Rubén Iñiguez
La 83 asamblea de la Asociación de Banqueros de México,
va a representar a partir de hoy la expresión realista de las perspectivas
financieras de México, ante el ascenso del dólar y la caída del precio del
petróleo, por lo que miles de mexicanos estarán observando los signos.
El presidente Andrés Manuel, fiel a su estilo, no se tomó
la molestia de analizar el entorno. Simplemente lo ignoró, no lo ve, no lo
comprende. Sin embargo, Alfonso Romo, Secretario de la Presidencia, externó una
opinión más sensata, porque sabe de finanzas y recomendó “cautela”. Las
expectativas de que puede ocurrir con el dinero de los mexicanos, no parecen
ser entendidas por el presidente.
El umbral de este momento debería preocupar seriamente a
AMLO, aunque su fortuna y situación patrimonial personal, está más que
asegurada. Es la clase media, los medianos y grandes empresarios, los que
generan empleos a los que la situación los hace advertir que desde hace varios
días, todo se volvió más difícil en México. Por eso, su mirada y atención está
puesta a lo que digan hoy los banqueros y el gobierno.
El presidente no se altera por las pérdidas de “un día
sin mujeres en México”, que tuvieron un impacto mayor al previsto, ya que según
los expertos de Citibanamex, la caída en la productividad fue de 43.5 mil
millones de pesos, la fuerza laboral femenina es de un 30% aproximadamente. Por
lo que ignorarlas salió carísimo.
Un doloroso receso a cambio de una nueva cultura en
México, con una visión diferente del problema de seguridad para todos los
ciudadanos, y principalmente para las mujeres, según lo informó El Financiero
en días pasados.
El Gobierno federal afronta graves problemas y
dificultades por la elevación de costos, tanto de su refinería de Dos Bocas,
del Tren Maya y del aeropuerto de Santa Lucía. Adicional a esto, la Secretaria
de Energía, Rocío Nahle, dice que ante la caída del petróleo por el conflicto
entre Rusia y Arabia Saudita, es necesaria la refinación.
Es puro sentido común el comprender que es poco rentable
seguir invirtiendo miles de millones de pesos a la construcción de una nueva
refinería, que cada vez es más costosa su edificación, pues el costo del barril
de crudo, se abarató de manera estrepitosa. ¿Por qué no apostar a energía
renovable, más barata y menos agresiva al medio ambiente? Si el precio de la
gasolina bajó en algunas partes de nuestro país, no es porque el gobierno de
AMLO lo haya decidido, sino porque el costo de petróleo está tan barato que es
imposible justificar que se pueda mantener los mismos precios como hasta hace
unos días. Por lo que a PEMEX, por más procedimientos de reanimación y
respiración cardio-pulmonar, nomás no puede lograr salir del “estado de coma”
en el que se encuentra.
El barril mexicano cayó de 57 dólares a 24.43 dólares,
por cada uno. No se en dónde está el acierto de producir más petróleo al día,
si los grandes especuladores y los magnates estadounidenses, deciden el precio
del crudo. La ignorancia está compartida entre AMLO y Rocío Nahle.
Otro dato alarmante es que el peso se encuentra en 21.65
por dólar, cada dólar representa 1.1 millones de dólares de ingresos diarios
menos para la república, el peso bajó
más del 7% y el descenso del precio del petróleo descapitaliza a la paraestatal
Pemex. Las respuestas adecuadas tienen que darse en la reunión número 83, de
los Banqueros de México, pues creo que determinarán un recorte presupuestal
inmediato.
Como preámbulo, Marcos Ramírez Miguel, director general
del grupo financiero BANORTE, estimo que la predicción de crecimiento del país
será de 0.8%, siempre y cuando se finquen las bases para tener un posterior
crecimiento sano.
El director general de BBVA, Eduardo Osuna, fue muy
directo al señalar como una medida necesaria, mantener la apertura del sector
energético a la inversión privada. “Se mantienen dudas en torno a la política
energética que seguirá este gobierno. Es necesario que se reduzcan las señales
de incertidumbre más hoy que nunca”
En todo este entorno, no estamos considerando el efecto
que ejercerá la pandemia del
coronavirus, que parece que tendrá una repercusión severa a nuestra economía.
El detalle es que no le estamos dando la importancia necesaria para erradicar
el problema, pues creemos que todo esto es un engaño colosal de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), además de que es una farsa orquestada por los
conservadores y la mafia del poder. En tanto, suponemos que nuestro clima nos
defenderá, y que tomar limón con agua caliente, será suficiente.
En general enfrentamos un contexto cada vez más adverso y
no es lo indicado que el presidente López Obrador sea omiso, ante las
coyunturas tan graves de la economía. Los factores internacionales le habían
ayudado durante su primer año a mantener el peso en buen término en relación al dólar, hoy son
muy adversos y ante ellos, el discurso mañanero se diluye y fracasa.