Por: Rubén Iñiguez.
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Dice el refrán: “sobre aviso no hay engaño”, y al respecto
no es la primera vez que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo
(IATA), amonesta al gobierno mexicano del error de cancelar el Nuevo Aeropuerto
Internacional en Texcoco, y en su lugar intentar construir pistas adicionales
en la base militar de Santa Lucía.
“No es lo mismo hacer una base aérea que un aeropuerto”
sentenció Alexandre de Juniac, presidente
CEO de la IATA quien añadió: “La conversión de la base aérea de Santa
Lucía, llevará tiempo y una inversión significativa, y los militares tendrán que adquirir experiencia en la
gestión de un aeropuerto civil, algo muy diferente en comparación con una base
aérea castrense”.
El organismo internacional dijo que la cancelación del NAIM
y la operación de un nuevo sistema aeroportuario, no parece la mejor solución
para México, ya que la distancia entre un aeropuerto y otro, complicaría mucho
sus conexiones. El dirigente de IATA fue directo y señaló: “La decisión de
abandonar el nuevo aeropuerto dificulta el desarrollo de las aerolíneas y
también tiene un impacto negativo en toda la economía mexicana. Las
alternativas distan de ser las mejores”.
Esto se dio a conocer durante la celebración del Summit
Aéreo o Cumbre de Aviación en México 2019.
La honestidad valiente que pregonó el presidente Andrés
Manuel, ha ignorado hasta el momento este tipo de advertencias, haciendo más
caso a la opinión de Javier Jiménez Espriú, actual Secretario de Comunicaciones
y Transportes. Aún y cuando la valoración técnica de todo el sector aeronáutico
nacional e internacional, es contrario a lo que ha dicho el gobierno federal.
Remediar esa medida, sería un gesto transformador, pues
resulta difícil de comprender, que objeto tiene que los militares administren
en un aeropuerto comercial, lo que sin duda les dará un protagonismo inusual
que rebasa a los sexenios anteriores.
Lo sabio será enmendar un error colosal y retomar la
construcción del NAIM, que además ya reportaba un avance de 32.15 por ciento,
por lo que su cancelación, representa pérdidas de 120 mil millones de pesos,
según un reporte de Grupo Financiero Monex y estimaciones de otras corredurías
como UBS Citibanamex.
Eso sí, a los empresarios que hayan cometido un acto
evidente de corrupción, se les excluya del proyecto y se les sancione con una
pena ejemplar, pero el no continuar con
la construcción del aeropuerto en Texcoco, podría afectar de manera
considerable las arcas del país, por aferrarse a un sistema aeroportuario
innecesario y tal vez absurdo.