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López-Gatell en sus malabares


Casi siempre aparece enfundado en un traje oscuro con una corbata generalmente en tonos rojos, se le ve fresco y sonriente. Cae bien. Domina sus gestos, sus manos, las palabras y a la cámara, a la que le habla directamente. La oportuna aparición de sus fotos de juventud, la difusión de su historia familiar, la portada en una revista del corazón y hasta leer poesía lo han construido como un personaje creíble. Cuando habla el subsecretario Hugo López-Gatell mezcla lo técnico con lo simple y parece sencillo y pareciera que la epidemia en México, a diferencia del mundo, se está “domando”.

Ha sido tan efectiva la imagen construida para su vocería, que en 74 días — desde su primera conferencia vespertina hasta ahora—, sus propias contradicciones y el choque con las premisas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se diluyen.

Las personas le creen, pero en realidad ha hecho malabares con la información para que la realidad se ajuste. Comenzó por sostener que los cubrebocas no eran importantes. Luego avaló las reuniones con cinco mil personas, para cambiar en días a que sólo se podían congregar 50, pero que de preferencia no se reunieran, y terminó pocas semanas después por recomendar que era mejor quedarse en casa y la sana distancia un día después de un consulta multitudinaria organizada por el presidente en Mexicali, que ahora es uno de los municipios con los mayores números de contagios en el país.
 
Ilustración: Eje Central
Pero también ha sostenido que las pruebas no son necesarias, y contradiciéndolo, las bases de datos oficiales prueban que la epidemia no comenzó cuando él asegura. El número de contagios no es el que ha mostrado, porque el cálculo lo ha matizado y sigue sin transparentar los modelos predictivos, como lo han exigido científicos.

Además, el ritmo de contagio que ha expuesto es inexacto; no se ha reconocido que México tiene la mayor tasa de letalidad del continente, y la curva no se ha aplanado. Lo último, López-Gatell se equivoca en la fecha en que será el pico de la curva de contagios y cuándo podrán levantarse las medidas restrictivas.

›De acuerdo a las bases de datos  y documentos, la epidemia comenzó en México en la semana del 16 de febrero y no a finales de ese mes, este ajuste de temporalidad modifica la predicción de la curva de crecimiento y su posible fin. A esto se debe sumar que los estándares internacionales muestran que si no se aplican pruebas suficientes es imposible conocer el ritmo del contagio y su desarrollo.

Aunque el escenario que dibuja el subsecretario puede parecer positivo, sobre el modelo matemático que han presentado Christen y Capistrano, que sólo se puede conocer por las imágenes que se muestran en las conferencias, está bien hecho y serio, “pero es un modelo muy simple y esos modelos simples tienen esta característica de que después del pico viene esta caída bastante rápida; lo que hemos estado viendo en la realidad y lo que sale de modelos más complicados es que no hay pico definido sino que cuando dejan de subir los casos hay una meseta, en la que nos estacionamos”, asegura Noel Brizuela investigador en la Universidad de California en San Diego,

Una gráfica interactiva hecha por Mariana R. Franklin, científica de datos e integrante de la iniciativa Serendipia, compara la trayectoria que ha seguido la epidemia tomando tanto los casos nuevos como los acumulados y las medidas que se han adoptado en México y otros seis países. Al combinar de forma exponencial estos dos registros se obtiene una línea recta que sigue de esa forma mientras el aumento de casos no disminuya.

El resultado demuestra que, comparado con países que han tenido más casos positivos registrados como Reino Unido o Italia, la recta de nuestro país sigue creciendo y no se ha visto afectada por las medidas de contención aplicadas desde el 23 de marzo.

En este momento, México está en el punto medio de una batalla que se extenderá por más de dos meses hasta la eliminación total del riesgo. Jianxi Luo, investigador de la Universidad de Tecnología y Diseños de Singapur (SUTD), creó una herramienta que permite predecir el ciclo de vida completo de la pandemia en distintos países a través del monitoreo predictivo continuo, y marca el 9 de mayo como el día en que se registrarán más casos positivos por Covid-19 en México; en ese punto la curva epidemiológica del país se encuentra a poco menos de la mitad de su ciclo completo, que se reduce al 3% hasta el 17 de junio y no se termina hasta el 19 de septiembre de este año.

En todo caso las proyecciones y modelos estadísticos sirven para predecir ciertos escenarios, pero no son definitivos, por lo que es imposible saber con total certeza la fecha en que la epidemia de Covid-19 terminará en México.

