Juchitán, Oax. (La Jornada).- El alcalde morenista de Juchitán, Emilio
Montero Pérez, entregó las llaves de la ciudad a Jesucristo, a quien declaró
como Señor del municipio de Juchitán, durante un acto con pastores y
congregaciones de una secta protestante en la región del Istmo.
El acto evangélico se efectuó en las canchas situadas
frente a la primaria Centro Escolar Juchitán, donde más de 400 personas
hicieron oraciones para pedir por la paz para esta ciudad zapoteca, considerada
la novena más violenta del país según el Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Publica en su informe de abril de 2018.
En las canchas, también situadas frente a la parroquia de
San Vicente Ferrer, considerado patrono de los juchitecos, el munícipe dijo que
el acto fue sugerido por los pastores evangélicos de la ciudad y para hacerlo
más formal giró la invitación, pero nada tiene que ver con falta de respeto al
Estado libre y laico que guarda el municipio. Los pastores acompañados de sus
congregaciones y el alcalde de Juchitán oraron por el Estado mexicano y también
por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que
conduzca el país en un ámbito de sabiduría y de tranquilidad.
Durante su discurso, el presidente municipal mostró las
llaves y expresó: Necesito de Dios para gobernar Juchitán, por eso entrego las
llaves de nuestra ciudad a Cristo: también creo en Dios y en la Cuarta
Transformación.
Dijo que es necesario que los ciudadanos se unan en la
lucha contra la delincuencia y que como autoridad tiene el respaldo de la
Presidencia de la República para enfrentar la violencia que ha dañado a los más
de 90 mil habitantes de esta localidad oaxaqueña.
Por último, Montero Pérez reconoció que cuenta con el
respaldo de la Comisión Nacional de Seguridad y que con su gobierno se
reactivará el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad, que se suspendió
en la anterior administración por incumplir los requisitos solicitados por el
gobierno federal.