Ricardo Alemán.-
Durante años, Germán Martínez fue uno de los más severos
críticos del populista López Obrador.
Por años, fue ejemplo de dignidad, en el PAN, partido de
cuya presidencia renunció luego de una escandalosa derrota.
Luego, Germán Martínez pareció “un político del montón”
–como lo escribimos aquí el 20 de febrero de 2018–, al mudar de manera radical
su crítica, su convicción y su partido, al declararse convencido de que la
esperanza de cambio era López Obrador.
Sin duda un cambio radical del ex jefe nacional del PAN,
producto más de la esperanza, del sueño y el corazón, que de la razón.
Al final, cuando el gobierno de López Obrador naufraga en
todos los frentes, cuando los fracasos se acumulan en todos los rincones del
gobierno y cuando aún no transcurren seis meses, Germán Martínez tira la toalla
y renuncia a la dirección del IMSS.
Germán Martínez. Foto: internet |
Y entonces se produce el milagro; los lambiscones del
gobierno de Obrador se lanzan furiosos y acusan de “traidor” al único miembro
del gabinete de Obrador con una pizca de dignidad. Queda claro, la dignidad y
la vergüenza son sinónimos de traición, para los fascistas del gobierno de
AMLO, para sus aplaudidores y para aquellos que sin pudor ladran cuando les
ordenan ladrar.
Curiosamente la noticia, la “verdadera nota” –como dicta
la jerga del periodismo–, no solo es la salida de Germán del IMSS, sino que “la
noticia bomba” es el diagnóstico de terror que viven instituciones como el
IMSS, el ISSSTE y todo el sector salud mexicano, desmantelado por la estupidez
del ahorro clientelar que ordenó el presidente.
La noticia a analizar y cuestionar no es la salida de
Germán Martínez del IMSS y la llegada de un lambiscón más –de los miles sin
dignidad–, al gobierno de lambiscones. No, el verdadero escándalo es la
destrucción que, por órdenes presidenciales, se produce en todo el sector
salud, en donde se afecta a los más pobres, a los sin techo y sin nada, para
desviar dinero para ganar clientelas electorales.
“Es inhumano” dice Germán Martínez, que desde Hacienda
funcionarios lambiscones y sin escrúpulos violen la Ley del IMSS y decreten
recortes y más recortes que dejan sin atención a los que menos tienen, a niños
con cáncer y sida; que dejen al Instituto sin medicamentos.
Es criminal, decimos nosotros, que funcionarios
lambiscones de Hacienda no sólo pongan en riesgo la atención médica, los
medicamentos y la atención especial para más de la mitad de los mexicanos de
todo el país –en el IMSS y el ISSSTE se atienden casi 70 millones de personas–,
por seguir con la política de depredación de Instituciones fundamentales.
Y resulta un suicidio colectivo –para el Estado todo–,
que gracias a la política de ahorro clientelar decretada por López Obrador,
estén en riesgo latente la pensión de millones de mexicanos –jubilados y
pensionados–, quienes de seguir como están las cosas, muy pronto no podrían
cobrar su pago mensual, la única fuente de subsistencia para millones de
adultos a los que nadie atiende.
Y es que lo menos importante es que Germán Martínez deje
el cargo y que otro lambiscón lo ocupe.
La tragedia es que el ex panista reveló el caos que está
generando en todas las instituciones la torpeza de recortar dinero por decreto
–para regalar ese dinero a clientelas electorales–, sin ver el daño descomunal
que se provoca a las instituciones y a los que menos tienen.
¿Cuántos secretarios de Despacho, del gabinete legal y el
ampliado tendrán un gramo de dignidad, como el que mostró Germán Martínez, para
tirar la toalla y para denunciar la tragedia a la que nos lleva el gobierno de
Obrador en materia de violencia e inseguridad, de educación, salud, turismo;
para denunciar el fracaso descomunal del gobierno lopista en apenas los
primeros seis meses de gobierno, que se cumplirán en una semana?
El 20 de febrero de 2018 aquí recordamos las convicciones
de Germán Martínez, una vez que declaró ser un apóstol de AMLO. Así lo dijo
“Estoy listo para apoyar lo que ordene el candidato… soy de los que con orgullo
entrega volantes de López Obrador porque quiero que sea presidente… Porque con
López Obrador habrá un mejor mañana”.
En su renuncia al IMSS dijo que la Cuarta Transformación
no es más que un cambio burocrático.
¿Qué pasó en la cabeza de Germán Martínez para saltar del
PAN a Morena y luego arrepentirse de AMLO? ¿Y las ideas, ideales e ideología?
¿Abrió los ojos, se curó de la fiebre “lopista” o es el
primero de los grandes arrepentidos?
Al tiempo.