Una batalla a mitad de camino
El levantamiento de las medidas de confinamiento causadas por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 no es el fin de la pandemia, por el contrario, sólo marca el punto medio de una batalla que se extenderá por más de dos meses hasta la eliminación total del riesgo.

Diversos modelos matemáticos han sido empleados para calcular hasta cuando podremos tener un mundo seguro frente a esta primera ola de contagios; y algunos resultados apuntan a que el 2020 será el año del Covid-19.

Desde el 22 de enero pasado, fecha en que el gobierno chino impuso un confinamiento estricto a los habitantes de Wuhan, diversos países han tenido que sumarse a la decisión de limitar el movimiento de sus ciudadanos para disminuir los riesgos y consecuencias de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Aunque el inicio del aislamiento ha sido relativamente igual para todas las naciones, el levantamiento podría no serlo y dependerá no sólo de los casos que aún presente, sino de la dinámica de cada población.

Conforme el Covid-19 se esparcía por el mundo, las medidas de prevención, mitigación y supresión también se extendieron en cada país. Mientras que en algunos estas estrategias se implementaron con mayor severidad, en otros se permitió cierta flexibilidad que buscó la cooperación ciudadana en lugar de la coerción. Pero sin importar el grado de rigurosidad de las medidas, el llamado a aislarse y evitar el contacto social fue el factor común de todas ellas.

El mensaje de quedarse en casa se repitió —en algún momento— por todos los gobiernos afectados. Sin embargo, el confinamiento es una medida que no puede mantenerse por mucho tiempo y obliga a fijar una probable fecha límite en la que el riesgo de contagio haya disminuido lo suficiente como para poder salir nuevamente a la calle, lo que no significa que el virus esté eliminado o que otras estrategias deban reducirse.

Los esfuerzos por modelar el comportamiento de la pandemia de Covid-19 se han multiplicado en todo el mundo, no sólo para calcular el número de contagios o fallecimientos, sino también para trazar los planes de contingencias y las medidas que los acompañaran.

En el pronóstico de esta crisis se han visto involucrados tanto modelos matemáticos como diversas fuentes de datos que varían según lo que se intente medir o proyectar. Un error en cualquiera de estas herramientas podría provocar una decisión equivocada en torno a las políticas públicas y el tiempo para aplicarlas.

El fiasco de las pruebas fue el pecado original del fracaso de Estados Unidos ante la pandemia, la falla que por sí sola socavaba cualquier otra contramedida”. Revista The Atlantic

Las distintas curvas de la pandemia
Es normal preguntarse cuando será seguro salir de casa o si será posible disminuir otras medidas como el uso de cubrebocas, la distancia social o el simple hábito de saludar con un apretón de manos o un beso. La respuesta más certera sigue estando en la modelación matemática de la epidemia y en todas las modificaciones que se puedan hacer de ésta para conocer, no sólo una posible fecha de levantamiento de las medidas, sino también un estimado de cuanto durará este primer ciclo de contagio completo.

Una curva epidemiológica es la herramienta que utilizan los expertos para observar el comportamiento de una enfermedad a lo largo del tiempo, y aunque en el inicio de cualquier brote sanitario parece que esta curva sólo se incrementa, en realidad tiene un tope definido ya que la población que se puede infectar no es infinita, además existe cierto porcentaje que será inmune o simplemente no contraerá la enfermedad.

El modelo SIR, llamado así porque divide a la población entre susceptibles, infectados y recuperados, es la herramienta más elemental para conocer el comportamiento de una epidemia a lo largo del tiempo. Para su aplicación también es importante tener la tasa de infección del virus y cuanto tiempo le toma a una persona recuperarse del mismo, así de forma progresiva se puede calcular el lapso en que un brote infeccioso avanzará hasta llegar a su punto máximo de contagio para finalmente extinguirse.

Que un brote se extinga no quiere decir que no pueda resurgir, parte de las limitaciones del modelo SIR es que no toma en cuenta otras dinámicas de la población como son nacimientos o defunciones, e incluso recontagios dentro del mismo ciclo epidémico. Sin embargo, se puede hacer adecuaciones matemáticas para expandir esta herramienta y lograr un modelaje de la epidemia más exacto que el que se obtendría con los elementos base.

