Ricardo Alemán.-
Salvo el presidente electo,
hoy nadie sabe cual será el futuro del NAIM. Y sólo lo sabe Obrador porque está
claro que se trata de una farsa con fines propagandísticos.
Sin embargo, lo que sí
sabemos son las lecciones que nos regaló el escándalo por la nueva terminal
aérea. ¿Cuáles lecciones?
1.- La lección contundente
de que el próximo gobierno no es confiable para la inversión –local o foránea–,
ya que a contentillo del presidente hoy se puede mudar de ubicación una obra
contratada el día de ayer.
2.- La lección de que el
nuevo gobierno no respeta la legalidad y menos la Constitución. ¿Cómo se le
puede creer a un Presiente y a un gobierno que antes de constituirse,
legalmente, llevan a cabo una consulta inconstitucional e ilegal, y que es
ordenada a partir “de mis futuras facultades”?
3.- La lección de que en
México ya desaparecieron los contrapesos institucionales y la división de
poderes. ¿Dónde está una demanda de juicio político contra el Presidente
Electo, por parte del Congreso, por exceder sus facultades? ¿Dónde está una
controversia constitucional en la Corte, por violar la Constitución en la
llamada consulta?
4.- La lección –por lo
anterior–, de que los poderes Legislativo y Judicial están plegados al
Presidente, a pesar de que el electo López Obrador aún no es Presidente
Constitucional.
5.- La lección de que todos
–analistas, expertos y opinantes–, caímos en el juego de la simulación ¿Por
qué? Porque la discusión no es “si va o no” Texcoco o “si va o no” Santa Lucía,
ya que esa es una decisión legal y técnica. No, en realidad la discusión es por
la ilegalidad o no de la consulta.
6.- La lección de que el
futuro secretario de Comunicaciones y Transportes es un verdadero “papanatas”
que nada sabe de las comunicaciones y menos del transporte.
7.- La lección de que
tampoco saben dónde meter la cabeza los lopistas que cuestionaban al titular
del ramo que se va, Ruiz Esparza, por las supuestas deficiencias en su trabajo.
Frente a las limitaciones de Jiménez Espriú, Ruiz Esparza parece un gigante.
8.-La lección de que el
gobierno que viene será la reedición del “Rey Sol”, Luis XIV, quien acuñó el
clásico “el poder soy yo”. Y es que día a día, López Obrador confirma que lo
suyo no es la democracia y menos la división de poderes.
9.- La lección de que la
consulta popular no es más que un engaño a contentillo y no una norma
democrática. ¿Por qué consulta en el aeropuerto y nada en el Tren Maya?
10.- La lección de que en la
política mexicana si hay algo peor que el PRI. Y lo peor se llama Morena,
epítome de la “ineptocracia”.
¿Quién imaginó que luego de
la victoria de Morena en la presidencial y del caos por la precipitación
discursiva de López Obrador, muchos extrañen a Enrique Peña Nieto, a Felipe
Calderón y a Vicente Fox.
¿Quién imaginó que ante el
tamaño y la ineptitud del gabinete de AMLO, quedarían en calidad de prohombres
cualquier gabinete de la historia presidencial mexicana.
Lecciones de la consulta.
Al tiempo.