Felipe Sánchez.-
Así es, así tiene que ser y así va a ser. Con este
énfasis, me dicen, respondió el senador Salomón Jara a la curiosidad de un
morenista que, al llegar con un grupo de gentes a su oficina, hizo la pregunta
esperada ¿Y usted piensa ser gobernador?
Así anda de calenturiento el morenista Salomón Jara, pero
no es el único. También el diputado, ahora del PT, Benjamín Robles alias “cara
sucia”.
Apenas inicia el sexenio y sufren calenturas creyendo que
el efecto AMLO durará siempre. Ambos ya se comportan como virtual candidato a
gobernador cuando el régimen al que pertenecen apenas lleva dos meses y ya
sufre los embates del desgaste natural que provoca el ejercicio del poder.
Ambos políticos andan en una adelantada campaña
adjudicándose éxitos del nuevo gobierno federal que nadie ve aún.
Robles Montoya, en las reuniones que promueve por todo el
Estado, se atribuye méritos que no son suyos, como los programas de bienestar
social. Lo mismo hace Salomón Jara en las poblaciones donde se promociona
abiertamente. Pero, hay algo que los inquieta.
Como a ninguno de estos dos personajes, el partido Morena
en este momento, no les permite gestionar y entregar directamente los apoyos,
parece que están apostando a lo siguiente: que López Obrador, pronto se olvide
de la lucha contra la corrupción y los vicios de la política y en uno o dos
años “todo siga igual”. Por lo pronto, se están colgando de los programas
sociales que tanto pregona el presidente AMLO y hacen campaña con pura saliva.
Si nos apegamos al dicho de que político que no da nada,
aunque sean espejitos, se devalúa, esto puede suceder con Salomón y “cara
sucia”. Así que habría que decirles que “no por mucho madrugar amanece más
temprano”. Que recuerden que “los
moches” se terminaron. Al menos eso dice AMLO.
La senadora Susana Harp, más ecuánime, también se mueve,
pero con discreción. Pero, quienes la tratan, me dicen que el virus de la
política ya se le metió y también suspira por la candidatura siguiente.
TRONANTES
La “super delegada” Nancy Ortiz es, según algunos
morenistas, otra funcionaria cándida, pero que también anda metida en las
calenturas por la sucesión. A eso podemos atribuir que esté en la mira del
golpeteo político que, en las filas de los morenistas es más que rudo.
Hace unos días llegaron a sus oficinas los capos del
cartel 22. Con Eloy López -dirigente formal de la 22- al frente, un grupo de
cabecillas de los diversos grupos rémoras que controla el magisterio, le
exigieron que les adjudique directamente todos los apoyos para que ellos lo entreguen
a su clientela política.
Sin atenerse a la orden de AMLO de que los apoyos se
entregarán directamente a los beneficiarios, sin intermediarios, exigieron que
“todo siga igual”. Aquí nada debe cambiar, nosotros traemos nuestras
organizaciones y tenemos que recibir los apoyos. Así de tronantes se
comportaron. Obvio, la rudeza del mensaje tiene remitente. Nancy quiere ser
doblegada a los intereses de Salomón y su grupo, lo mismo que del “cara sucia”.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
En mi entrega del pasado día 28, alerté en este espacio
sobre el alto riesgo que significa la explotación minera y di cuenta de la
emergencia provocada por el derrame de algunas presas “de jale” en el Valle de
Oaxaca.
Hoy, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de
Oaxaca, hace eco a mi voz de alerta y ha pedido al gobierno federal que atienda
por medio de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),
la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), la
Secretaría de Agricultura (SA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) las
afectaciones ocasionadas en el río Coyote por el desbordamiento de la presa de
“jales” perteneciente a la empresa minera “Cuzcatlán”, en San José del
Progreso.
La institución mencionada corrobora el daño ocasionado
por la citada presa y puntualiza que afectó al río Coyote, que atraviesa las
comunidades zapotecas de Magdalena Ocotlán, San Matías Chilazoa, San Felipe
Apóstol, La Barda Paso de Piedra y San Pedro Apóstol.
Ante tal emergencia, dice, que existe ante la posibilidad
de que se estén violentando los derechos humanos a la salud, a la vida, al agua
potable, a un medio ambiente sano, al trabajo y al desarrollo económico, social
y cultural de las personas que habitan en las comunidades zapotecas afectadas.
La Defensoría detalló que los habitantes de las
comunidades de Magdalena Ocotlán, San Matías Chilazoa, San Felipe Apóstol, La
Barda Paso de Piedra y San Pedro Apóstol señalaron que, a más de tres meses del
desbordamiento de la presa de “jales”, ocurrido el 8 de octubre, las
autoridades no han dado una respuesta adecuada respecto a la contaminación del
río Coyote.