Antonio Quintero
Tlaxiaco, Oax.- Otro engaño más de los servicios de salud de
Oaxaca,(SSO), pues el denominado Hospital de Especialidades de
Tlaxiaco, resultó ser un engaño más de las propias autoridades médicas y
políticos ambiciosos, en contubernio con autoridades municipales en turno han
puesto en evidencia la forma más cruel y
humillante para el pueblo de Oaxaca y una nula atención médica oportuna y de
calidad.
A esto se le llama, engaño y traición de los servicios de
salud, quienes dirigen y representan a las dependencias de salud, certificando
la negligencia, la inoperatividad, y la corrupción hacia el interior de esa
secretaría.
Engaño tras engaño, y promesa tras promesa el denominado Hospital de Especialidades de
Tlaxiaco quedó solo en un sueño pues dicho hospital no será para lo que fue
planeado inicialmente y como proyecto del gobierno estatal de aquel
sexenio de Ulises Ruíz Ortiz, durante sus últimos años, por lo que en el
marco de una perfecta simulación ahora dicho nosocomio será para albergar la
clínica rural número 34 del Instituto del Seguro Social (IMSS) Oportunidades
que actualmente se ubica en el centro de este municipio.
Hoy, astutamente y dentro del marasmo de irregularidades
financieras en el sector salud de Oaxaca del gobierno actual de Alejandro Murat
Hinojosa, se aprovechó de los grandes
boquetes financieros de más de 69 mil 500 millones de pesos que supuestamente tuvo o tendría el costo total de dicho
hospital cuando el ahora exgobernador Ulises Ruíz Ortiz lo anunció.
Dicha obra sería fundamental para atender la salud de más de
250 mil habitantes, pues sería un hospital debidamente equipado para recibir a
pobladores de 45 municipios de esa región y ante el pésimo servicio de clínicas
de salud de varias zonas incluyendo al propio IMSS e ISSSTE.
Sin embargo dicho hospital quedó inconcluso y formó parte de
esa red hospitalaria que tanto alardeó el exgobernador Ruíz Ortiz por lo que
los enormes recursos lo justificaron de mil formas y procedimientos hasta
desaparecerlo y dejar abandonada una obra de beneficio directo a la población.
Para ello actores políticos, caciques de Tlaxiaco,
autoridades municipales y estatales montaron diversos distractores para que
durante el sexenio de Gabino Cué Monteagudo no se lograra nada sino todo lo
contrario continuar prometiendo y seguir embolsándose el recurso etiquetado,
tal y como lo hicieran sus entonces funcionarios del sector salud incluido al
ex secretario German Tenorio Vasconcelos
(hoy sujeto a proceso penal), que todavía prometió junto con los
diputados locales de una partida de 13 millones de pesos. Se esfumó.
Esta cantidad tampoco nadie sabe dónde se quedaron. Ni
tampoco nadie exigió. Aunado a confrontar a la propia población en los terrenos
de la ubicación de lo que en algún momento se pensó sería un flamante Hospital
de Especialidades con todos los servicios.
Todos persiguieron la confrontación y nadie le apostó por un
desarrollo ejemplar digno. La salud quedó a último plano.
Se vició políticamente, fue retomada como promesa de campaña
de todos los candidatos de todos los partidos políticos habidos y por haber de
ese municipio y de ese distrito. Incluso el propio ahora gobernador Murat
Hinojosa también realizó un spot de video de su campaña dentro de las
instalaciones inconclusas de dicha construcción.
Utilizaron todos los mecanismos de campaña para que esa
construcción fuera motivo de votos.
Los entonces candidatos vendieron y ofertaron su ganga para
que los pobladores ilusos creyeran que efectivamente ellos podrían concluir el
famoso hospital de especialidades. No fue así. El Partido Revolucionario
Institucional (PRI), se disputaba tal
conclusión y ahora un aparente partido sin renombre como el Partido Unidad
Popular (PUP), quien le ofreció su débil registro a un candidato superficial.
Pero con la traición ganó.
Se aprovechó entonces una combinación perfecta para lograr
que se concluyera en medio de una enorme y gran simulación, con un presidente
municipal ajeno a los verdaderos compromisos sociales de ese distrito, por lo que
ante tantas calamidades de esa inútil
administración municipal, de torpes decisiones, de funcionarios oscuros, de negociaciones turbias desde el gobierno
estatal con la clara complicidad también de funcionarios federales, se
pronunciaron así entonces por adecuar a un presidente municipal a modo como Oscar Ramírez Bolaños para
trasladar la figura del IMSS a una construcción añeja inconclusa pero con aires
renovadores.
Fue desde entonces que obediente a la simulación Oscar
Ramírez Bolaños apresuró el cambio de imagen de ese hospital de especialidades,
a través del IMSS con el delegado Juan Díaz Pimentel que ni tardo ni perezoso
pudo trasladar toda la documentación e incluido los recursos federales para tal
designación. El recurso etiquetado, y todo el papeleo se triangularon
perfectamente.
Increíble esa
triangulación presupuestaria que se estableció, un convenio absurdo, muy
lejos del proyecto real, y se deja la sospecha
de como cualquier empresa de
outsoursing, puede mágicamente utilizar
a modo un recurso público -¿puede entonces manipularse abiertamente hacía una dependencia paraestatal como el IMSS-?, ¿Cómo es que su marco
normativo pudo contemplar estas acciones
y se le permitió?
Pero además de ello la intervención de la propia Secretaría
de Finanzas del gobierno estatal (SEFIN), y quien haya elaborado los cambios,
la figura e imagen de un Hospital de Especialidades para trasladarlo a una
clínica del IMSS con todos sus vicios y deformidades. Por ningún lado se ve el
lado bueno.
¿Cómo es que el recurso estatal ahora lo pueden transferir
hacía una paraestatal, cuando debe ser todo lo contrario?
¿Acaso el recurso federal
ya etiquetado lo pueden manipular dócilmente hacía cualquier rubro o
materia o sector? ¿A eso se le llama desvió de recursos?
La triste realidad es que se le ha mentido a toda la
población en general, un engaño más que patenta la secretaría de los servicios
de salud de Oaxaca (SSO), en complicidad
ahora con el propio presidente municipal Oscar Ramírez Bolaños, quien ya se ha caracterizado
por su enorme corrupción desde los primeros días de su administración.
Se necesitaba que hubiera también irregularidades
financieras en algún ayuntamiento y así fue localizado el municipio de
Tlaxiaco, para poder amalgamar grotescamente un engaño y burla a miles de
habitantes de la región de la mixteca. Aludiendo interés enmarcado por una gran
simulación perversa.
Para ello el actual presidente municipal Oscar Ramírez
Bolaños, tejió perfectamente su jugada perversa confabulada para que dicho
Hospital se convirtiera en una clínica más del IMSS, alejada de la realidad
para quienes anhelaban servicios de salud, de calidad y atención.
Recordemos que en la colocación de la primera piedra con
bombo y platillo en el sexenio del entonces Gobernador Ulises Ruíz Ortiz y del
entonces presidente municipal del
municipio de Tlaxiaco Mario Hernández Martínez en mayo del 2008, quienes
apostaron todo para que ese hospital se concluyera a más tardar –indicaban-, en
tres años. El tiempo les ganó y dicho hospital no fue concluido en el periodo
del gobernador en turno. Y quedó como parte de esa red hospitalaria inconclusa
en toda la entidad oaxaqueña.
Posteriormente a los diez días de ese evento Felipe Calderón
Hinojosa quien era presidente de la república, realizó una gira de trabajo por
Oaxaca, visitando al municipio de Tlaxiaco ahí ofreció precisamente el apoyo
financiero para toda la red hospitalaria de la entidad oaxaqueña.
Pero hasta ahí quedaron las buenas voluntades de intentar
darle desarrollo y bienestar a una región marginada de los servicios de salud,
una década de promesas y engaños como la que continua realizando el edil Oscar
Ramírez, quien en un afán victorioso señaló en diciembre del 2017 que se
necesitaban 39 millones de pesos para concluir el Hospital de Especialidades, y
que no sería una sucursal más del IMSS…
Sin embargo ahora Oscar Ramírez ha cambiado de opinión –como
siempre-, ahora dice que lo administrará el IMSS, también agradece al
gobernador Alejandro Murat Hinojosa, a los diputados locales, su gran apoyo…
Hay que mencionar que dicha construcción no cuenta con
planta tratadora de sus aguas, tampoco cuenta con drenaje propio, así como su
infraestructura general, de sus desechos sólidos, y si será un Hospital
responsable con el Medio Ambiente. De lo más importante no se sabe nada.
Finalmente el ahora presidente municipal se siente
victorioso, engañando a una población que merecía una calidad y atención de
servicios de salud…
Le ha urgido pactar convenios a su interés propio, en medio
de fuertes señalamientos de corrupción,
de desvíos de recursos, de alterar actas de cabildo, y de ser culpable de un
fraude al erario municipal por más de 120 millones de pesos.
Pero hay todavía más… ¡¡Nos leemos en nuestra próxima
entrega!!
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