Carlos Ramírez.-
La nueva reforma educativa que abrió a la CNTE el camino
para introducirse en la estructura de organización de la educación, incluyendo
los contenidos antineoliberales, ha formado parte de una vieja lucha de la
izquierda comunista y socialista para copar desde dentro los medios de
producción física e intelectual.
El itinerario ha sido largo:
--A partir de la experiencia de los soviets rusos en la
revolución de 1917, los obreros crearon comités de fábrica para incorporar a
los trabajadores en la dirección de las empresas.
--El Partido Comunista Italiano centró su política obrera
en comités de fábrica en empresas privadas para tener acceso no sólo a las
decisiones productivas, sino a las cuentas contables y por tanto a las tasas de
utilidad.
--A partir de un enfoque prospectivo sobre la situación
del obrero hacia mediados del siglo XXI, el presidente del PRD en 1997, Andrés
Manuel López Obrador, diseñó el Programa para el desarrollo económico con
justicia social 1998-2000 del PRD y propuso un punto concreto: “Promover la
venta de acciones a los trabajadores, mediante créditos de largo plazo con
dividendos, y/o a cambio de salarios y prestaciones”. Este esquema ya había
sido probado por el presidente Salinas de Gortari al incluir en la venta de
paraestatales un 5% de acciones para los sindicatos, con acceso a toma de
decisiones y utilidades. Este modelo era una variante de los comités de
fábrica.
--En su último artículo, el militante histórico de la
izquierda socialista-comunista Pedro Echeverría delineó el contexto de la
participación de la CNTE en estructuras de administración de la educación: “si
en cada fábrica, en cada centro de producción, en cada institución, las
asambleas de trabajadores, después de analizar y discutir, determinaran las
políticas de trabajo, los empresarios serían unos simples empleados que se
encargarían de hacer lo que los trabajadores determinen”. Así será con la
educación con las nuevas leyes: la CNTE como sección sindical decidirá la
educación y los funcionarios de la SEP serán “simples empleados” de las
asambleas de los trabajadores.
El problema radica en que el Estado es la garantía de la
pluralidad social e ideológica, en tanto que los comités de fábrica
representarían sólo a los trabajadores y sus intereses. Si los maestros de la
CNTE quieren definir la educación, sería más fácil que pusieran escuelas
privadas de su propiedad y no se apoderaran del diseño, enfoque y contenido de
la educación pública del Estado.
Lo grave de la aprobación de las nuevas leyes educativas
radica en el hecho de que la CNTE utilizó la fuerza social callejera y la
violencia correlativa para someter la autoridad del Estado, a menos que las
autoridades políticas sexenales del Estado actual coincidan con sus
planteamientos ideológicos. De ser así, entonces la SEP será sólo el brazo
institucional de la CNTE y sus planteamientos ideológicos y los titulares de
esa dependencia, comenzando por el secretario Esteban Moctezuma Barragán podría
disminuirse a meros intendentes de los intereses educativos, ideológicos y
sociales de la CNTE.
El punto culminante de la lucha de la CNTE no será la
victoria sobre las leyes educativas, sino su exigencia de poner las siglas de
la CNTE en letras de oro en el muro de la Cámara de Diputados.
Lo que queda por esclarecer y hasta ahora no parece
preocupar a los desmantelados servicios de inteligencia y seguridad nacional es
el tamaño de la puerta abierta por las nuevas leyes para uno de los principales
asociados de la CNTE en su lucha contra el Estado neoliberal: la guerrilla del EPR.
En la lucha magisterial del 2006 en Oaxaca, la Sección 22 del SNTE y eje de
fuerza de la CNTE, incorporó a comandantes del EPR en movilizaciones; existen
videos, por ejemplo, de dos comandantes del EPR en la toma violenta y
destructiva del Canal 9 de TV del gobierno estatal. Los comandantes Edmundo
Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez fueron declarados secuestrados y
desaparecidos en el 2007, luego de presencia activa en el conflicto del 2006
que puso como pliego de la 22 el derrocamiento del gobernador constitucional e
instaurar un gobierno popular del pueblo.
El problema de fondo no radica en la participación de
maestros en el diseño de políticas educativas, sino en el enfoque ideológico
exclusivista de los profesores de la CNTE en el concepto de la educación. Todos
los países de desarrollo medio que han dado el salto productivo debieron de
reformar antes su modelo educativo para articularlo al sistema productivo, de
la mano de políticas presupuestales y de capacitación en el ramo tecnológico.
La política educativa de la CNTE está diseñada para la
lucha contra el Leviatán del Estado neoliberal, en tanto que la política
educativa de la SEP hasta antes de las nuevas leyes estaba orientada para la
formación de ciudadanos productivos y dejando en cada conciencia del estudiante
su militancia ideológica. Se olvida que todos los Estados socialistas
fracasaron por su carencia de cuadros educativos y tecnológicos para la
producción.
Política para dummies: La política es el arte de ganar
batallas sin disparar balas.
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