Hoy todo es júbilo.
La sala suprema de la Suprema Corte defendió la Carta
suprema y de esa manera reivindicó la independencia de Poderes, opinan propios
y contrarios.
Para eso está: para vigilar el pleno respeto de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y para marcar distancia
del Ejecutivo y del Legislativo.
Sobre todo del primero.
No debiera ser flor de un día.
Lo hecho ayer por el Poder Judicial presidido por Arturo
Zaldívar no debiera ser noticia, sino parte de nuestra cotidianidad.
De ese Poder de la Unión y de otros órganos de Estado
sobre los cuales tenemos todas las dudas como la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH).
Pero fue entregada a una activista, María del Rosario
Piedra Ibarra, y hoy está ausente de los grandes problemas de la gente.
No garantiza tutela alguna en la protección del derecho a
la salud en tiempos de la pandemia del coronavirus ni está al pie de la
violación de las garantías fundamentales de los migrantes.
Son sólo dos de múltiples ejemplos.
PROLONGACIÓN, NO REELECCIÓN
Lo de la Corte es apenas el principio.
No sé si es el mensaje específico de Ricardo Monreal
cuando cataloga a esa sentencia como el mentís a los agoreros de caos.
Pero resulta estimulante interpretar el voto de los
ministros de la Corte como un avance para el 2024, para quienes temen la
prolongación del período presidencial.
Ojo: no reelección, sino prolongación a lomo de consultas
armadas.
O reelección por sí o por un personero -se pelean por ese
triste papel- para intentar un maximato al estilo Plutarco Elías Calles.
Si esta advertencia de la Corte de Arturo Zaldívar
resultara cierta, encomendémosle la preservación de instituciones fundamentales
para el país.
De inmediato, el Instituto Nacional Electoral (INE) de
Lorenzo Córdova, cuyo funcionamiento es acechado por las bancadas oficialista
en el Congreso de la Unión.
Es la tarea inmediata por su incierto futuro, pero atrás
viene una larga lista de organismos necesarios para hacer contrapeso al Poder
Ejecutivo.
A fin de cuentas, es la supervivencia de nuestra
democracia.
DESPIDOS RAROS EN INFONAVIT
Uno de los requisitos a empresarios para acceder a apoyos
gubernamentales es no despedir empleados.
Esto lo recuerda el secretario del sindicato titular ante
el Infonavit, Rafael Rivapalacio, quien ha asumido la lucha de varios
representados.
Cinco trabajadores del organismo, asegura, fueron
detectados con coronavirus y por ello dejaron de presentarse a laboral.
Pero están despedidos.
Prestan sus servicios en el Centro de Servicios de
Iztapalapa (Cesi, Verónica Bustos) y cuatro más en el Cese Ermita: Laura Itzel
Juárez, María Juana Guillén, Francisco Javier Ortega y Mario Rodolfo Ortiz.
Rivapalacio también pide cerrar las oficinas del
Infonavit en Tijuana por ser una de las ciudades con mayor índice de contagios.
Un tema para el director del Instituto, Carlos Martínez,
quien promete programas de apoyo a trabajadores con créditos y ha ordenado
estar pendientes para evitar daños colectivos con los empleados.