Jianxi Luo, investigador de la Universidad de Tecnología y Diseños de Singapur (SUTD) creó una herramienta que complementa el modelo SIR y que permite predecir el ciclo de vida completo de la pandemia en distintos países a través del monitoreo predictivo continuo, que no es otra cosa que la actualización continua de datos para ajustar de forma dinámica cualquier proyección en tiempo real.

El sitio de la SUTD toma los datos oficiales de la epidemia en diversos países y los procesa a través de los códigos matemáticos de Milan Batista, profesor de la Universidad de Ljubljana en Eslovenia, para dar un modelo sobre la evolución que tendrá el Covid-19 en cada uno de ellos y una fecha teórica en la que esta enfermedad ya no circulará entre esa población.

Luo reconoce las limitaciones de esta aplicación, e incluso advierte sobre no ser optimistas con las fechas dadas, pero asegura que esta proyección dinámica puede ser más útil al momento de tomar decisiones en cuestión de políticas públicas ya que la información obtenida a través de esta herramienta es mas cercana a la progresión real de la enfermedad en comparación a la que otorgan otros modelos.


El dato. Nueva Zelanda supera la crisis, al aplicar 3 mil 665 pruebas por cada millón de habitantes.

Hasta septiembre
El proceso de modelaje de la herramienta de proyección de la SUTD señala tres puntos en el descenso de la curva: el primero es cuando el contagio se ha reducido al 3%, luego al 1% y finalmente cuando la epidemia ha terminado. El modelo trabaja con un margen de error de cinco días en promedio y analiza la situación de 23 países entre los que se encuentra México.

La proyección matemática de la SUTD marca el 9 de mayo como el día en que se registrarán más casos positivos por Covid-19 en México; en ese punto la curva epidemiológica del país se encuentra a poco menos de la mitad de su ciclo completo, que se reduce al 3% hasta el 17 de junio y no se termina hasta el 19 de septiembre de este año.

Para el caso de México el margen de error en las fechas estimadas es de 5.7 días para la disminución del 3% y de 19.6 días para el fin de la epidemia.

La curva de predicción puede cambiar de forma considerable en poco tiempo, especialmente porque se trata de una modelación dinámica que depende del comportamiento de las poblaciones observadas, por lo que este escenario debe considerarse sólo si las estimaciones actuales se cumplen.

Respecto a otros países, este modelo establece fechas parecidas, por ejemplo, Italia que comenzó la epidemia casi un mes antes que México reducirá al 3% el 12 de mayo, pero no logrará erradicar el contagio hasta el 10 de septiembre. Por su parte España llegará el 07 de mayo a la reducción del 3% pero saldrá de la epidemia hasta el 9 de septiembre.

Según el modelo, Estados Unidos habría tenido su punto máximo a principios de abril, aunque en realidad el mayor número de casos nuevos se registro el 25 de abril con más de 4,500. La proyección para este país apunta que lograran la reducción al 3% el 21 de mayo y que el fin de la epidemia se logrará hasta el 01 de octubre, lo que haría que esta nación tuviera el periodo de crisis más largo del mundo, ya que registro su primer caso a finales de enero.

En referencia a la proyección global, el modelo de la SUTD establece que el pico de la enfermedad fue el 15 de abril, pero que la primera ola de la pandemia por Covid-19 no terminará hasta el 14 de diciembre de este año. Estas fechas deben tomarse como teóricas y no definitivas por lo que cualquier cambio sustancial en las medidas de mitigación y distanciamiento podrían alterar considerablemente esta proyección.

›Por el momento la curva de contagios de México se ajusta casi a la perfección con el modelo desarrollado por Jianxi Luo, lo que no significa que hayamos logrado superar la crisis, por el contrario, nos encontramos a la mitad del camino y cualquier error puede disparar la cifra de casos positivos.

En todo caso las proyecciones y modelos estadísticos siempre trabajan con condiciones que se alejan en cierto grado de la realidad, por lo que sirven para predecir ciertos escenarios, pero no son definitivos, por lo que es imposible saber con total certeza la fecha en que la epidemia de Covid-19 terminará en México.

Lo único que podemos hacer para reducir considerablemente tanto los contagios, como las fechas para terminar esta crisis es acatar las medidas de aislamiento e higiene, ya que por el momento esta es una batalla que todavía no hemos ganado.

Comparado con Reino Unido o Italia, la recta de México sigue creciendo y está en el punto medio de una batalla que se extenderá por más de dos meses.

Publicado por Elizabeth Velázquez y Manuel Lino / Losintangibles.com