- Hoy en día, la calidad democrática se mide por la transparencia y rendición de cuentas a los ciudadanos, se respeta la ley y hay elecciones. Mayor libertad e igualdad para los ciudadanos y, sobre todo, mayor satisfacción ciudadana que da legitimidad de origen y de ejercicio al gobierno.
- Representa un invaluable acierto que la Secretaría de Administración cumpla al cien por ciento sus obligaciones de transparencia y rendición de cuentas, lo que genera credibilidad y confianza en esa dependencia, dos valores intangibles difíciles de alcanzar gubernamentalmente.
Alfredo Martínez de Aguilar
El dos veces primer ministro del Reino Unido Winston
Churchill tenía razón: la democracia es el peor sistema de gobierno, a
excepción de todos los demás que se han inventado. Sin embargo, alcanzar la
democracia a plenitud, sigue siendo una quimera en el mundo globalizado.
Lograr esta ambiciosa meta humana requiere satisfacer
requisitos muy exigentes: contar con
pueblos nutridos alimentariamente, educados integralmente con principios
y valores universales, plenamente informados y conscientes, con cultura de la
legalidad y, sobre todo participativos.
A finales del siglo XX la teoría democrática no incluía
estudios sobre la satisfacción que los ciudadanos tienen con respecto a los
resultados que ofrece la democracia, hasta que el politólogo italiano Leonardo
Morlino acuñó el concepto de "calidad de la democracia".
Hoy en día, la calidad democrática se mide por la
transparencia y rendición de cuentas a los ciudadanos, se respeta la ley y hay
elecciones. Mayor libertad e igualdad para los ciudadanos y, sobre todo, mayor
satisfacción ciudadana que da legitimidad de origen y de ejercicio al gobierno.
Así, pues, la decimonónica democracia representativa ha
sido enormemente enriquecida por la democracia participativa y ésta ha sido
rebasada por la democracia deliberativa, nada fácil de conseguir todavía
plenamente en México y en Oaxaca al prevalecer actitudes cavernarias.
Sin embargo, es innegable que la calidad de la democracia
ha contribuido a enriquecer poco a poco de manera firme y decisiva la
transparencia y la rendición de cuentas, que busca hacer realidad el pleno
respeto al derecho a la información.
La trascendencia del impacto social y político de ambos
componentes en materia de gobernanza y gobernabilidad, nuevamente se ha visto
enriquecido con la doctrina política del Gobierno Abierto en el que la
ciudadanía colabora en la creación y mejora de servicios públicos y el
robustecimiento de la transparencia y la rendición de cuentas.
El concepto surgió a finales de 1970 en Inglaterra, la
denostada pérfida Albión. Y se fortaleció políticamente, a partir de la
adopción de la filosofía del movimiento del software libre a los principios de
la democracia.
El objetivo principal era reclamar la apertura del gobierno
y la participación ciudadana frente a la opacidad y secretismo con el que hasta
entonces actuaban los gobiernos en el mundo.
Acceso libre a la información, protección de datos y al
conocimiento de las actividades previstas que el Gobierno realizará o está
realizando, permite el fortalecimiento de la opinión ciudadana.
Gobierno Abierto, Innovación y Modernización, son
actualmente un trinomio indiscutiblemente indisoluble porque son fundamentales
para el desarrollo del sector público en esta nueva era.
Es innegable que estas acciones políticas son muy
importantes para poder mantener fuerte la democracia de un país, además de
alinear las políticas públicas de gobierno y las necesidades de la ciudadanía
de manera ordenada y positiva.
De ahí que destaquemos el acierto que representa que la
Secretaría de Administración cumpla al cien por ciento sus obligaciones de
transparencia y rendición de cuentas, lo que genera credibilidad y confianza,
dos valores intangibles difíciles de alcanzar gubernamentalmente.
La Secretaría de Administración acreditó al 100% el
cumplimiento de sus obligaciones en materia de transparencia y rendición de
cuentas, de acuerdo a los resultados obtenidos en la segunda Verificación
Virtual 2018 del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de
Datos Personales (IAIP).
El IAIP informó que durante el periodo de revisión que
comprende de julio a diciembre del 2018, la dependencia estatal acreditó todos
los lineamientos establecidos en el Índice Global de Cumplimiento en los Portales
de Transparencia (IGCPT), aprobados por el Consejo General del Órgano Garante.
En un Acuerdo de Cumplimiento emitido por el órgano
autónomo, la Secretaría de Administración obtuvo dicha calificación, luego de
satisfacer los criterios en transparencia y rendición de cuentas en el portal
web institucional y en la Plataforma
Nacional de Transparencia (PNT).
La dependencia estatal, como sujeto obligado se encuentra
a la vanguardia en la aplicación de la metodología y lineamientos de
transparencia apegados al capítulo VI del título quinto de la Ley General y 38
de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de
Oaxaca.
En atención a los objetivos planteados por el gobernador
Alejandro Murat Hinojosa, la Secretaría de Administración fortalece las
acciones en materia de rendición de cuentas y transparencia, mejorando los
procesos de accesibilidad y la
actualización de la información pública para dar respuesta a las demandas de la
población.
La transparencia política es una cualidad de la actividad
pública que consiste en la apertura del sector público a la divulgación de
información acerca de su gestión.
Una de las características de un Estado
democrático es la obligación de todos los poderes públicos de dar cuenta a la
ciudadanía de todos sus actos, especialmente del origen y el destino de los
recursos públicos, y así prevenir, detectar y sancionar los casos de
incompetencia y de corrupción política.
En administración pública y ciencia política, rendición
de cuentas se refiere al proceso en el que los ciudadanos vigilan y evalúan el
actuar responsable de los servidores públicos por medio de mecanismos como la
transparencia y la fiscalización.
Para evitar el abuso de poder, supone la posibilidad de
castigar resultados no deseados a través de órganos o tribunales especializados
del gobierno, el voto de la ciudadanía y la opinión pública. Actualmente es
considerado un mecanismo necesario para el funcionamiento de la democracia y el
combate a la corrupción.
La rendición de cuentas forma parte tanto de la teoría
democrática como de la vinculada con la reforma gubernamental, y lo público
porque pretende la inclusión de los ciudadanos, la vigilancia de los gobiernos,
mayor eficiencia presupuestal y la consolidación de un buen Estado.