Rubén Iñiguez. Sígueme en twitter: @rubengdl
Ni el PRI en sus años de gloria se atrevió a tanto. Pero
la Cuarta Transformación que tiene como bandera principal la lucha contra la
corrupción, parece que, en los hechos, aplica todo lo contrario, ya que Jazmín
Esquivel Mossa, fue nombrada Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, con un Senado de la republica controlado por el partido Morena.
Jazmín Esquivel, se convierte en un personaje con muy
poca credibilidad en la impartición de justicia, por el simple hecho de ser la
esposa de José María Riobóo, “el contratista favorito de AMLO”, que hizo el
segundo piso del Periférico capitalino, y que además promueve el plan del
aeropuerto de Santa Lucía, así como la ampliación del actual aeropuerto
internacional y del uso del aeropuerto de Toluca, además de promover la
cancelación del NAIM en Texcoco, rindió protesta con un Senado controlado por
el partido Morena.
Foto: internet |
Los próximos 15 años será una Ministro que desequilibrará
la independencia del Poder Judicial, ya que son muchos los favores y negocios
entre su marido y el actual Presidente López Obrador, quién no tuvo empacho en
apoyar ese nombramiento, que lo coloca como un presidente que infringió en un
acto evidente de corrupción, actividad de la que siempre estuvo en contra
durante los 18 años que duró en campaña por la presidencia de la república.
La Señora Ministro Esquivel Mossa, es la sustituta de
Margarita Luna Ramos, derrotando en la terna a otras dos candidatas también
morenistas, como Loretta Ortíz, y Celia Maya García, posicionándose en dicho
cargo, en segunda vuelta, obteniendo 95 votos en favor.
La Ministro también tiene en su haber la cercanía con el
Canciller Marcelo Ebrard, ósea, forma parte de la realeza de Morena. Además,
tiene un caso controversial sobre el apoyo otorgado a la construcción de la
super vía Poniente. También ha sido señalada por colocar en cargos públicos a
recomendados o personas afines a la nueva encargada de administrar justicia en
el máximo tribunal de la nación.
La determinación había sido criticada como un detrimento
a los derechos humanos en México. En su momento, hicieron serios
pronunciamientos organismos internacionales, como el Centro por la Justicia y
el Derecho Internacional (CEJIL), así como la Oficina de Washington para
Asuntos Latinoamericanos (WOLA), y la Fundación para el Debido Proceso (DPLF),
que señalaron en un comunicado que, Jazmín Esquivel Mossa y las otras dos
aspirantes a ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
tuvieron deficientes presentaciones el pasado 04 de marzo en sus respectivas
comparecencias, y adicionalmente fueron señaladas por tener vínculos directos y
activos con el Movimiento de Regeneración Nacional y el Presidente Andrés
Manuel López Obrador.
Asimismo, dichos organismos internacionales aseveraron,
que de llegar alguna de las tres, como Ministro de la Suprema Corte, podría
consumarse un grave retroceso en materia de la protección de los derechos
humanos del país, no solo reconocidos en los instrumentos internacionales de
los que México es parte, sino también en la propia jurisprudencia de la Corte”.
Estas organizaciones señalaron también que la
“independencia judicial obliga a los sistemas de justicia del mundo a elegir a
sus autoridades basándose en tres ejes prioritarios, el mérito y/o trayectoria,
la independencia partidista y en las capacidades. Por lo que el gran mérito de
ellas es “ser amigas de AMLO” y las principales capacidades a destacarles es
“ser amigas de Ebrad”. Y respecto de en
la independencia partidaria, es que su fortuna millonaria se la deben a la gestión
de AMLO en el entonces Distrito Federal.
Por último, quisiera cerrar mi opinión amable lector con
una pregunta al aire: ¿De verdad cree el presidente Andrés Manuel López Obrador
que somos tan ingenuos para no darnos cuenta del acto de corrupción en el que
por decisión personal decidió involucrarse?
¡Y apenas van poco más de 100 días de su gobierno!