
pregunto porque esa mentalidad revela un profundo desprecio por la vida humana.
Quiere decir que muchos murieron porque eran corruptos o
mentirosos o traidores.
Se equivoca el Presidente: no pocos han muerto por
irresponsabilidad suya: dos meses después de que la OMS declarara (30 de enero)
emergencia internacional por el coronavirus, López Obrador seguía invitando a
la gente a salir a la calle a comer garnachas o lo que fuere.
Ha de ser muy frío para decir que tiene la conciencia
tranquila después de haberle quitado mil 500 millones de pesos a la Secretaría
de Salud para este año. Y el recorte (no subejercicio, recorte) se hizo este
año: presupuesto aprobado vs. presupuesto modificado.
Y en cambio le dieron 22 mil millones al Tren Maya.
En el hospital de Traumatología del IMSS en Lomas Verdes,
médicos, enfermeras y paramédicos se protegen con plásticos porque no les han
entregado cubrebocas, pues “no es un hospital Covid”. Pero les llegan todo tipo
de enfermos y necesitan protegerse.
¿La razón? Ahorros, y no hay dinero para sensiblerías
como cuidar la vida de los trabajadores de la salud.
El gobierno gastó un peso en salud por cada 46 pesos que
gastó en Pemex durante el primer trimestre del año (México Evalúa).
Ahí están las prioridades del Presidente humanista: en el
Presupuesto.
La pandemia es menor en México si la comparamos con
Estados Unidos, reprocha AMLO a quienes lo cuestionan.
Sí, allá el otro irresponsable enfrenta una crisis de
salud, de desempleo y una revuelta social que él ha fomentado desde la Casa
Blanca, con racismo, intolerancia y polarización.
Aquí, quien se dice muy amigo de Donald Trump, pudo
evitar millones de pérdidas de empleos, y no lo hizo.
No ha hecho absolutamente nada para salvar empleos ni
impedir cierres y quiebras.
Le han propuesto centenares de medidas a fin de
amortiguar la caída económica y no acepta ninguna. Dice que es para favorecer a
los ricos.
No le tiembla la voz al referirse a once mil muertos,
muchos de los cuales deberían estar vivos si su gobierno hubiese actuado a
tiempo y con recursos. Pide no entrar en pánico por los decesos.
Actúa con desdén hacia la vida de los mexicanos.
Escuelas y universidades cerraron antes de que el
gobierno declarara la emergencia. El encargado de combate a la pandemia dijo
que no tenía sentido cerrar una escuela por un alumno con coronavirus, pues era
mejor esperar a que hubiera cien.
El Presidente no acepta que 12.5 millones de trabajadores
perdieron su ingreso en abril, como informó el Inegi.
Tampoco reacciona ante el hecho de que este año 10
millones de personas pasarán a ser pobres, y no lo eran.
AMLO pudo atenuar ese golpe, y no lo hizo. No hubo plan
de defensa del ingreso y el empleo. Tampoco de protección a la salud.
Dos mil, u once mil, o 30 mil muertos es más o menos
igual. Todo bajo control. Domada la pandemia. No sean alarmistas. Venga ese
Tren Maya.
Qué paradoja. O amarga lección. El Presidente 'humanista'
va a meter a México en una crisis humanitaria.
Y sea la cantidad que sea, para él habrá pocos muertos.
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