- ¿A quién afectan más las denuncias sobre la delincuencia organizada? No tanto a los jefes de las bandas del crimen organizado ni a los capos de los cárteles. Muchas veces halaga su enfermiza vanidad. En cambio, pone en grave riesgo a gobernantes, políticos y funcionarios.
Alfredo Martínez de Aguilar
Aquél a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido
"cui prodest scelus, is fecit". Es la síntesis genial de Séneca. Es
principio del Derecho Romano y de la criminalística. Da luces sobre la autoría
intelectual y material de los crímenes de ayer, de hoy y de mañana.
Atribuida la frase al cónsul romano y censor Lucio Casio
Longino Ravilla, fue popularizado por el tribuno Marco Tulio Cicerón, y
utilizada esta expresión por Séneca en el acto primero, escena primera, versos
500-501 en la tragedia de Eurípides sobre la hechicera Medea.
La expresión “Cui bono o Cui prodest”. ¿Quién se
beneficia?, es una locución latina. Se refiere a lo esclarecedor que puede
resultar en la comisión de muchos delitos, preguntarse por qué, y llegar a
determinar, quiénes se habrían de beneficiar con sus resultados.
Ciertamente, no es sencillo determinar quién o quiénes
son los que podrían ganar, ni muchos de los beneficiados tienen por qué haber
estar implicados en el crimen, máxime cuando el culpable los usa como
"cabeza de turco" para distraer la atención sobre su persona.
No obstante estas vicisitudes a enfrentar durante las
investigaciones, permite definir por descarte las líneas de investigación. No
hay que olvidar que no hay crimen perfecto, ni siquiera en tratándose de
asesinatos políticos considerados crímenes de Estado.
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Santiago Barroso |
Bajo este marco de referencia general y ante la ejecución
de un periodista más, Santiago Barroso en San Luis Río Colorado, Sonora,
obligado es escudriñar a quién beneficia el asesinato de periodistas.
Obviamente, a los beneficiarios de la delincuencia organizada.
En este sentido, los beneficiarios de los negocios
multimillonarios del crimen organizado y del narcotráfico no son solo los jefes
de las bandas y capos de los cárteles. Que quede claro no busco exonerarles de
sus crímenes, sino delimitar su responsabilidad.
Los principales beneficiarios del crimen organizado y del
narcotráfico son los gobernantes, políticos y servidores públicos de los
diversos órdenes de gobierno. El capo del Cártel Oaxaca, Pedro Díaz Parada, fue
traicionado por uno de los últimos gobernadores priistas, a través de su
delfín.
¿A quién afectan más las denuncias sobre la delincuencia
organizada? No tanto a los jefes de las bandas del crimen organizado ni a los
capos de los cárteles. Muchas veces las denuncias halagan su enfermiza vanidad.
En cambio, pone en grave riesgo a gobernantes, políticos y funcionarios.
Indispensable es recuperar la memoria histórica para no
seguir sesgando las líneas de investigación en los asesinatos de periodistas.
Están documentadas las amplias redes de complicidad de la delincuencia
organizada con políticos, empresarios, jefes militares y policíacos.
Hace cuatro décadas con José Antonio “El Güero” Zorrilla
Pérez, titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), se abrieron las
puertas del gobierno de México con Miguel de la Madrid a los grandes capos del
Cártel de Guadalajara. Manuel Bartlett era secretario de Gobernación.
A pesar de comprar impunidad con miles de millones y
financiar campañas presidenciales, de gobernadores y de presidentes
municipales, Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto
Fonseca Carrillo, pagaron el alto precio de la traición tras el asesinato por
la CIA del agente de la DEA, Kiki Camarena.
También fueron traicionados por la Administración para el
Control de Drogas (DEA) y la propia Agencia Central de Inteligencia (CIA) del
Gobierno de los Estados Unidos, no obstante que el Cártel de Guadalajara o
Cártel de Jalisco financió a la Contra nicaragüense contra los sandinistas.
El mismo alto precio de la traición paga, ahora, en Estados Unidos Joaquín Archivaldo Guzmán
Loera El Chapo, traicionado por el segundo presidente panista, Felipe de Jesús
Calderón y su operador Genaro García Luna, así como por el último presidente
priista Enrique Peña Nieto.
Las investigaciones probarían que “El Güero” Zorrilla,
exonerado por Bartlett, fue el autor intelectual de la primera ejecución de un
periodista en México, Manuel Buendía, ejecutado por el agente de la DFS Juan
Rafael Moro Ávila Camacho, para que no publicara la lista de los narcopolíticos
mexicanos.
Con estos antecedentes, entre muchos otros, a 13 años de
estallada la estúpida guerra contra el narcotráfico, el 11 de diciembre de
2006, por el alcohólico presidente Calderón, obligado es preguntar si culpar a
la delincuencia organizada es una perversa maniobra de distracción.
Acaso los que ordenan la ejecución de periodistas son, en
realidad, los gobiernos y políticos de todos los partidos, principales
beneficiarios del dinero sucio de la delincuencia organizada al recibir
financiamiento para sus campañas y acumular fortunas mal habidas.
Ante la creciente impunidad por complicidad e ineptitud,
asunto de vida o muerte es demandar la intervención de organismos
internacionales defensores de los derechos humanos y de la libertad de prensa y
expresión, ya que el asesinato de periodistas en México pudiera tratarse de
crímenes de Estado.
Condenaron el asesinato de Santiago Barroso el Foro
Nacional de Periodistas y Comunicadores, cuyo Capítulo Oaxaca me honro en
presidir, la Red Sonora y el Club de Periodistas de Antequera que dirige Ángel
Soriano, así como el Frente Estatal por la Defensa de los Periodistas
Oaxaqueños.
A la condena y exigencia de justicia, se sumó la Oficina del Estado de Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condena el asesinato del
periodista Santiago Barroso Alfaro, en San Luis Río Colorado, Sonora.
Jan Jarab, Representante de la ONU-DH en México, condenó
el homicidio del periodista y dijo que "los demás crímenes contra la
libertad de expresión deben ser investigados y esclarecidos
efectivamente". Sólo de esa manera se podrá enviar un mensaje. La investigación
eficaz y completa de este crimen debe incluirse como una línea de líneas de
comunicación la posible vinculación con la actividad periodística del señor
Barroso".
El homicidio de Barroso sería el cuarto ataque grave
contra periodistas y medios de comunicación de Sonora en lo que El año y el
cuarto periodista asesinado en 2019 en México. En 2018, la ONU-DH informó el
asesinato de al menos 12 periodistas y la desaparición de otro.
Jarab recordó que “las agresiones contra los periodistas
se restringen en la práctica”. "Por lo tanto, es necesario que, junto a la
investigación, se implementen medidas de protección para la familia y colegas
del señor Barroso y se adopten medidas de prevención de nuevos ataques contra
la libertad de expresión en Sonora".
La ONU-DH envió sus condolencias y solidaridad con la
familia, amistades y colegas de Santiago Barroso. A las que nos sumamos,
clamando al Cielo ¡Que la sangre de los periodistas caiga sobre sus asesinos
materiales e intelectuales y sobre sus hijos!
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila