El control político por la comunidad de Cuilapam de Guerrero
se encuentra en los tribunales, como una moneda en el aire que en cualquier
momento puede caer cara o cruz y dependerá, según nos comentan, de los asesores
municipales.
Javier Moreno Colmenares administró el municipio de manera
modesta y sin mucho ruido, milita en el movimiento conocido como “Cívicos” al
interior del Partido de la Revolución Democrática.
Es amigo de Alejandro López Jarquín, actual edil de Santa
Cruz Xoxocotlán y que obtuvo la reelección gracias al pacto con el famosísimo
Héctor Santiago Aragón, conocido en el bajo mundo como “El Lobo mayor”, pero
esa es otra historia que contaremos próximamente.
En la pasada contienda municipal, MORENA arrebató a los
Cívicos la presidencia de Cuilapam de Guerrero por medio de Diego Moisés Pérez
de la Cruz, un joven entusiasta y con aspiraciones políticas a futuro.
La situación es que la estabilidad política de la comunidad
dependerá de los asesores de Javier Moreno en la impugnación en tribunales en
Sala Xalapa, aunque suena el rumor bastante fuerte en que ya no ven forma de
tirar la elección. Esta es la primera cara de la moneda.
En la segunda cara se encuentra Diego Moisés, que al
confirmar su triunfo, descanse en personas de dudosa capacidad en la
administración pública y política. En primer plano encontramos a Giovanni
Vásquez Sagrero y al ex presidente de Zaachila Raciel Vale López.
El peligro consiste en que estos personajes utilicen a Diego
Moisés para saciar sus intereses económicos y políticos e impulsen un verdadero
calvario a los pobladores de Cuilapam de Guerrero aplicando lo aprendido en la
Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca en 2006.
La moneda está en el aire: la “cara” de Javier Moreno en la
impugnación o la “cruz” de Diego Moisés al rodearse de personas con poca
probidad moral y política.
La cuarta transformación cambiará todo para seguir igual,
muchas monedas y muchas traiciones….