La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría
de Hacienda congeló las cuentas bancarias de la exsecretaria de Desarrollo
Social, Rosario Robles, en el marco de las investigaciones de desvíos de
recursos, conocidos como la Estafa Maestra, también indagan a Eviel Pérez Magaña.
Foto: internet. |
También fueron intervenidas las cuentas bancarias de
Emilio Zebadúa, quien se desempeñó como oficial mayor en la Sedesol y en la
Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), cuando Robles
Berlanga encabezó ambas dependencias.
La semana pasada, la Fiscalía General de la República
(FGR) solicitó la vinculación a proceso de la exfuncionaria federal por el uso
indebido de recursos, dado a conocer en la investigación periodística
denominada “La Estafa Maestra”.
El 31 de julio pasado, un juez federal concedió una
suspensión provisional que impide a la FGR cumplimentar cualquier orden de
arresto contra Rosario Robles, para lo cual fijó el pago de una garantía de 69
mil 500 pesos.
En Oaxaca, Eviel Pérez Magaña también enfrenta investigaciones
por la malversación de recursos públicos, toda vez que empresarios han presentados sus denuncias
por la asignación de obras de manera discrecional.
El colaborador de
Ulises Ruiz Ortiz, ex gobernador de Oaxaca y aspirante a la presidencia
nacional del PRI, es acusado cobrar el 75 por ciento de los recursos federales
que debieron aplicarse en Oaxaca durante el ejercicio 2018.
Perdida la elección presidencial de julio, el titular de
SEDESOL Eviel Pérez Magaña, buscó asociaciones civiles para “ocupar” el recurso
federal de Empleo Temporal con la condición que le regresara el 75 por ciento.
Pocas organizaciones accedieron a participar.
El problema fue que las organizaciones sociales que
ingresaron sus proyectos y fueron “beneficiadas”
con el programa, hoy se encuentran en problemas para la comprobación de los
recursos federales, mientras los verdaderos responsables gozan de total
impunidad.
De acuerdo con información filtrada vía electrónica, en
próximos días se harán públicas las denuncias de las asociaciones civiles que
entregaron más de 50 por ciento a los entonces funcionarios federales de la
SEDESOL cuyo titular fue Eviel Pérez Magaña.
En 2018, año electoral, el nuevo titular de la Sedesol tuvo
a su cargo una de las secretarías con mayor presupuesto en México: 106 mil 645
millones de pesos, de acuerdo con el monto aprobado en el Presupuesto de
Egresos de de la Federación (PEF).
Eviel Pérez Magaña ha participado en varios procesos
electorales como coordinador de campañas del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), al que se afilió cuando tenía apenas 17 años.
El funcionario es originario de San Juan Bautista
Tuxtepex, Oaxaca, uno de los municipios más pobres del país, con 56.2 por
ciento de sus habitantes en pobreza, según datos del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el año 2002 fue Alcalde de ese municipio, pero sólo
duró un año porque se sumó al gobierno estatal de Ulises Ruiz como director del
Instituto de Vivienda, en 2003.
En 2010 fue candidato del PRI a la gubernatura de Oaxaca,
elección que perdió frente a su contrincante Gabino Cué Monteagudo, quien
compitió por la alianza
PAN-PRD-Convergencia.
Después de su derrota, Eviel se incorporó a la Cámara de
Diputados, donde fue Diputado de 2009 a 2012, después saltó al Senado de la
República.
En abril de 2016 solicitó licencia en el Senado para
integrase a la Sedesol como subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la
Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Como titular de la dependencia, las organizaciones denunciaron
que su experiencia como operador político fuera aprovechada para operar a favor
de su partido en el proceso electoral de julio.
Con el nombramiento de Eviel Pérez Magaña, la Sedesol
completó cuatro titulares y en consecuencia, cuatro cambios de equipo para combatir
la pobreza en México que lejos de aminorarse, se incrementó con por lo menos
otros tres millones de individuos este sexenio, según cálculos tanto
independientes como oficiales.
Se trata de la dependencia que más cambios ha tenido
durante la administración de Enrique Peña Nieto y que cada vez, se alejó más de
sus objetivos, los que en 2012 comprometió el Presidente, incluso ante Notario
Público. De los 266 compromisos que ofreció en campaña, el último, el numerado
con el 266 fue titulado “Economía familiar” y se refiere a los programas de
combate a la pobreza.
Hasta antes de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto no
había presentado una política de combate a la pobreza. En enero de 2013 había
lanzado la Cruzada Nacional contra el Hambre, un programa inspirado en el
modelo del ex Presidente Lula Da Silva (hoy enfrenta un proceso de corrupción)
en Brasil y que incluía sólo a ciertos municipios del país; pero nada más. En
su mensaje en El Palacio Nacional, cuando entregó el Segundo Informe de Gobierno,
renombró el programa Oportunidades como Prospera.
Este 2018, año electoral, el nuevo titular de la Sedesol tuvo
a su cargo una de las secretarías con mayor presupuesto en México: 106 mil 645
millones de peso.
El último de Gobierno con EPN, es cuando se debieron verse
algunos resultados. Pero hoy, en México, unos 53.4 millones de mexicanos (el
43.6 por ciento de la población) no tienen qué comer ni con qué comprar, no
tienen acceso a la educación, no tienen calzado ni vestimenta dignos, no tienen
acceso a la salud y algunos no tienen forma de salir de las regiones remotas
donde viven.
En su despacho en la Sedesol, Eviel Pérez Magaña tuvo un
monto de percepciones brutas de 205 mil 122 pesos al mes. Administró durante
los meses del Gobierno de EPN una cartera con 209 puestos vacantes de un total
de mil 56 que muestra el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT). Por
ejemplo, careció en el inicio de un funcionario en la Dirección General Adjunta
de Seguimiento de Programas en la Subsecretaría de Desarrollo Comunitario y
Participación Social.
La Sedesol fue instituida en 1992 con el gran encargo de
combatir de manera gradual y a largo plazo, la pobreza. Sin embargo, este mal
que recorre de norte a sur a México no ha sido combatido y al contrario, cada
vez es más agudo.