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Al final… la vida manda


Rubén Cortés.-


El gobierno abrió con economistas una polémica sobre si durante este régimen la economía crecerá hasta cuatro por ciento o crecerá poco o crecerá nada. Sin embargo, es una polémica en la que nadie puede tener razón ahora: la razón la va a tener la vida. Porque la vida es implacable.

Y la vida es implacable porque “se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”, como dijo ese gran maestro de la dialéctica que fue el presidente Lincoln.

Según el gobierno, “sí es posible alcanzar un crecimiento del cuatro por ciento por año”, mientras que su Plan Nacional de Desarrollo promete un seis por ciento en 2024. En cambio, Banxico, Inegi y la OCDE tienen cifras que auguran un crecimiento pobrísimo.

Los datos económicos del primer trimestre indican que hemos vivido el peor arranque económico de un gobierno en México desde la presidencia del panista Vicente Fox. De acuerdo con el Inegi, nuestro PIB registró un retroceso de 0.2 por ciento.

Veamos:

—El primer trimestre de Fox fue de un PIB de 1.8 por ciento.
—El primer trimestre de Felipe Calderón fue de un PIB de 2.2 por ciento.
—El primer trimestre de Enrique Peña fue de un PIB de 2.7 por ciento.

Este gobierno rechaza que el retroceso de 0.2 por ciento del PIB signifique un retroceso de 0.2 por ciento del PIB y considera “vamos re’ que te bien, mucho muy bien”. Y los organismos económicos aportan un abanico de datos que indica que vamos simplemente mal.

La verdad es que al régimen de la 4T le ha tocado el peor inicio de gobierno en los últimos 19 años: en lugar de crecer, nos encogimos. Además, tenemos:

—La más baja generación de empleo (46 por ciento).
—La tasa de desocupación al alza (3.6 por ciento).
—La confianza del consumidor y consumo ANTAD a la baja (5 por ciento).
—La recaudación de impuestos a la baja (577 mil 751 millones de dólares de 591 mil millones de dólares esperados).
—Los más bajos ingresos del gobierno (1.2 por ciento).
—Caída de turistas extranjeros (menos cinco por ciento).
—La construcción en su peor nivel en nueve años (2.4).
—La obra pública cayó (11.7 por ciento).

Ayer, la OCDE nos recortó su expectativa de crecimiento para este año: 1.6; y Banxico divulgó también ayer una encuesta a 37 especialistas nacionales y extranjeros, en la que prevé que ni en una década nuestra economía crecerá más del dos por ciento.

Pero la vida siempre alcanza para saber…

Quién tiene la razón.